Es la mejor época para ser curiosos
Luciano Abiuso nació el 9 de octubre de 2014 con una anomalía conocida como agenesia, que le provocó una malformación en el principio de su muñeca, donde no tiene una mano, sino unos pequeños dedos. Pero dentro de este panorama inesperado -las ecografías no habían detectado nada durante el embarazo-, Luciano tiene suerte: su padre, Maximiliano, le fabricó una prótesis con una impresora 3D a la que ¡también construyó! con paciencia, empeño, ayuda de gente a la que nunca vio de cerca y, por supuesto, unos tutoriales de libre acceso con los planos para que cualquiera que lo desee o lo necesite pueda hacer uso de los mismos. Maxi, de 32 años, herrero de oficio y fanático de Ricardo Iorio, es usuario activo de Taringa! la red de conocimiento colectivo más importante de nuestro país, donde compartió su experiencia paso a paso en tres posteos que recibieron 75 mil visitas.
Cuando lo entrevisté para mi programa de radio, Maxi dejó en claro que no se consideraba dueño de ningún talento especial para construir una impresora 3D con sus manos, pero sí, dijo, es metódico y, sobre todo, curioso.
Como Jack Andraka, un adolescente de 15 años que creó un método para diagnosticar tempranamente el cáncer de páncreas, a un costo accesible para todos. ¿Cómo lo hizo? Investigando papers de libre acceso que habían sido subidos a la Web por médicos y que, de otra manera, no hubiera podido pagar. Hoy su método está en desarrollo y se estima que recién en 2022 estará disponible.
Los casos de Maximiliano Abiuso y Jack Andraka son el mejor ejemplo de que la democratización de la información no sólo es útil, sino necesaria para romper con la histórica barrera económica que separaba a los que podían adquirir -comprar- conocimientos, de los que no contaban con los medios para hacerlo. Y si crecimos con la idea de que nuestra formación dependía de dos escuelas, la académica y la de la calle, ya podríamos pensar en la existencia de una tercera: la del conocimiento compartido en la red. Hoy cualquiera con ganas y paciencia puede construir una impresora 3D a bajo costo, pero también aprender a encender el fuego para el asado, tocar la guitarra o bailar moonwalking como Michael Jackson con sólo acceder a alguno de los infinitos tutoriales que conviven a un clic de Google.
"The Internet's Own Boy" es un documental que narra la vida de Aaron Swartz, el joven prodigio de la era digital que decidió abandonar su destino de peso pesado en Silicon Valley para volcarse al hacktivismo y luchar por la libre circulación de datos en pos de una verdadera democratización de Internet. Si bien la vida -y muerte- de Swartz son de público conocimiento, voy a detenerme aquí y no voy contar nada más.
Pero lo recomiendo de corazón (lo encuentran en Netflix), con la certeza de que es un documental que ayuda a pensar y a entender el momento en el que vivimos. Saber más comienza a depender sólo de nosotros y de nuestras inquietudes. Compartir lo que aprendimos e incorporar la sabiduría de otro, sea mucha o poca, mata la ignorancia y nos hace fuertes ante cualquiera, sea un gobierno, una empresa o nuestro jefe en el trabajo. Pocas cosas son más lindas que aprender algo nuevo. Háganlo, no cuesta nada. Duden de todo y busquen diferentes respuestas. Yo lo hago todo el tiempo. A veces aprendo y a veces no, obviamente. Pero si hay algo que tengo bien claro es que vivimos en una época maravillosa para ser curiosos.