Este verano, cambia la pasión sanguínea del asado por la sutileza del pescado. Opciones para principiantes e inciados que se animan a poner un poco de mar en sus platos.
Por Cecilia Acuña
Fotos: Nicolás Janowski
Olvidate del filet de merluza y este verano ocupate de educar tu paladar con el abc de las delicias marítimas. Extendé tus placeres gastronómicos hacia las orillas de mares, ríos y también lagos. Dejate conquistar por los aromas de puerto y abandoná esos preconceptos infantiles que no te permiten disfrutar de un gran plato de pulpo a la española, por ejemplo. Te diseñamos el mejor de los caminos para explorar los dominios del pescado y dejarte seducir por el canto de las sirenas durante la temporada estival.
Clasico español: Restaurante Vasco Francés
La atmósfera palaciega de los techos altos, las cortinas rojas y las sofisticadas arañas contrasta con el bullicio reinante y el aroma a comida que se impregna en cada rincón de los dos salones que componen al restaurante del club social Vasco Francés. Aunque la carta propone un menú de mar y de montaña, acá, claramente, el costado marítimo es protagonista y eclipsa a cualquier otro paisaje de la naturaleza. Los mozos prácticos, amables y siempre atentos a dar sugerencias, circulan entre las mesas de este primer piso desde el que recomendamos no perderse las gambas al ajillo: bien carnosas y con un sabor típico de la comida vasca (ajo por mil). Se pueden pedir fritas, a la milanesa o a la plancha. El plato, para compartir, cuesta $ 75. Los chopitos, de entrada, son una verdadera fiesta: calamares pequeñitos rellenos con sus propios tentáculos y salteados a la plancha con cebollitas $ 66. El resto de los platos resultan una verdadera gozada: el pulpo a la gallega $ 180, los cachetes de abadejo a la vizcaína $ 53 y, claramente, la paella, que viene servida en pequeñas ollitas calientes ideales para raspar el fondo con el arroz pegado. Los arroces merecen un apartado especial con sus atractivas variedades: el negro vasco francés (con tinta de calamar, vieiras y langostinos, $ 135) y el especial (con centolla, langostinos, setas y crema, $ 160). Todos los pescados pueden pedirse con un surtido de salsas.
Moreno 1370, Montserrat | Tel: 4381-5415
En clave peruana: Primavera Trujillana
Uno de los restaurantes peruanos preferidos es también uno de los mejores a la hora de ofrecer platos elaborados a base de pescados y mariscos de calidad. Martha Ríos, con más de 25 años de experiencia en cocina tradicional peruana, se encarga de la estrella del lugar que es, por supuesto, la comida. El lugar es sencillo y alegre a la vez. Conquista por lo honesto en la decoración, por la amabilidad de sus mozos y por el sabor delicioso de cada uno de los platos. Si la idea es hacer un recorrido marítimo por el paladar, te sugerimos pedir el hit de la casa: camarones al ajillo —según el día, pueden ser langostinos—, que vienen con morrón, ajo en crema de achacote y arroz. Todos los principales cuestan $ 50 y se pueden servir con distintas intensidades de picante según la tolerancia del comensal. Otra especialidad para sumar en tu lista de opciones es el ceviche mixto, es decir, pescado y mariscos cocidos al limón con cilantro, especias varias y cebolla colorada.
Franklin D. Roosevelt 1627, Belgrano | Tel: 4706-1218
Sabor portuario: Don José
Con una estética nostálgica de puertos y pescadores sabios, la marisquería Don José se destaca como uno de los mejores lugares para comer delicias marinas de Zona Norte. El trato es acogedor y el ambiente alborotado. Los mariscos, por supuesto, son los protagonistas de la carta. La llamada "Fritanga" augura una comida memorable con langostinos, rabas, cornalitos y calamaretes. Si superás semejante entrada, entonces, estás listo para sumergirte en las profundidades de una cazuela de mariscos y moluscos (que cuesta $ 90 y alcanza hasta para tres personas). Una opción para los menos atrevidos son las pastas caseras con salsas de mariscos, como, por ejemplo, los escandalosos tallarines al bocco ($ 78, para compartir). Conviene reservar con tiempo porque el lugar es chiquito y se llena enseguida.
Avenida Alvear 423, Martínez | Tel: 4798-4860
De pelicula: Nemo
Un local pequeño en Palermo donde el salmón nunca falla. El espacio cumple con todas las reglas de la comodidad exigida por un comensal medio, pero tampoco destella en términos "cancheros", quizás, porque no lo necesita. Acá la estrella es el pescado bien fresco. Daniel Cid, dueño del lugar, asegura que cuando el producto se encuentra en condiciones óptimas se cocina en un punto medio para disfrutar de todos los sabores, jugoso y rosado en el centro, sin temor a aromas desagradables. Si querés hacer un paseo completo por el mundo de la pesca, entonces, podés elegir entre el tapeo de mar o el tableo de pescado. El primero viene con 14 platitos de mejillones, langostinos, camarones, brótola y otras opciones que no se repiten. Mejor, para compartir $145. Si vas "a por" el segundo, te vas a encontrar con 700 gramos de pescado surtido que propone como constante el salmón y las especialidades del día: abadejo, lenguado, corbina, mero y pacú del río, entre otros $150. El arroz, las papas a la plancha y distintas terrinas acompañan el desfile acuático. Nemo no ofrece pescado frito de ninguna clase ni tampoco excesos de condimentos, sino que, el foco está puesto en los sabores esenciales. Atención con el pulpo, siempre bien preparado, servido con papas al natural, sin trozar y con los tentáculos enteros, $ 89 el plato.
Cabello 3672, Palermo | Tel: 4802-5308
La pesca esencial: Sólo Pescado
Un nombre que no deja lugar a dudas sobre qué buscar en este local, a excepción de que seas un aficionado al análisis del discurso e intentes encontrar nuevas interpretaciones donde no las hay. Porque este es el caso: acá no hay otra cosa que pescado para todos los gustos y necesidades. Podés sentarte en una de las mesas del restaurante a comer sin tener que lavar los platos, podés llevarte algo hecho a casa y también tenés la opción de elegir el pescado fresco que prefieras para cocinar a tu gusto. Esto es como un tres en uno: pescadería + rotisería + restaurante. Por eso, al entrar, te vas a encontrar con unas heladeras gigantes que mantienen en condiciones la materia prima protagonista del lugar. A continuación, la caja y al fondo, las mesas para los comensales. Las especialidades de la casa: desde merluza, pasando por langostinos, trucha del sur, pejerrey, salmón, abadejo y cornalitos hasta paellas, ceviches y gambas al ajillo. En síntesis, todos los platos marítimos en sus correspondientes versiones porteñas, italianas y españolas. Por eso, lo mejor, para evitar confusiones, es acercarse al mostrador y preguntar por la pesca del día para que el cocinero, siempre sincero y honesto, recomiende cocciones y guarniciones. Con $ 50 comés más que bien.
Anchorena 533, Abasto | Tel: 4861-0997
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