Claves para armar un kit de herramientas

A la hora de armar una caja de herramientas tenés que pensar en armar un equipo variado que te permita realizar distintos tipos de arreglos.

Si bien hay kits que ya vienen armados y tienen un lindo diseño (todas sus piezas combinan), las herramientas de buena calidad –aunque más caras- son la mejor opción porque te van a durar muchos años.

Es fundamental que las piezas estén confeccionadas con buenos materiales. Por ejemplo, es muy común que a los destornilladores de mala calidad se les deforme la punta o se les despegue el mango.

Para cubrí la reparación de los básicos

Es importante que tengas conocimientos básicos sobre cómo encarar algunas reparaciones:

* De plomería: cambiar el cueritos y los flexibles de las canillas, solucionar alguna pérdida, reponer el sifón de la mesada y la conexión de la descarga del inodoro.

* Eléctricos: arreglo o cambio de tomas y teclas de luz, reemplazo de enchufes en artefactos e instalación de lámparas de techo.

* Albañilería: pegar un azulejo o baldosa que esté flojo o se haya desprendido, arreglar un revoque.

* Varios: cambiar la correa de una persiana, reparar algún herraje de un mueble o una alacena, cambiar una cerradura o picaporte.

EL KIT

- La caja de herramientas: su un tamaño debe ser acorde a la cantidad de herramientas, sino habrá vas a tener que revolver para encontrar lo que necesites. Esto puede producir un deterioro de algunas de las herramientas.

- Martillo de carpintero: sirve para clavar o quitar un clavo; es útil para colgar un cuadro, un espejo o hacer algún ajuste en un mueble. Es conveniente que tenga mango redondeado porque ofrece un mejor agarre.

- Destornilladores: lo mejor es contar con varias medidas y diferentes puntas: plano, estrella y Phillips, para tornillos de cabeza plana (una recta) o con cabeza estrella (forma de +).

- Pinza de electricista: un todoterreno que es útil para trabajos de electricidad, ajuste de tornillos y corte de alambre o cables

- Alicate: hay distintos tipos; todos sirven para ajuste y corte. Plano o de punta redonda (para doblar y corta alambre). Pico de loro (ajusta tuercas de distintas medidas y corta alambre). De presión (con mayor ajuste que los anteriores porque cuenta con un perno que fija su apertura y una palanca de traba). De corte (generalmente se usa en electricidad).

- Llave inglesa: un básico de la plomería. Cuenta con una cabeza regulable y sirve para ajustar o desajustar tuercas. Las de puntas lisas no lastiman los accesorios cromados.

- Espátula metálica de 4 pulgadas: sirve para pasar enduido sobre la pared y hacer reparaciones cuando tras quitar un clavo.

- Cinta métrica: de entre 3 y 5 metros.

- Trincheta: útil para hacer un corte perfecto sobre cartón, plástico, papel, cuero o placas de cartón yeso. Sus cuchillas (se pueden reemplazar) vienen en una tira que esta troquelada y se va cortando a medida que pierden el filo.

- Serrucho y sierrita de corte: el primero es para cortar madera, el segundo corta, además, metal (su hoja es cambiable).

- Agujereadora: algo que nunca debe faltar en un kit completo. Sirve para instalar estantes o hacer un agujero en la pared, para colgar cuadros o espejos que necesiten algo más resistente que un clavo o en paredes que no se puedan clavar bien.

- Linterna: nunca está de más, sobre todo en lugares donde hay que hacer arreglos con poca luz o en la noche.

- Nivel de burbuja: Imprescindible para hacer que todo quede alineado. Se usa para verificar el nivel al colocar estantes, cuadros, etc.

- Escalera: siempre es bienvenida.

- Antiparras de seguridad: es fundamental cuidar los ojos para evitar cualquier tipo de accidente.

LOS EXTRAS

- Cinta aisladora (para electricidad) y cinta de teflón (para plomería).

- Lápiz y regla de carpintero.

- Tuercas, clavos, tornillos y tarugos Fisher de distintas medidas.

- Cueritos.

- Adhesivos (de dos componentes, de contacto instantáneo, pistola encoladora en barra y silicona), aceite tradicional, lubricante en aerosol, y grafito en polvo (para cerrajería y plomería).

- Lo mejor es tener todo organizado en un mismo lugar y que nada esté a la intemperie ni en lugares húmedos.