Dicen que "el que mucho abarca, poco aprieta", pero Mario Guerci (38) se esfuerza por torcer el dicho y sacar lo mejor de cada una de las actividades a las que se dedica. "Hace muchos años que soy modelo y actor y es lógico que me conozcan por eso, pero el reconocimiento como abogado es lindo también porque me siento orgulloso por tantos años de estudio y esfuerzo. En materia jurídica, mi estudio está relacionado con la representación de modelos, actores, cantantes y deportistas, y eso tiene que ver con mis otras profesiones. Con mi familia tenemos una empresa de refrigeración y aires acondicionados y voy camino a lanzar una marca de ropa, un vino y un canal de moda", asegura el rosarino.
–Te tocó interpretar a Jorge Taiana, el novio de Claudia Villafañe, en la serie de Maradona…
–Conocí a Claudia en el 130° aniversario del Teatro Seminari de Escobar, el año pasado, y se sorprendió cuando se enteró de que yo iba a interpretar a Jorge. Me acuerdo que estábamos con un grupo de amigos tomando una copa de vino y dijimos que sería lindo tener una foto con ella para postear cuando saliera la serie. Nos acercamos y le pedimos la foto. Ahí Claudia pegó un grito en el cielo: "¿Cómo que Jorge va a estar en la serie?". Nos contó un poco sobre los reclamos judiciales que estaban en curso por su disconformidad con ciertos contenidos. Fue muy amable y educada conmigo. Es lógico que la serie genere tanta expectativa porque Maradona siempre da que hablar.
–¿Sentís que tenés que rendir el doble como actor por ser modelo?
–La mirada prejuiciosa la sentí infinidad de veces. Pero como yo estudié mucho y estoy seguro de lo que hago, los prejuicios no hacen más que fortalecerme. Este año me llamaron para audicionar para la serie de Luis Miguel, pero no hice el casting porque si me elegían, me tenía que ir a México y no quiero pasar tanto tiempo sin mi hijo.
–¿Cómo vivís este presente en televisión con más popularidad?
–Con mucha alegría. Es lindo que me reconozcan desde los chicos que veían la tira de Nickelodeon Heidi, bienvenida a casa, los que eran amantes de Corte y confecciónhasta el taxista que me ve en el programa de Guido Kaczka. Que te digan cosas lindas no tiene precio.
–¿Cómo te llevás con los piropos? ¿Y con las críticas?
–Los piropos son recibidos con agradecimiento, pero trato de no "engolosinarme". Y también les presto mucha atención a las críticas, pero casi el ciento por ciento me tira comentarios buena onda y eso que en las redes sociales es moneda corriente "bardear" porque sí.
–¿Saldrías con una seguidora de Instagram?
–Sí, no me cierro a nada en la vida. En todo caso, la pregunta sería: "¿Por qué no saldría con una seguidora de Instagram?".
"Creen que porque trabajo con mi imagen estoy a la venta"
–¿Cuánto hace que estás solo?
–Un año y medio. Soy enamoradizo y gran parte de mi vida estuve en pareja, pero hoy estoy bien solo. Me cuesta estar picoteando porque les pongo el alma a las relaciones y si me quedo sólo con un touch and go, siento un gran vacío.
–¿Tendrías un perfil en tinder?
–¡Por supuesto que sí! No tiene nada de malo y en un punto simplifica la cosa. Pero la verdad es que soy bastante chapado a la antigua en algunas cosas y me gusta más conocer a alguien cara a cara.
–¿Qué tiene que tener una mujer para conquistarte?
–Que sea buena persona en todos los ámbitos de la vida. A veces conocés a alguien que es divina con vos, pero cuando ves cómo le habla a un mozo o a la cajera del supermercado, por ejemplo, decís: "Mmm, esta piba es una farsa".
–¿Alguna vez te ofrecieron dinero o un regalo a cambio de sexo o para conseguir un trabajo?
–Muchas veces me ofrecieron dinero y me lo siguen ofreciendo hasta hoy. Creen que porque trabajo con mi imagen estoy a la venta y me hacen ofertas desubicadas. Si alguien se pasa de vivo, uso mi mejor herramienta: la sonrisa. Y con la mejor onda, le digo: "Gracias, pero no me interesa". Después si la persona no entiende por las buenas, que no me quiera conocer enojado. Me acuerdo que un booker de una conocida agencia con la cual comencé a trabajar en Buenos Aires intentó hacer una jugada sexual de mal gusto en el colectivo cuando me acompañaba en mi primer viaje desde Rosario. Un disparate de desubicado. Le expliqué que mi búsqueda no era esa y se disculpó, pero era una persona que incansablemente hacía ese tipo de jugadas con todos los modelos hombres. Luego se abrió una agencia propia muy exitosa internacionalmente.
–Tu trabajo de modelo hace que tengas que verte bien, ¿cómo te cuidás?
–Siempre me gustó ser natural y desde que pegué el estirón soy así. En mi adolescencia me hacían bullying porque era rubio, muy alto y de ojos celestes, y me apodaban Xuxa. Incluso en las fiestas de 15, me hacían una ronda para que yo bailara en el medio con alguna canción de ella. Zafé porque entendí que si yo me reía de mí mismo haciendo eso, no me afectaba y perdía la gracia en los demás. Nunca me cuidé demasiado, tampoco solía usar cremas ni protector solar. Hoy tomé más conciencia. No hago dietas, practico muchos deportes y trato que sean variados para no aburrirme. Me gusta el atletismo, el ciclismo, la natación, las artes marciales, el polo, el snowboard, el surf… Casi todo tiene que ver con un entorno de aire libre y naturaleza.
"Con aciertos y errores soy un padre presente"
–¿Cómo te definirías en tu rol de padre?
–Siempre le digo a Mirko que es afortunado de tenerme casi a diario y poder jugar y compartir cosas conmigo porque en mi niñez, mi viejo laburaba todo el día y lo veía recién un rato a la noche. Con aciertos y errores, soy un padre presente. Trato de contenerlo, darle tiempo en cantidad y calidad, enseñarle cosas y también aprender de él.
–Te separaste de Sol, la mamá de Mirko, cuando él era muy chico. ¿Lo viviste como un fracaso?
–Al principio me costó bastante el tema, imaginate que mis viejos siguen juntos hasta el día de hoy. Separarme no fue fácil y mucho menos con un hijo, pero cuando las cosas no funcionan, lo importante es darse cuenta a tiempo y no forzar nada. Fracasar sería seguir en un vínculo que no te hace feliz.
–¿Hubo un hecho puntual que hizo que te alejaras del deporte profesional?
–Yo entrenaba para alto rendimiento y era parte del equipo nacional de salto en alto y fueron varios los motivos por los que me alejé. Tuve muchos desgarros producto de un cansancio extremo porque me iba dos días a la semana a Rosario para seguir cursando Abogacía, volvía a Buenos Aires, entrenaba doble turno en el CENARD, laburaba de modelo… Mi cuerpo dijo basta. Tengo hermosos recuerdos de esa época e hice muchos amigos. Representar a mi país era una sensación inexplicable
–¿Cómo y dónde te imaginás dentro de veinte años?
–Ojalá me encuentre siendo más sabio, habiendo aprendido de los errores y con algún trabajo vinculado con algunas de mis pasiones o mis hobbies, como los caballos y el ciclismo. También me encantaría ser un abuelo joven.