Una posada de campo uruguaya con fábrica artesanal de quesos donde la experiencia de campo está orientada a la producción y degustación de quesos.
No por nada a La Vigna la llaman los amigos de Agustín Battellini y Lucila Providente El Arca de Noé: quien se sube al estilo de vida que allí proponen se salva, dicen. La anécdota la repite Agustín, que gestó el proyecto con Lucila cuando tenían poco más de veinte años, atravesaron desde Buenos Aires el Río de la Plata hacia Colonia Valdense, compraron una bodega de 1880 perteneciente a una familia de inmigrantes piamonteses, restauraron la casona y abrieron allí una posada de campo. La antigua bodega se volvió un pub, brotaron talleres de arte y crearon, mucho más de lo que habían imaginado. "Teníamos el sueño de ser granjeros, donde fuera", cuentan, y dicen que ya de novios y mochileando por el mundo, terminaban visitando chacras con inmobiliarias. Y en este rincón de tierra colorida labrada por italianos, charrúas y suizos, lo lograron. Arquitecto especializado en restauración él y dedicado a la arquitectura bioclimática, psicóloga ella, eligieron una vida de campo alejada de la ciudad.
Dejaron el proyecto en stand-by por unos años entre 2012 y 2017 cuando alquilaron la casa a unos franceses y en que dice Luli, tomaron distancia de lo que crearon y rumbearon a Europa. "Visto desde lejos, decidimos que este era nuestro lugar", asegura. Y volvieron.
Casi 20 años después siguen siendo fanáticos de la naturaleza y la ecología, y son fervientes defensores de la alimentación sana y slow, de la autosustentabilidad y de la producción orgánica. Trabajan sus tierras sin utilizar productos químicos y cultivan sus alimentos respetando el ciclo biológico y el medio ambiente. Todo aquello lo vive el huésped cuando los visita en la posada: come de la huerta orgánica, desayuna casero con huevos de pata, gallina, codorniz y gansa, y se sube al menos por un rato, a una vida que respeta el medio ambiente en cada una de sus 40 hectáreas. En La Vigna ecolifestyle siente uno que tiene su propia casa de campo.
Divinamente restaurada, la casona renacentista italiana tiene tres habitaciones que dan a la galería decoradas con objetos reciclados, recibidos, regalados. Objetos que fueron queridos por alguien y que Luli y Agustín transforman, reubican y a los que les encuentran un nuevo sentido. Lecheras antiguas de latón cuelgan de las paredes de una habitación, antiguos triciclos de otra, viejos cajones de recolección de uvas arman superpuestos una preciosa y rústica biblioteca. Los objetos repletos de historia conviven en armonía con detalles modernos que incorporan confort.
Hay otra habitación, bien grande, a la que llaman la Grange: está en el ex granero que sirvió para almacenar granos en un momento, hizo de almacén de campo en otro, o sirvió para guardar también fardos de alfalfa y atados de vellón de lana. Espacios que en La Vigna mutan según la necesidad, pues devino luego en taller de arte y finalmente en habitación. Cerca de ésta, la Opium Suite es la que se estrenó más recientemente. En el granero funciona también La Vigna Granero Boutique, un espacio donde se ofrecen prendas y artículos que cuidan el medio ambiente, respetan la cultura ecológica, la moda sustentable y el comercio justo. Ruanas, pies de cama, ponchos, lana hilada a mano con ruecas y tinturas naturales son elaborados por un grupo de mujeres tejedoras de la zona que reciben de La Vigna los bolsones de vellón y con el tiempo, han recuperado un oficio en desuso.
Las cenas pueden hacerse en lo que antiguamente era la bodega, un lugar cálido donde pasarse horas en conversación disfrutando de una picada de quesos. Un detalle: dos viejos tanques de fermentación se han reciclado para convertirse en baños.
De la viña original a los nuevos dueños les quedó solo el nombre: eran jóvenes e inexpertos y decidieron levantar los viñedos ancestrales con la esperanza de armar viñas nuevas más tarde. Eso quedó en intención. En cambio probaron a pequeña escala animales y se dedicaron finalmente, primero como hobby luego como negocio, a la producción de quesos orgánicos en su quesería boutique artesanal que son hoy furor entre los mejores chefs del país. Primero oveja- fueron los primerísimos, nadie lo hacía- luego cabra y también vaca, fueron explorando la producción con distintos tipos de leche del propio tambo.
"Mis ancestros vienen de una zona de producción de queso de oveja al lado de la Toscana, y nosotros estamos en el paraíso de las ovejas uruguayo", cuenta Agustín que pensó cuando decidió probar con este tipo de queso. "Fue un trabajo de prueba y error porque no había nadie a quién preguntar que lo hiciera acá", dice el actual cheesemonger. De arquitecto que pasaba ratos elaborando quesos, Agustín pasó a ser hoy maestro quesero que sabe de maridajes, preparaciones y maduraciones.
De a poco surgieron el pecorino 100% leche de oveja, la ricotta prensada de oveja y luego exploraron el queso feta, para el cual debieron incorporar cabras y así lograr el mejor queso feta de mezcla, uno de sus productos estrella. Con las cabras surgieron por ejemplo, los quesos quark y kéfir, y en la búsqueda constante de nuevos quesos y nuevos productos les pareció interesante elaborar quesos de tres leches. Llegaron entonces las vacas jersey, dice Agustín, "su última aventura".
En La Vigna el protagonista es el animal, inserto en un esquema de pastoreo racional llamado voisin (PRV) que consiste en llevar a los animales cada día a diferentes potreros: el campo está dividido en 65 mini potreros o melgas donde pastorean los animales. Esto cuida mucho las praderas al no hacer sobrepastoreo, que además de ser todo orgánico, no se siembran cada año.
Con todas las energías puestas en el tema de los quesos, en La Vigna abrieron talleres de queso artesanal de los que puede participar el huésped. En un fin de semana se puede meter manos en la masa y aprender a hacer dos o tres tipos de queso en el tambo. Además de la cheese experience, hay degustaciones de quesos guiadas o cheese tours más completos, con visitas a distintas queserías de la zona que terminan en La Vigna.
La Vigna Ecolifestyle . Ruta 51, km 120. Colonia Valdense, Uruguay. T: (+598) 4558-9234/ (+598) 99 478 717. La doble a partir de u$s 110.
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