Scarlett Johansson: la diosa angelical
Con 21 años, la actriz de Perdidos en Tokio tiene Hollywood a sus pies. Una madre influyente planeó su carrera, y desde el mundo de la música hasta el de la publicidad se pelean por tenerla como cara de sus proyectos
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Los críticos cinematográficos jadean a sus pies, la gente importante la inunda de premios y el público la adora. A los 21 años, Scarlett Johansson confirmó su status de estrella más deslumbrante de Hollywood al evocar la lánguida época de Marilyn Monroe y Veronica Lake en su nuevo film, The Black Dahlia. ¿Cuál es el secreto de su atractivo? Lavarse siempre la cara antes de acostarse, declara. Es algo tan ridículo como cuando Sophia Loren afirmó que les debía su figura a los spaghetti. Los lectores de la edición estadounidense de la revista FHM, que votaron a Scarlett Johansson como la mujer viva más sexy a principios de este año, seguramente tendrán interés en saber que también usa la loción Vaseline Intensive Care para su cuerpo.
Hollywood está repleto de camareras desilusionadas equipadas con piel de durazno, ojos seductores, cejas impecables, labios llenos y pelo rubio rojizo, aunque no necesariamente en un solo empaque, como le ocurre a Johansson. Lo que las otras chicas no tienen es esa presencia neoyorquina y seductora en la pantalla, que puede expresar volúmenes enteros en una mirada de soslayo, y una madre formidable, incondicionalmente comprometida con la carrera de la hija.
"Es como si hubiera salido del vientre materno y hubiera dicho seré actriz»", manifestó Johansson a un entrevistador. Pero desde su infancia ha sido su madre, Melanie –una productora cinematográfica nacida en el Bronx que llamó Scarlett a su hija por el personaje de Vivien Leigh en Lo que el viento se llevó–, quien ha guiado cada paso de la actriz.
Johansson describió la vigorosa técnica de negociación de su madre como "engrasar las ruedas que chirrían". Recuerda: "Desde que tenía 8 años, hemos utilizado todos los recursos posibles para pensar la manera de hacer las cosas". Y por "las cosas" se refiere a más de 20 películas y cantidad de premios y honores. Peter Webber, director de Girl with a Pearl Earring, film por el que Johansson ganó una nominación al Globo de Oro en 2003, confesó que, aunque la madre de la estrella era extremadamente amable y servicial, "puede ser muy dura si las cosas no salen como quiere".
Años de disciplina y de una implacable ética de trabajo desmienten la actuación aparentemente natural de Johansson en The Black Dahlia, que embelesó a los críticos en el Festival de Venecia.
La historia fue inspirada en un notorio crimen no resuelto cometido en Los Angeles hace 60 años, cuando Elizabeth Betty Short, una actriz de películas clase B, de 22 años, apodada La Dalia Negra por la flor que llevaba en el pelo, fue mutilada en una playa de estacionamiento. El film de Brian De Palma es una adaptación de la novela original de James Ellroy.
Johansson encarna a Kay Lake, una rubia con estilo que se convierte en la obsesión de dos policías, interpretados por Aaron Eckhart y Josh Hartnett (novio de Johansson en la vida real), que investigan el asesinato de Short.
Su actuación es tan sexy que un crítico se atrevió a quejarse de que podía distraer del film. Este aspecto también molestó al director Woody Allen, que convirtió a Johansson en su musa en Match Point y en Scoop. Recientemente la calificó de ser "sexualmente abrumadora", y agregó: "Es difícil estar cerca de una bella joven que es más inteligente que uno". Sophia Coppola no pudo resistir empezar su película Perdidos en Tokio con un plano del trasero de Johansson cubierto por una bombachita rosada. La comedia, en la que la actriz interpreta a una sirena para el envejecido actor de cine que encarna Bill Murray, le reportó a Scarlett un premio Bafta como mejor actriz protagónica en 2003.
En 2005 afirmó que quiso hacer un topless en La isla, pero que el director Michael Bay se lo impidió porque quería que la película fuera sólo prohibida para menores de 13 años. Sin embargo, cumplió su deseo este año, cuando posó desnuda en la tapa de Vanity Fair.
Todo el mundo quiere su parte de Johansson. La estrella fue la cara de la marca Red, del cantante de rock Bono; apareció en un videoclip de Bob Dylan y promocionó el perfume Eternity Moment, de Calvin Klein, además de convertirse en la cara de L’Oréal. Aunque se la suele comparar con Marilyn, se parece más a Lauren Bacall, especialmente por su voz ronca y sus opiniones contundentes. Hizo campaña por John Kerry, el candidato presidencial estadounidense en las elecciones de 2004, y participó en proyectos para combatir la pobreza. Este año se pronunció en contra de las estrellas que agradecían a Dios en las ceremonias de entrega de premios. "Algunas personas pueden ser tan idiotas, especialmente las que dicen: «Quiero agradecerle a Jesús, que está en los cielos». Y yo pienso: «Por Dios, cierra la boca. Por eso el mundo está tan mal, porque Dios sólo se fija en tu carrera»".
Creció soñando con convertirse en actriz, inspirada por los conocimientos cinematográficos de su madre. "Quería ser Judy Garland en Meet me in St. Louis. Quería ser Rosalind Russell en Auntie Mame. Fui constante y lo quise por sobre todo."
Y no se cansa de enumerar su buena suerte: "Observo mi vida y me siento muy afortunada. Miro a todos mis amigos, que son increíblemente talentosos y que luchan por llegar a ser actores conocidos. Creo que la suerte ha desempeñado un papel importante en mi vida, mucho más que el talento". Y, por supuesto, no hay que olvidarse de su mamá.
(Traducción: Mirta Rosenberg)
Perfil
- Nació en Manhattan, Nueva York, el 22 de noviembre de 1984. Hija de padre danés, Karlsten Johansson, y de madre de ascendencia polaca, Melanie Sloan. Tiene tres hermanos: Vanessa, Adrian y Hunter, su mellizo.
- Estudió en el Professional’s Children School, de Manhattan, y en el prestigioso Lee Strasberg Theatre Institute. A los 8 años debutó en el teatro y realizó varias campañas publicitarias para televisión.
- En 1998, Robert Redford la eligió para el papel de la niña que sufre un accidente en El señor de los caballos (1998), interpretación que le valió el reconocimiento de la prensa. Con el estreno de Perdidos en Tokio, consiguió el espaldarazo definitivo de la industria.
- Adicta al queso, la belleza de Scarlett no sólo seduce desde la pantalla grande. Ha hecho anuncios publicitarios para el perfume Moment, de Calvin Klein, y para la famosa casa francesa Louis Vuitton, entre otras importantes campañas.
- Benicio Del Toro, Jared Leto y el músico Jack Antonoff fueron pareja de la actriz.
- El actor Josh Hartnett es su novio actual.






