
Risoterapia
Técnicas y talleres para recuperar la risa perdida
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La risa espontánea libera endorfinas y genera una sensación de placer que no solo mejora el estado de ánimo de quien la produce, sino que contagia a los que están a su alrededor. Es sinónimo de salud y de disfrute, pero a medida que crecemos, son menos los momentos en los que realmente reímos con ganas, esas que nos sacan hasta las lágrimas y, al finalizar, nos hacen preguntar de qué nos estábamos riendo. Sin embargo, es posible recuperarla a través de distintas actividades lúdicas propuestas en los talleres de risoterapia, sin importar la edad.
"Es una herramienta terapéutica de crecimiento personal que fomenta, a través de la práctica de la risa fingida, el surgimiento de la risa franca, natural, espontánea, la que sale de nuestro interior", explica Jordi Suriñach González, risoterapeuta catalán y fundador de SaiKavi Salud y Calidad de Vida. Dos veces al año viaja a Buenos Aires para dictar seminarios que accionan la actitud positiva. En sus reuniones, que duran dos horas, utiliza técnicas de teatro, clown, expresión corporal, y promueve la interacción entre los participantes para trabajar sobre la autoestima y los sentimientos como la vergüenza, la timidez o el miedo escénico. "Es una actividad energética que elimina toda la negatividad, trabajando con la positividad. La risa es sanadora, es saludable e incluso ayuda a prevenir el estrés, la angustia y la depresión", afirma Jordi. La receta ideal es provocar la risa, al menos, tres veces al día: al levantarse para motivar, después de almorzar para ayudar a la digestión y después de cenar para dormir mejor. La sonrisa y el abrazo son buenos complementos.
Más datos: www.saikavi.es , jsuri@saikavi.com






