Guía útil para aprender a conducir

Confianza, práctica y estudio. Son las tres condiciones necesarias para lanzarse a las calles al mando de un automóvil. Nunca es tarde para aprender y, una vez que se toma la decisión, sólo es cuestión de tiempo y responsabilidad. Estos son algunos consejos básicos que serán de utilidad en el punto de partida.

• La posición del conductor. La espalda debe estar bien pegada al respaldo y los brazos estirados con las manos apoyadas en la parte superior del volante, a la altura de las "tres menos cuarto". Las piernas deben quedar flexionadas en un ángulo que les permita alcanzar los pedales. Antes de salir, hay que chequear la orientación de los tres espejos retrovisores y abrocharse el cinturón de seguridad.
• Ojo de halcón. La vista debe ir atenta a posibles frenadas, congestiones del tráfico y a la incorporación repentina de otros conductores. La hora de la caída del sol suele ser muy engañosa para los ojos, por eso es el momento de agudizar la atención. Si se necesitan anteojos, nunca hay que salir a la calle sin ellos, aunque su graduación sea mínima.
• El arte de frenar. Todos los autos ya llevan ABS (sistema antibloqueo) y eso simplifica la cuestión porque con las ruedas bloqueadas el coche no tiene dirección. Por lo tanto, el ABS impide que las ruedas delanteras se bloqueen aunque la frenada sea brusca y fuerte. De este modo, frenar para estacionar o en un semáforo es muy fácil.
• Instante fatal. Los accidentes más graves, en general, son evitables y ocurren por distracciones o excesos de confianza. Por eso, no hay que manipular en marcha ningún tipo de dispositivo, incluido el gps, que siempre debe ser programado antes de salir.

• Tomar distancia. Hay dos variables a tener en cuenta para definir la distancia entre dos autos en movimiento: una es la velocidad y la otra es el clima. A 50 km. por hora sobre una calzada seca, la distancia segura es de 25 metros. A medida que aumenta la velocidad y disminuye la adhesión a la calzada o la visibilidad, los metros también aumentan.
• Curvas peligrosas. Antes de entrar en una curva hay que tener el trabajo hecho. Primero se frena -siempre con el auto recto- y después se reduce la velocidad. A continuación se gira, con las dos manos en el volante. En toda curva hay que imaginar un punto de entrada para iniciar el giro, un punto ideal de contacto en el interior de la curva y una zona para empezar a acelerar a la salida, mientras deshacemos el giro del volante.
• Altas llantas. Más del 60% de los accidentes que se producen por fallos mecánicos se deben al mal estado de los neumáticos. Son el único punto de contacto entre el auto y el asfalto y través de ellos se transmite la potencia del motor y también la potencia de frenado. Además, participan en la suspensión y dirección del vehículo, liberan calor de los frenos y el dibujo tiene que ser capaz de evacuar el agua que se acumula entre neumático y asfalto cuando llueve.

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