Con duros términos se refirió a la alianza entre el kirchnerismo y Sergio Massa, y explicó: “Se están vaciando las instituciones republicanas de significación; ese vaciamiento ha convertido al Presidente en una figura espectral, es un vaciamiento que tiene como finalidad ganar poder a expensas del sufrimiento social”
El filósofo y ensayista Santiago Kovadloff participó del programa Comunidad de Negocios por LN+ y en muy duros términos se refirió a la alianza gobernante que tiene como principales referentes a Cristina Kirchner, Sergio Massa y Alberto Fernández.
Consultado sobre por qué el oficialismo se aferra a la posición de mantener las escuelas cerradas, explicó: “La rentabilidad de la ignorancia es que facilita el camino de la demagogia. Atentar contra la educación es atentar contra la formación de civismo, contra la sensibilidad autocrítica de la persona, contra la utilidad del diálogo para buscar consenso. Y es reemplazar la educación por la obediencia debida, por la sujeción a la ideología que reemplaza a la pedagogía. La ideología propone obedecer, no debatir. La educación presencial supone el encuentro con el otro, que es algo que la autocracia no tolera”.
Sobre el Presidente, dijo: “Alberto Fernández no logra infundirle verosimilitud a su personaje. Es un hombre que básicamente se ha desentendido de la concepción del lenguaje como instrumento de comunicación, para quedar atrapado en una oscilación. Ha desaparecido actuando, no dejando de actuar. Todo esto habla de la gravedad moral que está atravesando la Argentina ante el hecho de que la subversión de las instituciones como recurso para instalar un régimen autocrático tiene como eje el peor de los pecados que es la subestimación del dolor social”.
Próximas elecciones
El filósofo, tal como explicó en el reportaje, entiende que los comicios que acontezcan de aquí en adelante enfrentarán posiciones definitivas. Explicó al respecto: “Las elecciones de medio término van a enfrentar dos modelos de país. Uno que explota el dolor en función del poder, o la subestimación de la ley en función del poder. Y el otro que puede buscar el fortalecimiento de los ideales republicanos a través de la restitución de la credibilidad de algo que está menoscabado y prostituido en el oficialismo: el valor de la palabra. No la palabra que promete, sino la que se hace cargo de la experiencia social en su manifestación programática; la palabra que se hace cargo de la posibilidad de ganar credibilidad en la medida en que quien la emite revela un hondo poder autocrítico y una comprensión muy profunda de lo que significa crecer con la sociedad y no a expensas de ella”.
Y concluyó: “Se están vaciando las instituciones republicanas de significación; ese vaciamiento ha convertido al Presidente en una figura espectral, es un vaciamiento que tiene como finalidad ganar poder a expensas del sufrimiento social. El sufrimiento social nació de la triple desgracia con la desatención de la ley, la promoción de la inequidad social como recurso de proyección demagógica del poder, y la concepción de una economía que debe estar al servicio del Estado y no del desarrollo”.