¿En qué anda Nora Lezano?
Nora Lezano es artista visual. Vinculada a la escena del rock nacional, a partir de los 90 fue testigo de los shows y de la intimidad de los músicos más importantes. A un ritmo vertiginoso, se convirtió en la artista más deseada para hacer tapas de discos tanto de rock como de otros géneros musicales. Trabajó también como directora, iluminadora y videasta para múltiples proyectos. La protección de animales y el feminismo son hoy las banderas que defiende. En 2013, editó su primer libro, Sin sueño se duerme también, donde narra los años que atravesó sumergida en los pasillos del rock nacional. FAN, la retrospectiva de sus años en la música, se abrió al público en 2015 y hoy continúa de gira por diferentes salas, museos y bibliotecas del país.
El póster de Kiss de Nora Lezano
Podría haber elegido alguna de las tantas fotos tomadas por ella a Charly, a Spinetta o a Cerati. Pero no. Nora Lezano prefirió una imagen de un colega, de uno de sus referentes, que se remonta a su infancia y que, a la vez, resulta una síntesis de su fascinación por el arte visual y por la música. Se trata de un póster de Kiss que conserva desde los 11 años y que sobrevivió a cinco mudanzas:
"Cuando cumplí 11 –en 1981– le pedí a mi mamá que me regalara Dynasty, un disco increíble de Kiss que había salido en 1979. El vinilo venía con un póster: una foto de la banda hecha por Francesco Scavullo, un fotógrafo que se convirtió en un gran referente de mi trabajo años después. Hoy lo conservo y ocupa parte de una pared de mi casa", cuenta la fotógrafa.
Nora era fanática de la banda de esos hombres ocultos detrás del maquillaje. "Me fascinaban los rostros enmascarados: el chico del espacio, el gato, el demonio y el chico estrella. En sus shows escupían sangre, según la leyenda mataban pollitos, incendiaban guitarras, los músicos volaban por el aire y sus trajes eran increíbles".
Como le sigue sucediendo ahora, en aquel momento estaba deslumbrada por lo visual, por el montaje teatral que desplegaba la banda. "La música, irónicamente, era lo que menos me importaba", cuenta mientras recuerda que ella fue quien hizo las fotos de Kiss en todas las ocasiones que tocaron en Buenos Aires. "La primera vez, en 1994, fui con unos amigos al hotel donde se hospedaban solo a sacarme fotos con ellos".