
Doris busca la identidad del nuevo nuevo rock con un disco repleto de imágenes marítimas
La banda de la Paternal que surge como una de las más interesantes del sub 25 porteño, acaba de editar su primer álbum-manifiesto
1 minuto de lectura'
Porque a mi generación no le importa tu opinión, cantaban los Babasónicos en la primera mitad de la década de los 90 y, así, daban forma a lo que algunos llamaron Nuevo Rock. Cerca de 2000, los Jaime sin Tierra, influidos por Radiohead, se atrincheraban en las cuatro paredes de su cuarto, ensayaban el duelo por la adolescencia perdida y, como diría Beth Gibbons, demostraban que eran capaces de hacer hermosas canciones tristes. Pasados los festejos por el nuevo milenio, el Y2K, la convertibilidad y otras falsas promesas, un puñado de nuevas bandas buscan armar una nueva escena pero aún no saben cómo hacerlo. Devoran todo el rock que está a su alcance, rescatan los valores del alternativismo de los años 90, pero sin serle fieles a sus iconos, y van en busca del sonido propio con el cosquilleo que provoca la hoja en blanco. Doris es una de las puntas de lanza y su primer álbum una suerte de manifiesto generacional.
En las letras de Doris hay un lugar común. En el mar las olas son verdad y además el sol seguro que vuelve a salir. Llena de esperanzas a los hijos del Señor. Nadie desespera por sus rayos: reina la anarquía bajo su inmensidad. Quema todo intento de maldad. ¿Ya adivinaron cuál es? De hecho, una de sus canciones se llama El mar; otra, En el mar, y una tercera que mira de cerca a ambas, Nadar. En realidad, el mar es un recurso, un espejo donde medir los sueños, las pesadillas, las experiencias y las expectativas, tamizadas todas por la inmensidad de las grandes aguas.
Esencialmente casi felizmente soy un delincuente y me busco aliados para poder sobrevivir entre la gente decente. El comienzo de La colmena es uno de los pasajes más significativos del disco y, probablemente, el preámbulo de ese manifiesto que los Doris no deben haber imaginado. Hace dos años que se juntaron en La Paternal y ya recorrieron buena parte del under porteño. Ahora, amparados por uno de los pocos sellos indies que aún perdura, Ultrapop, sacan a relucir su álbum debut y empiezan a ensayar algunas explicaciones. Como la de su nombre. "Sin dudas Doris del Valle es una gran influenciadora -divaga la chica Doris-. Pero también se debe a una mucama que tuvimos en común, sin saberlo, que nos inculcó a todos el amor por la música a través de los instrumentos autóctonos que traía de Salta."
De Pixies y Breeders a Sonic Youth, influencias hay a montones, pero ninguna de ellas es definitiva para la búsqueda de la banda. "En general tenemos una raíz común que tiene que ver, en todos los casos, con el rock. Tratamos de improvisar sobre una idea y a partir de ahí soltarnos a la espontaneidad. En una canción nos dejamos llevar por el bajo y su sonido y una vez que tenemos eso pensamos en la estructura del tema. Es nuestro método para buscar un sonido propio."
Sin un puerto al que arribar y con la intuición como aliada, los Doris imprimieron sus 14 canciones en una experiencia hasta aquí inédita para ellos: registrar un disco. "Tuvimos que escuchar cómo se mezclaban los discos, cómo se planeaban, desde los Beatles hasta la actualidad y buscar las ideas de mezclas que nos podían interesar. Si tuviéramos que volver a grabar creo que buscaríamos un sonido más crudo. Tiene que ver con cómo nos planteamos las cosas, no buscar el puerto, sino mantenernos en tránsito. ¿Qué vamos a hacer después? ¿Lo mismo que ya hicimos? Eso nos genera un sentido de orientación y nos aburre. No pensamos que nos vamos a sentir realizados el día que encontremos un sonido propio, porque lo que nos mueve es descubrir las nuevas caras de Doris." Podría ser Doris Day también, ¿no?
1
2Tendencias 2026. Desde dormir mejor hasta hacer foco: mirá todo lo que podés lograr con estos seis colores creados para mejorar tu bienestar
3¿Dar un paseo cuenta como ejercicio? La advertencia de un cardiólogo: “Hay que caminar a un ritmo rápido para que el corazón se acelere”
4De 1882. El “castillo” que impulsó la creación de una ciudad y hoy es el corazón de un barrio cerrado


