
Útiles para resguardarnos del viento y la lluvia, dejarnos tranquilos mientras los chicos juegan en el balcón y hasta para prevenir robos, existen protecciones que se adaptan a todas las necesidades
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Hay distintas razones para poner una protección en el balcón, y un sistema que responde a cada una. En el momento de la elección no sólo influirá decisivamente su costo, sino también factores como su incidencia en la vista, sus requerimientos de mantenimiento y vida útil de los materiales. Además, y sumamente importante, antes de invertir tiempo y dinero, infórmese acerca de las reglamentaciones -municipales y las de su propio consorcio- que atañen a la colocación de cerramientos: hay más restricciones de las que, en un principio, uno puede imaginar.
MALLA TRANSPARENTE
El sistema de malla de nylon transparente se sujeta con perfiles de aluminio que se anclan a la pared y, como queda perfectamente tensa, otorga una muy buena protección para chicos o mascotas, pero no protege contra las inclemencias del tiempo. Al ser el tejido sumamente fino, no altera vistas ni fachadas y su tratamiento especial impide que la dañen el agua y el sol. Su resistencia (250 x m2) está garantizada por la discontinuidad del tejido, es decir: las roturas no se extienden, lo que hace fácil su reparación.
MALLA METÁLICA
Una solución tradicional y probada. La malla metálica, que tiene un dibujo de cuadrados de 40 x 40 o 60 x 60mm, está hecha con materiales galvanizados, lo que garantiza una excelente resistencia al óxido. Por otro lado, los parantes con los que se la sostiene se colocan a una cierta distancia del balcón para que no se acumule agua en las juntas, otro factor que protege los materiales de la acción corrosiva. La posibilidad de pintarla del color deseado evita que desentone con las barandas o las paredes de nuestro balcón. Debemos calcular que, desde el momento en que se toman las medidas, tomará una semana tener la protección colocada.
DE VIDRIO CON PERFILES DE ALUMINIO
De duración prolongada y cierres herméticos, este tipo de protección no necesita mayores trabajos de mantenimiento, salvo el posible cambio de los herrajes, que se van deteriorando con el paso del tiempo. Además de un amplio surtido de colores, existe una gran variedad de modelos para los parantes de aluminio, lo que permite elegir la forma apertura que mejor se adapte a las características de nuestro balcón. El sistema permite colocar todo tipo de cristales, desde los comunes hasta el doble vidriado hermético (DVH), que brinda una aislación acústica y sonora inmejorable. Y si lo que buscamos es mayor seguridad, la opción ideal son los vidrios laminados. Para quienes mantener la vista es un interés primordial, habrá que tener en cuenta que, debido a los parantes, ésta se verá alterada.
DE VIDRIO SIN PERFILES
Es un cerramiento más caro que los anteriores, pero tiene la ventaja de no interrumpir la vista ni modificar la fachada del edificio, lo que lo convierte en un sistema que aceptan casi todos los consorcios. No tiene parantes, sólo burletes en las juntas para asegurar una perfecta hermeticidad. Se usa vidrio templado de 10mm de espesor, una tranquilidad para quienes tienen chicos en casa, ya que son irrompibles. En balcones de hasta 2m se colocan paños enteros para garantizar la resistencia del vidrio y poder manejarlo con relativa facilidad. Si la altura es mayor, lo que se recomienda es dividir el cerramiento al medio, con un paño fijo abajo y uno movible en la parte superior. Viene con cerraduras que impide que lo chicos lo puedan abrir.
La instalación se realiza con personal especializado en dos pasos: primero, se amura la perfilería, se nivela la superficie para que quede perfecto y se toman las medidas para encargar los vidrios y en un segundo paso se colocan los vidrios y se sellan las juntas. No necesita mantenimiento y su vida útil es ilimitada; cada 3 o 4 años eventualmente habrá que cambiar los burletes afectados por el paso del tiempo y resellar las juntas para seguir disfrutando de una perfecta aislación.
TOLDOS CRISTAL
El toldo cristal es una buena opción si lo que nos interesa es resguardarnos de la acción del viento y de la lluvia. Generalmente, es uno de los más aceptados por los consorcios ya que, al ser enrollable, no se lo considera estrictamente un cerramiento. Su vida útil oscila entre los 3 y los 5 años. Al cabo de ese tiempo, sólo será necesario reemplazar el plástico, no el sistema completo, por lo que su renovación no implica un gasto demasiado grande. No es la solución indicada para quienes buscan una protección para los chicos.
Informe: Celeste Bies.
Asesoramiento: Balconfort | Tolder | Idea Red.
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