Encontró una cámara pérdida en el bosque con una extraña grabación hecha por un oso

Un hombre de la ciudad Laramie, en los Estados Unidos, recorría un bosque en su expedición de caza cuando de pronto se encontró con una cámara de tipo GoPro que se le había perdido meses atrás, mientras circulaba por la zona en su moto de nieve. El hombre cargó la cámara en su campamento y lo que se había grabado en ese dispositivo lo sorprendió por completo.

Dylan Schilt es el nombre de este cazador de arco y flecha que contó su experiencia en las redes sociales, junto con las imágenes que lo asombraron, y que rápidamente se volvieron virales. Es que la cámara perdida en el paisaje silvestre había sido activada nada menos que por un oso, que hizo involuntariamente varias tomas del paisaje, de su propia cara y también, de sus feroces fauces.

“La semana pasada, cuando estaba cazando con arco, me topé con una GoPro que se perdió mientras andaba en moto de nieve”, escribió Schilt en su posteo en Facebook e Instagram el 21 de septiembre pasado.

“Cuando regresé al campamento, cargué las baterías de la cámara y no podía creer lo que vi -continuó el hombre-. Después de cuatro meses de estar allí, un gran oso negro la encontró y no solo logró encenderla, sino que también comenzó a grabarse jugando con ella ¡Sin dudas es la cosa más loca que encontré!”.

En efecto, las imágenes guardadas en el dispositivo son verdaderamente difíciles de creer. El oso había realizado sin querer algunas tomas del paisaje nevado, y también había encuadrado su propio rostro en primerísimo primer plano en el video, que tiene casi cinco minutos de duración.

En otros momentos de la grabación, se nota claramente que el animal intenta tomar el aparato con sus temibles garras y también pretende morderlo. En esta última acción, el oso abre sus fauces y la cámara toma la imagen del interior de su boca.

Las publicaciones de Schilt recibieron miles de likes, fueron compartidas otras tantas veces y recibieron comentarios en los que resaltaban lo asombroso de las imágenes y la buena calidad del oso como camarógrafo.

Hasta hubo un usuario que se puso a bromear sobre a quién le correspondía el copyright por la grabación. “Las leyes de derechos de autor establecen que los beneficios son para el autor, que, como veo, no sos vos, sino el oso. Será mejor que encuentres a ese animal rápidamente y le hagas una generosa oferta en miel”, le escribió a Schilt uno de sus amigos de Facebook.

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