La imagen del hombre se diluye en las curvas de la mujer. La moda introdujo el elemento híbrido y poco a poco se va estableciendo.
Denominado como el tercer sexo, la androginia gana terreno en el mundo de los ideales humanos. Seducen por igual y conquistan desde la incertidumbre. Miradas femeninas envueltas en trazos masculinos, al igual que voces masculinas delineadas por la sensibilidad femenina. El mundo de la moda ya los adoptó para difundir importantes campañas. Una mirada diferente sobre una tendencia diferente.
Reza la escritora Margaret Fuller: "Aunque lo masculino y lo femenino hayan sido dos lados del gran dualismo radical, en realidad siempre se están entremezclando. El líquido se solidifica y el sólido se derrite. No existe ningún hombre completamente masculino ni ninguna mujer completamente femenina."
Eleonora Salvatore Dominguín, más conocida como Bimba Bosé, es una famosa modelo española que cautiva por su simple belleza. Culta de un look compuesto por cejas depiladas a cero, boca pequeña, cara delgada y un cuerpo que no expone ninguna curva, ella es capaz de convertirse en la más seductora de las mujeres, como en el hombre más recio. Sus piernas y cuerpo delgado y su aspecto andrógino la llevó a ser requerida por los diseñadores más importantes del mundo de la moda y revistas como Vogue, I-D y Dazed & Confused le cedieron tapas y páginas centrales. "La ambigüedad se ha convertido en una cuestión matemática dentro de la moda actual, pero no como identidad textil, sino también como identidad corporal y sexual. La figura andrógina es la base para todo un campo de interacción que nace tanto desde lo femenino y masculino. Esta nueva tendencia resulta por una política igualitaria entre hombres y mujeres que motivan el equilibrio de género desde un gesto único y plural", comenta la fashionista Lorena Pérez, experta en moda nacional e internacional y autora de BlocdeModa.com
Así se entra en la construcción de una imagen más completa del individuo, donde el hombre es por esencia más cariñoso, pacífico y coqueto, al igual que la mujer configura su identidad con valores como la competitividad, la agresividad y la racionalidad. Y dentro de este renacer de juicios, surgen figuras emblemáticas que portan bandera; como Prince, quien cedió su nombre ante un símbolo bisexualidad; Marilyn Manson, sembrando dudas de su esencia sexual; hasta llegar a Jean Paul Gaultier, vistiendo a los hombres con faldas y a las mujeres con trajes. Del ámbito nacional, los integrantes del grupo de rock Miranda! juegan con el look andrógino, imitando lo que en su momento fue su par Adrián Dárgelos de los Babasónicos allá por la renaciente década del 90. Por su parte, el diseñador Martín Churba mostró hace un par de años en el Buenos Aires Fashion Week, su colección Tramado andrógino, donde se destacaron los cuerpos longilíneos, las melenas cortas y los diseños sin curvas.
El término andrógino es tomado del griego y resulta de la combinación de las raíces andro (masculino) y gyn (femenino). En la obra El banquete de Platón, Aristófanes relata la existencia de una clase particular de ser humano denominado andrógino, quien de forma redondeada, configuraba su humanidad con cuatro brazos, cuatro piernas, dos rostros, una cabeza y reunía en sí mismo al sexo femenino y masculino. Tales rasgos resultaban vigorosos y es por ello que Zeus decidió seccionarlo en dos. Una vez realizado esta escisión, cada mitad se esfuerza por encontrar su otra mitad en su sexo opuesto, cuestión muy desfigurada en las últimas décadas.
Un sin fin de expresiones de ambos sexos se han ido combinando con el tiempo y tal fusión no es sólo de carácter sexual. El diseñador
Santiago Saez de la firma Ona Saez
sostiene:
"La demanda del hombre y de la mujer es cada vez más parecida. Ambos priorizan el confort sin perder el glamour y la sensualidad. Dentro de poco no va a existir más moda de hombre y mujer por separado, ya que la tendencia indica que todo se unificará en un tercer sexo."
Dentro del código Ona, figura la campaña Unisex, donde hace ya un par de años,
el modelo Juan Donato (ahora devenido en Sol Donato por cuestiones de la cirugía estética) dueño de un rostro que envidiaría mas de una bella mujer, fue la cara visible.
Y cierra Santiago su concepto:
"Juan jugaba naturalmente con los límites de lo masculino y lo femenino y en su momento, expuso fielmente nuestro concepto".
Otro diseñador que utilizó la androginia como sello fue Marcelo Ortega, de la recordada marca Unmo. En uno de sus locales, durante muchos años tuvo un solo perchero donde exponía todas sus prendas. Señal de que nada es para hombres o mujeres, sino para quien le guste y quiera ponérselo.
Todo tiende a alejarse de los rígidos rótulos que otrora marcaron el andar de las sociedades. Por su parte la tendencia andrógina seguirá investigando y andando por inciertos senderos, pero hoy se ha llegado a un punto donde la diferencia entre ambos sexos ha quedado solo registrado en los manuales de las buenas costumbres.
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