Cómo armar un cubo Rubik
Este rompecabezas tiene la resolución fácil y posible con paciencia, práctica y algunas estrategias; ¿qué hay que saber antes de resolverlo?
LA NACION
El cubo Rubik, también conocido como “cubo mágico”, es un rompecabezas tridimensional que desafía la mente y la destreza manual. Fue inventado en 1974 por el escritor y arquitecto húngaro Ernő Rubik y en 1980 batió todos los récords de venta en jugueterías, convirtiéndose en un ícono de la cultura del juego.
Actualmente sigue siendo el juguete más popular del mundo, con más de 450 millones de unidades vendidas en 2023. Si bien resolver un cubo Rubik puede parecer una tarea compleja, cualquiera puede dominar el arte de armarlo con paciencia, práctica y algunas estrategias.
Funcionamiento del cubo Rubik
Antes de comenzar a resolver el cubo Rubik, es fundamental comprender su estructura. El cubo consta de 26 piezas llamadas cubies que se ensamblan en capas para que pueda funcionar:
- Una cruceta central: es el núcleo y permite que las caras giren.
- Seis caras centrales: cada una de ellas de un color y con posiciones fijas.
- Doce aristas: se utilizan para unir dos caras y están compuestas por dos colores.
- 8 esquinas de tres colores.
Cómo armar un cubo Rubik, paso a paso
En primer lugar, hay que instruirse acerca de la forma en la que se nombra a cada lado del cubo Rubik, que tiene que ver la posición que tiene el rompecabezas respecto a uno mismo:
- F: Cara frontal (hace referencia a la palabra en inglés “Frontal”, que quiere decir “frente”)
- U: Nivel superior (”Up” en inglés, que se traduce en “arriba”)
- D: Nivel inferior (”Down” en inglés, que significa “abajo”)
- R: Cara derecha (”Right” en inglés, que en español es “derecha”)
- L: Cara izquierda (”Left” en inglés y quiere decir “izquierda”)
A su vez, es necesario estudiar la nomenclatura de los movimientos que se utilizan para describir los desplazamientos que se deben hacer:
- “Letra”: girar el lado 90 grados en dirección de las manecillas del reloj.
- “Letra” con apóstrofe: girar el lado 90 grados en contra a las manecillas del reloj.
- “Letra” con un 2: girar el lado 180 grados en dirección de las manecillas del reloj.
A continuación, estas son las instrucciones paso a paso para armar un cubo Rubik de la manera más fácil y rápida:
- Armar la cruz superior: para empezar, hay que formar la cruz blanca. Para lograrlo, es necesario ubicar el centro blanco y conseguir que los colores de los demás centros coincidan, como una cruz extendida. En esta primera instancia, no se necesitan pasos ni claves predeterminadas.
- Resolver las esquinas blancas: para este paso hay que seguir el siguiente algoritmo: R’ D’ R D. Se debe repetir la fórmula todas las veces que sea necesario hasta completar la capa superior blanca. Otra alternativa también puede ser utilizar otros algoritmos, como por ejemplo: F D F’.
- Descifrar la capa central: para lograrlo se aconseja optar por la combinación D’ R’ D R D F D’ F’ o también D L D’ L’ D’ F’ D F.
- Crear la cruz amarilla: seguir el algoritmo F R U R’ U’ F’ y repetir tantas veces como sea necesario para crear esta forma.
- Ubicar correctamente las aristas: el siguiente paso es colocar las aristas amarillas en su posición final. Se logrará que los colores coincidan en las piezas laterales a través del siguiente algoritmo R U R’ U R U U R’ U.
- Llevar las esquinas a su posición: falta resolver las esquinas de la última capa. Lo primero por hacer es buscar una pieza que esté en el lugar correcto y moverla hacia la esquina superior delantera derecha. Una vez finalizado ese procedimiento, ejecutar el algoritmo U R U’ L’ U R’ U’ L por lo menos dos veces.
- Orientar las esquinas amarillas: sujetar el cubo con la pieza amarilla no resuelta en la posición FRU. Y para finalizar, aplicar el algoritmo R’ D’ R’ D hasta orientar dicha esquina y repetir los pasos anteriores con cada una de las esquinas faltantes.
Si bien armar un cubo Rubik puede parecer complejo, cualquiera puede hacerlo con una comprensión clara de la estructura, las nomenclaturas y las estrategias de resolución. La paciencia y la práctica son clave para alcanzar el resultado final de manera exitosa.
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