La terrateniente británica, con una férrea historia de amor, que fue considerada la primera influencer de viajes

La historia de la humanidad está repleta de grandes personalidades con vidas que inspiraron a millones de personas alrededor del mundo: Anne Lister es, sin lugar a dudas, una de ellas

Cuando pensamos en la frase: “La historia la escriben los ganadores”, no solo deberíamos imaginar las conquistas territoriales, las guerras y los conflictos políticos, sino también áreas de la sociedad y sucesos históricos en los cuales las mayorías desdibujan e invisibilizan a las minorías. Solo entendiendo esto es que podemos ponerle un gran valor al movimiento de reparación y revalorización que empezó a suceder en los últimos años y que está dando voz a aquellas figuras que marcaron hitos.

La figura de Anne Lister, gran influencer de viajes de su época y considerada la “primera lesbiana moderna” no quedó fuera del revisionismo y rescate que llegó a las pantallas de televisión. Nacida en 1791 en Halifax, fue en 1815 que Anne se muda a la casa de sus tíos en West Yorkshire para empezar a vivir junto a ellos. Con un gran espíritu emprendedor y muchísimas ambiciones, no solo rompió con la clásica educación de las mujeres en su época, sino que además propuso reformas y nuevas maneras de administrar la finca de su tío. Finca de la que se volvió la única propietaria en 1836, tras la muerte de su padre y de su tía.

Vistiéndose de negro riguroso (algo que era habitual en los caballeros de la época) y con prendas tradicionalmente consideradas masculinas, en su círculo se la conocía como Gentleman Jack (de ahí, el nombre de la serie que se estrenó en Max). Una imagen que era potenciada con sus trabajos, ya que Anne se dedicaba a negocios en su mayoría manejados por hombres: además de la finca, administraba sus propiedades en la ciudad y tenía acciones en la industria del ferrocarril, en la industria minera y en las canteras de piedra.

Anne Lister: viajera empedernida y empresaria

Lo que la convierte en una de las primeras influencers de viajes es que invertía todas sus ganancias a la literatura y a viajar por el mundo. Con París como una de las ciudades que más visitó (y en donde también tenía una serie de amantes), Anne no se detuvo ahí y conoció Bélgica, Suiza, España, Países Bajos, Dinamarca y hasta Rusia. Disfrutando de viajes que duraban un par de meses cada vez, Anne escribía sobre sus experiencias y aprendizajes en cada uno de estos destinos.

Anne Lister falleció a los 49 años mientras se encontraba en un viaje junto a Ann Walker, su compañera, en Koutais (ahora Kutaisi en Georgia). Fue allí que —según sus propios diarios— un extraño insecto la picó y contrajo fiebre. Walker decidió embalsamar el cuerpo de la terrateniente para llevarlo de regreso a Inglaterra y enterrarlo en West Yorkshire.

Los grandes amores de Anne Lister

La razón por la cual se conocen tantos detalles de la vida privada de la terrateniente británica es porque, desde los 15 años, escribió diarios íntimos y hasta contrató un estilo de biógrafo para que fuera llevando registro de los hechos más importantes de su vida. Regalándonos una fotografía esencial sobre el día a día de las mujeres de la época, la oposición de los terratenientes a la industrialización y cómo la sociedad del momento se manejaba en aspectos sociales, económicos y políticos, es a partir de sus escritos que también tenemos un profundo conocimiento sobre su vida amorosa (un dato curioso alrededor de estos diarios es que muchos estuvieron escritos en un código secreto que mezclaba los varios idiomas que Anne Lister hablaba. Fueron decodificados recién en 1930).

El primer gran amor de Lister fue su compañera de colegio Eliza Raine, hija ilegítima de un reconocido cirujano del momento, con quien compartió habitación por unos dos años. Si bien tenían planes de vivir juntas una vez terminada la escuela, los constantes amoríos y romances de Anne hicieron que esa relación se frustrara y —de hecho— Eliza terminó internada en un asilo psiquiátrico. Otro de sus grandes amores fue Mariana Lawton con quien mantuvo una relación por unos 20 años, incluida la época en que Mariana estuvo casada con un hombre y solo se separaron una vez que Anne se casó por Iglesia con quien fue el gran amor de su vida: Ann Walker.

Anne y Ann eran parte del mismo círculo social y vecinas desde 1815, pero recién en 1832 Lister empezó a cortejar a la reciente heredera, quién había recibido parte de los bienes de su hermano después de que falleciera de manera repentina durante su luna de miel. Arrancando una apasionada relación sexosentimental, en 1834 decidieron contraer matrimonio en una iglesia británica que —aunque la unión no tenía sustento legal— hoy se la considera el primer matrimonio homosexual de Inglaterra. Viviendo juntas en Shibden Hall, Walker se convirtió en la compañera de viaje de Lister y estuvieron juntas hasta el día de su muerte.

Gentleman Jack: la serie sobre la vida de Anne Lister

Presentada como un drama histórico, en 2019 se estrenó Gentleman Jack. Producida por la BBC y distribuida por HBO (ahora, Max), esta serie fue un éxito absoluto entre los amantes del género debido a su altísimo nivel de detalles en la reconstrucción histórica, la excelencia del guion y las sorprendentes actuaciones de Suranne Jones (Anne Lister) y Sophie Rundle (Ann Walker). Con tan solo dos temporadas de ocho episodios cada una, la ficción narra la vida de la terrateniente: desde sus negocios hasta su amor por viajar, para profundizar en su vida romántica y los grandes amores que vivió. Escrita, dirigida y producida por Sally Wainwright (para este proyecto recibió una beca de Wellcome Trust), el dato de color que pocos saben es que en realidad se basó en el libro La fortuna femenina: tierra, género y autoridad (Female Fortune: Land, Gender and Authority) de Jill Liddington (1988) para crear la serie.

LA NACION

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