Entramos en la mejor época para los amantes del trail y las carreras en etapas. Cuando leas esto quizás falten escasos días para El Cruce de los Andes Columbia, y esté cerca el Osde Cruce Tandilia & La Vertical, carreras que abren el calendario oficial de aventura desde hace 10 años. En febrero se viene 4 Refugios; en marzo, El Origen, y luego, el esperadísimo Raid de los Andes.
Sobran las propuestas tentadoras y las carreras en etapas tienen un encanto especial, pero también hay que tenerles respeto. Y prestar mucha atención a lo que se hace, no solo con las zapatillas puestas.
Dicen que lo que diferencia a los aficionados de los "pro" es cómo se comportan cuando no corren. Basta dar una mirada en los camps del Cruce (o de cualquier after running) para distinguir a los que se conforman con llegar de los que fueron a pelear la punta. El corredor que va para pasarla bien y no se preocupa por su posición en la tabla de clasificaciones, en general, se relaja más. La comida también dice mucho del amateur: después de un esfuerzo grande, casi siempre se premia con calorías que superan el gasto energético de lo realizado, y hasta quizás se tome algunas cervezas. Tampoco se hace mucho problema si es tarde y está despierto: quiere disfrutar a pleno de la experiencia y sigue de charla y risas con los compañeros del team, o con los nuevos amigos que conoció en el viaje, aunque al otro día haya que madrugar para correr de nuevo.
Muy distinto es el panorama del atleta de elite: ¿sociales? Lo justo y necesario, y siempre en "modo ahorro de energía". De la carrera derecho al río o al lago helado para revivir las piernas, o al trotecito regenerativo y elongación. Buena hidratación (agua y bebida deportiva, quizás algún preparado especial con sales), comida sana en raciones suficientes sin exagerar, y a dormir temprano, con todo listo para el otro día.
En estas competencias suele haber menos de 12 horas para descansar entre una etapa y la otra. Por eso, es clave hacer uso ¡y abuso! de todo lo que tengamos a nuestro alcance para acelerar los procesos de recuperación.Esas pocas horas que tenemos desde que se cruza el arco de llegada hasta volver a calzarse las zapatillas para largar de nuevo hay que aprovecharlas al máximo y regenerar. Aliviar los músculos castigados.
¿Cómo? Van algunas ideas:
- Después de correr el primer día, un regenerativo será clave. Trotecito, caminata, o algo de bici que afloje los músculos. Aunque estés cansado por todo lo que ya corriste, no dejes de hacerlo. Te sacará la rigidez de las piernas y ayudará a largar más suelto al día siguiente.
- Elongar mucho. Parece obvio, pero no todos lo hacemos siempre. Que estamos cansados, que nos olvidamos, que el apuro. Y nos salteamos algo vital. Dedicá el mayor tiempo que puedas a estirar cada músculo, sostené cada posición un buen rato y repetí dos veces por lado.
- Hacete masajes. Suele haber carpas y/o camillas para eso en el sector de llegada. Y, si no, pedile a alguien que te ayude (casi siempre tenemos algún amigo o conocido que, sin ser profesional, se las rebusca).
- Baños fríos para las piernas y lumbares cansadas. A veces, hay piletones con agua con hielo que provee la misma organización para sumergirse a resucitar los miembros inferiores. O tenemos la dicha de contar con un río o un lago helado cerca. Colmate de valor y metete. Vas a sufrir un poquito al principio, pero funciona. Será casi como comprarte un par de piernas nuevas. También podés hacerlo en tu casa o en el hotel en una bañadera con hielo. Quedate mínimo 10 minutos con las piernas estiradas y el agua hasta el ombligo en lo posible, así aliviás también la cintura.
- Si tenés alguna inflamación puntual o molestia, ponete hielo en la zona, y algún desinflamatorio. ¡Pero, ojo! Si el dolor es intenso quizás sea mejor no largar al otro día. Una alerta no atendida puede derivar en una lesión grave. Y carreras hay muchas. Cuerpo, uno solo.
- Hidratate alevosamente. Con agua, bebidas isotónicas, jugos, infusiones. Nada de alcohol. El alcohol tiene un efecto diurético que propicia la deshidratación. Si tomás moderadamente (una media cervecita, por ejemplo), quizás te puede ayudar a descansar mejor. Pero si te pasás, al otro día la vas a pagar transpirando de más con la consiguiente merma del rendimiento que eso implica.
- Moderate en la comida. En situación competencia, es más habitual comer de más que de menos. Recordá que hay que estar bien alimentado, pero liviano. Elegí lo simple: hidratos poco elaborados, nada de grasas ni cosas pesadas, ni alcohol ni picantes. Algo de proteínas, frutas. Nunca algo nuevo que no sepas cómo te va a caer. Tené presente que el festejo de tu gran primera etapa en la cena puede significar una paupérrima etapa dos. Y que una comilona golpea, muchas veces, más que una maratón.
- Si vas al Cruce Tandilia y corrés La Vertical, no largues sin hacer antes una excelente entrada en calor: un trote suave, algún skipping, rectas, y estiramientos. Es una carrera muy explosiva para largar en frío. Cuanto más corta es la prueba, más importancia tiene el calentamiento inicial. En las pruebas largas de trail, dependiendo del ritmo que tengas pensado llevar, quizás baste con una movilidad articular y estiramientos. En una corta, o donde ya se larga fuerte, no sería suficiente.
- Dejá todo preparado lo que vas a usar al día siguiente y acostate temprano. Aunque estés nervioso y no logres conciliar el sueño hasta tarde, estar en posición horizontal y relajado suma mucho más que estar de pie. Y, si pudieras meter una siesta al mediodía, sería formidable. El sueño lo repara casi todo. Ahí se dan los principales procesos hormonales de reconstrucción de tejidos. La meditación es otra superaliada. Apenas 10 o 15 minutos para calmar la mente y enfocarse en lo positivo pueden hacer maravillas.
- Dicen que para cuando llegás al día de la carrera, lo hecho hecho está. Que solo queda correr y buscar la medalla que te ganaste entrenando. Yo creo que no es tan así. Nunca está todo dicho más allá de cuánto y cómo te preparaste: contamos con armas secretas muy power que pueden hacer la diferencia. Están en nuestra mente y espíritu: confianza, gratitud y optimismo. Corré y trepá con respeto, pero con seguridad, evocando seguido todo lo que hiciste para estar ahí, y lo que te mueve a estar ahí. Y no te olvides nunca de agradecer esa posibilidad. Agradecé la salud, los recursos, y las ganas. Exigite, disfrutá, y divertite. Así es como los buenos resultados llegan más fácil.
Cinco carreras de trail clásicas
- Cruce de los Andes Columbia. Distancia: 100 K en tres días. Fecha y lugar: 3 al 8 de diciembre de 2019, San Martín de los Andes. www.elcrucecolumbia.com
- Osde Cruce Tandilia & La Vertical. Distancias: 5 K, 10 K, 21 K, 42 K, y 60 K + 0,5 K (La Vertical) en uno, dos o tres días. Fecha y lugar: 10 al 12 de enero de 2020, Tandil. www.crucetandilia.com.ar
- 4 Refugios. Distancias: 55 K, 42 K, 38 K, 30 K, 15 K en uno o dos días. Fecha y lugar: 23 y 24 de febrero de 2020, Bariloche. www.4refugios.com.ar
- El Origen. Distancias: 100 K, 60 K y 30 K en tres días. Fecha y lugar: 6 al 8 de febrero de 2020, Bariloche. www.tmxteam.com/elorigen
- Raid de los Andes Columbia. Distancia: 60 K en tres días. Fecha y lugar: 1 al 3 de mayo de 2020, Salta y Jujuy. www.raidandes.com
*Entrenadora Nacional de Atletismo y corredora, coordinadora del Running Team FILA. www.carolinarossi.com.ar
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