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LOS ZAPATITOS DE CRISTAL DE MÁXIMA

En 2019 dimos cuenta de la fascinación que tiene la reina de Holanda por estos originales stilettos con transparencia de la firma italiana Gianvitto Rossi. Se trata del modelo "Plexi", cuyo detalle característico es que incorpora el PVC en su estructura. Máxima los tiene, por lo menos, en nueve colores, y en las dos variantes que tiene el modelo: cerrados y slingback (con el talón al descubierto). Se venden, en la página web de la marca, por 815 dólares. La comodidad del zapato fue clave para convertirse en el preferido de la Reina. Quienes critican esta preferencia de la Reina dicen que los "Plexi" no están hechos con materiales naturales, que no ayudan a la transpiración del pie ni le permiten moverse con libertad.
LETIZIA LOS PREFIERE "DESTALONADOS"

La reina de España tiene un zapatero nutrido, con mil variantes. Sin embargo, sorprende su predilección por un stiletto "destalonado" de Carolina Herrera. Tiene más de diez pares del mismo modelo, en distintos colores y texturas (ante, napa, terciopelo…). Son zapatos de taco fino, los hay de cinco o diez centímetros, que presentan una tira que parte del empeine y rodea el talón. Son los best seller de la marca y su precio oscila entre 310 y 440 dólares, según el material con el que hayan sido fabricados, la altura del taco y si se trata de modelos básicos o de temporada. A favor de la Reina: este modelo esta íntegramente hecho España.
REINA DE UN SOLO ZAPATO

Queen Elizabeth sólo usa zapatos Rayne. En distintos modelos y colores, aunque desde hace algunos años sólo elige negros de taco bajo con hebilla metálica. Se trata de una marca londinense fundada en 1885 que tiene una enorme relación con la Casa Real. En 1936 la reina Mary (casada con Jorge V) le concedió la "Royal Warrant", permiso para ser proveedor oficial de palacio. Semejante honor fue repetido luego por la Reina Madre y, más tarde, por Isabel II. La actual soberana usó Rayne incluso el día de su boda, aunque le fue "infiel" a la marca en su coronación, cuando prefirió un par de Roger Vivier.
Su preferencia por Rayne tuvo eco en la princesa Ana y en Diana de Gales, que también se dejaron seducir por la marca. Un dato curioso: Angela Kelly, asesora de vestuario en Windsor, estrena y "ablanda" los zapatos de Isabel II antes de ofrecérselos. Rayne también dejó huella en el cine: hizo el calzado para muchas estrellas, aunque todos destacan las sandalias que usó Elizabeth Taylor en el film Cleopatra, de 1945. En 1988, Isabel II premió a su zapatero de cabecera, Edward Rayne, hijo del fundador de la marca, nombrándolo Caballero de la Excelentísima Orden del Imperio Británico.



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