El garage porteño también tiene a sus chicas maleducadas

• Si Nick Zinner y Brian Chase no se hubieran cruzado con Karen O, probablemente nunca hubieran visto sus nombres escritos en las revistas especializadas. No es una voz prodigiosa lo que distingue a la cantante de Yeah Yeah Yeahs, ni siquiera su sonido garage surgido del prestigioso under neoyorkino, sino su actitud. Ella está dispuesta a todo y eso es precisamente lo que más impacta. Y su postura sexy hace el resto.

En Buenos Aires, la escena garage y las chicas con actitud se dieron la mano a comienzos de los años 90 y la movida, aunque nunca logró hacer despegar a una de sus tantas bandas, siempre se manejó con criterio propio. El rockabilly, la música surfer, el punk más primitivo, el hardcore y el killer rock son algunas de las tantas expresiones que se resumen en el sonido garage.

"Hoy vamos por la tercera generación de esta escena -sostiene Patricia Pietrafesa, miembro del trío de chicas She Devils y una de las responsables de los festivales Belladona-. La movida es muy amplia, están The Tormentos, Tandooris (algo sixties ), Los Peyotes y Bambolinas (dos voces femeninas al frente), pero los reyes del garage son los Zorros Petardos Salvajes, una banda súper under." Para material y más info hay un lugar, Garageland (Santa Fe 1480, subsuelo; lunes a viernes, de 12 a 20), la tienda en donde Patricia ofrece discos, fanzines y videos de esta movida.

Chicas con actitud

Después de pasar siete años al frente de Sugar Tampaxxx y de experimentar hasta el límite con aquello que todos llaman cultura rock, Sol Shurman está de vuelta. Lo que ella no sabe es que éste, tal vez, sea el momento indicado. "No había escuchado aún a Yeah Yeah Yeahs y ya muchos amigos me decían que me parecía a la cantante", cuenta Sol, tirada sobre su cama y despojada de toda pose. "Lo que hace hoy Karen O yo lo hacía a los 17 años. En esa época me tildaban de fotocopia barata de Courtney Love. Jamás me tomaron en serio, ni los músicos, ni los periodistas, y ahora, porque te venden a una banda por MTV con un respaldo más arty , está bárbaro. Ella se desnuda y todos dicen, qué loca que está . De mí, en cambio, decían que era una pendeja p..."

De tanto solicitar su presencia para cuanta nota de las chicas del rock andaba dando vueltas, Sol se metió en el tema, leyó y escuchó todo lo que estaba a su alcance y llegó a una conclusión. "Participé de varios festivales de chicas, de un Belladona , donde toqué sola con la guitarra y de un Rosa Rosa (organizado por Erica García), pero ahora me opongo a los festivales de mujeres. Te limita y hace que te metan con grupos que son pésimos, pero que acceden a esos festivales porque tienen una minita."

Mientras el segundo álbum de Sugar Tampaxx sufría el encajonamiento de su sello, Besótico Records ("Cristian Aldana nos dijo que no le importaba la banda, que si quería rompíamos el contrato"), Sol decidió viajar a París en busca de inspiración. "Me agarró una locura que me sirvió para componer, pero que también me hizo tocar fondo. Creí que no volvía, que me iban a enterrar al lado de Jim Morrison. Y de eso salió Vicodine, el dúo que comparto con Peter C (King Size Candy). Tenemos listo un EP ( All Money Is Dirty Money ) y en agosto viajo a Nueva York para tratar de ubicarlo en algún sello. Porque acá las cosas no funcionan. Bandas garage hay un montón y falta un productor con buen gusto para que agarre a tres y les asigne un papel: vos sos el chico New York, vos la loquita y vos el sensible ."

El lado oscuro de la escena

Se llaman Mujercitas Terror, están formados por dos chicas con mucha actitud, Daniela (voz y bajo) y Carmen (teclados) y dos chicos, Marcelo (guitarra) y Federico (batería) y en tres años de tocar en el under ya se ganaron una reputación tan dudosa como escalofriante. Créase o no, después de un show de ellos nada queda: se corta la luz, surgen problemas de sonido insalvables o cosas difíciles de explicar que dejan con las manos vacías al grupo que viene detrás.

Cuando comenzaron sólo Marcelo sabía tocar su instrumento. Daniela estudiaba teatro, pero no le gustaba actuar; Carmen trabajaba en Pelvis (el bar atendido por chicas vestidas sólo con su ropa interior) y Federico entraba y salía del grupo ("Como un amante fiel", acota Daniela). Si algo les sobra, eso es imagen y encima cuando abren la boca suenan provocadores. "No nos identificamos con ningún grupo de acá -sostiene Marcelo-, no tienen nada que ver con nosotros. Eso si, estamos de acuerdo con bandas como White Stripes, con esa intención de volver a lo fresco, al rock de guitarras, baterías y voces."

Por Sebastián Espósito

---

Conforme a