¿Rosados, pink o rosé?

Los rosados están de moda. Y como sucede con los colores, ponerse de acuerdo sobre el matiz conlleva un alto grado de sofisticación, que atrapa al bebedor: los hay casi rojos, cereza pintón, fucsia chillón, rosado acuarela y cachete de bebé o toda una gama de cobrizos que enlazan la piel de cebolla y el salmón. Casi todos elaborados a base de malbec. Ésa es la gracia.

Ésa, y el hecho nada menor de que estos vinos no sólo se definen por el color, sino también por el uso. Mientras que hace cosa de una década un rosado no era ni chicha ni limonada en la góndola, hoy tiene lugar específico en las cartas de restaurantes y en las fraperas de los bares que estrenan la primavera.

Es que el consumidor ahora entiende para qué sirven. Están quienes lo beben como aperitivo refrescante al caer la tarde, los que lo eligen para alguna ensalada o sushi y quienes lo usan como reemplazo de un cocktail. Igualito –hay que decirlo– a como funcionan los rosados de la Provence, en el sur de Francia, o los de Salento, en Italia. De hecho, hoy representan una de las tendencias más interesantes en materia de vinos, por la diversidad y amabilidad que ofrecen de cara al consumidor.

Salvo los muy pálidos o los muy subidos de tono, es difícil guiarse por el color a la hora de imaginar el estilo. Mientras que los etéreos son puro aroma frutal y frescura, como un vino blanco, y los muy oscuros resultan frutales y con boca amplia más tirando al pinot, el resto pivota entre esos extremos.

Así las cosas, entre los ligeritos piel de bebé, buenos ejemplos de expresión y frescura, son Vuelá Pinot Gris (2017, $ 225), Nieto Senetiner Believe in Rosé (2017, 210), Trumpeter Malbec (2017, 260), Luigi Bosca A Rosé is a Rosé, a Rosé Malbec (2017, 330) y Susana Balbo Signature Malbec (2016, 629). De la piel de cebolla al rosé salmón, Alfredo Roca Nuri (2016, 390), que viene en botella de perfume, Domaine Bousquet (2017, 165), Familia Gascón Rosé Malbec (2017, 150), Kaiken Malbec (2017, 180) y Andeluna 1300 Malbec (2017, 245). Y un caso extremo, porque es casi un tinto aunque bien amerita el título de rosado, El Esteco Old Vine Criolla (2017, 475).