Desde el Chubut... productos naturales de calidad
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El Hoyo es un pueblito del noroeste del Chubut de 10.000 habitantes. Recostado sobre la cordillera de los Andes, la chacra El Monje posee unas 40 hectáreas de tierra. Cinco de ellas están dedicadas a la producción de frutillas, frambuesas, grosellas y cassis.
Todo empezó doce años, cuando Alan y Paul Huisman se alejaron de la Capital rumbo a Bariloche, en busca de una vida más tranquila y armoniosa. Como ocurre sólo de vez en cuando en las novelas, los dos hermanos se casaron con dos hermanas -Lali y Pati Calderón- e inmediatamente pusieron manos a la obra para armar su propia empresa. Influidos por la mística del lugar y los cuentos de los antiguos pobladores, creen en la leyenda que asegura que la piedra de 300 metros situada entre los cerros Pilke y Piltriquitón era un monje que transmutó su condición humana por la mineral, a causa de un designio divino.
Lo cierto es que esta historia increíble les sirvió para consolidar su marketing. Hoy, El Monje es una reconocida firma en todo el circuito turístico de San Martín de Los Andes por sus exquisitos dulces.
De frambuesas -elaborados a base de la variedad Shoeneman, unos frutos grandes y de buen sabor, o la Autumn Bliss, una partida más tardía que asoma al sol en mayo- blueberries, grosellas negras, cerezas, grosellas rojas o corintos, todas las mermeladas están elaboradas sobre la base de una antigua receta familiar. Sin ningún tipo de aditivos ni conservantes, sólo llevan azúcar y fruta recién cosechada. Lali, la mujer de Paul, produce alrededor de 120.000 frascos de mermelada por año con la ayuda de 2 empleadas, en tanto que Pati se ocupa de la comercialización de la marca.
Completan la lista de los productos El Monje las nueces, las morillas -una variedad de hongos muy exclusivos que crecen bajo los cipreses- y los boletus -hongos de pinos-, tanto secos como envasados, que aprovisionan la cocina de Jean Paul Bondoux, La Bourgogne.
Cuáles son sus productos
El Monje ofrece al consumidor ocho variedades de dulces:
frambuesa, frutilla, mosqueta, zarzamora, cassis, corinto, grosellas y sauco -este último está indicado para los problemas de las vías respiratorias, ya que según afirman posee propiedades casi milagrosas-. Los frascos de 450 g cuestan $ 3,80 cada uno.
Apuntando a un público gourmet, entre las novedades figuran:
el blueberry al natural y los frutos del bosque -frutillas, cerezas, corintos y boisenberries-. En ambos casos se trata de partidas muy limitadas envasadas en frascos de 660 cc, sin precio fijo.
Pero, además, están armando la distribución de productos elaborados por otros productores.
Patés de ciervo, trucha, salmón, jabalí ahumado, y soja y hongos que vienen en latas de 90 gramos a $ 2 de la marca Patagonia Exquisiteces.
También comercializan bebidas: cerveza rubia, negra, ahumada y saborizada con frambuesas y cerezas marca El Bolsón, proveniente de dicha zona (el precio está por fijarse aún).
Los gourmets se alegrarán de saber que distribuyen hongos -gírgolas, morillas y boletus- en aceite o a la provenzal caseros ($ 10 o 12 el frasco).
En Buenos Aires se consiguen en Supermercados Norte, Wall*Mart y próximamente en Buenos Aires Pantry.
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