La paisajista Ernestina Anchorena nos cuenta cómo conseguir un espacio verde sin intervenir su ciclo vital
"La naturaleza es sabia" es una frase que todos sabemos y repetimos, pero muchas veces no atendemos a su verdadero significado. Buscamos canteros perfectos, libres de yuyos y delimitamos el crecimiento de nuestras plantas para que resulten más prolijas y estéticas. Pero entonces, ¿dejamos realmente que la naturaleza desarrolle su tan mentada sabiduría? La paisajista Ernestina Anchorena opina que no, y argumenta su postura con su propio jardín. "Hay que admirar a la naturaleza, entender sus procesos y tiempos", explica. A la vez, detalla que mantiene su espacio verde desde hace tres años; allí desembarcó cuando los árboles ya estaban grandes y la casa se levantaba en el medio, gracias a una planificación inicial de Gabriel Burgueño, paisajista especialista en nativas.
Ernestina contagia no sólo su profundo amor por naturaleza sino también la virtud de prestarle atención a su propio ciclo y acompañarlo, interviniendo lo justo para sentirnos parte pero siempre dejando que dé lo mejor de sí. Aquí, algunos de sus principios ecológicos que pueden aplicarse a cualquier espacio verde, desde el más pequeño al más grande.
ENTENDER EL JARDÍN
"El espacio no debe estar siempre verde y perfecto. Eso sería negar su esencia, como si negáramos nuestro propio envejecimiento. La belleza está, sobre todo, en los procesos: en ver cómo las plantas crecen, florecen y luego dan sus semillas para morir y volver a nacer."
RESPETAR LOS YUYOS
"No hay que imponerse a la naturaleza. Hay que saber que no existen malezas sino ‘plantitas’ del lugar, amigas de los ciclos de la tierra, benefactoras de los insectos, de los pájaros y, por ende, de nosotros los humanos."
INTEGRAR LOS ESPACIOS
"En mi jardín tracé una zona de pasto corto cerca de la casa, y el resto quedó salvaje, con caminos para recorrer el pastizal, donde anidan teros y lechuzas, y bancos que aparecen a la sombra de un algarrobo o un espinillo, para sentarse a leer y contemplar el paisaje".
CUIDAR EL HOGAR
"La sombra de la casa hace que las gramíneas no crezcan bien, así que agregué semillas de flores. Agrandé los canteros existentes, siguiendo las líneas de la construcción y delimitándolo con ladrillo puesto de canto".
ACOGER A LOS INSECTOS
"Las flores se llenan de picaflores, abejorros y demás insectos benéficos que vienen a polinizar. Se puede utilizar la asclepia, una planta maravillosa que alimenta a las mariposas monarcas, que en el jardín parecen flores en movimiento".
MINIMIZAR EL MANTENIMIENTO
"Todas estas plantas requieren poco cuidado. Personalmente, no utilizo el riego porque me parece antiecológico. Sólo en tiempos de mucha sequía riego mis plantas con manguera. Como son fuertes y están plantadas bien cerca, conforman una mata cerrada que evita que se vea la tierra del cantero. Tampoco necesitan fertilizante, y solo una vez por año agrego pasto seco sobre los huecos que dejan las plantas anuales."