
Cartas de lectores: Vivienda social, retirarse a tiempo, silencios que aturden
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Vivienda social
Hace pocos días escuché por la radio una entrevista que se hacía al director ejecutivo de la Fundación Pro Vivienda Social (FPVS) y me desesperé. Conozco muy bien tanto a la FPVS como al tipo de asunto que hoy aflige a integrantes y beneficiarios. A lo largo de sus muchos años de existencia, me tocó estar cerca y así admirar el propósito con el que nació la fundación, la fuerza y constancia de sus gestiones y su vocación de continuar en ellas, vocación ahora extrañamente condenada –por la misma sociedad a la que viene sirviendo desinteresadamente– a dejar de manifestarse. Más absurdo aún: no es la sociedad la que condena, sino un serio descuido en las leyes que nuestra sociedad se viene dando para regular la idea del bien que rige en ella para algunas acciones de esta clase de entidades. La historia de la fundación muestra –quienes ahora la demandan lo supieron siempre y lo saben ahora– que esta fundación no es “trucha”, que ha trabajado seriamente desde siempre en lo suyo y que no agrega valor a su propio negocio cuando “junta puntas”; que no gana dinero “empleando” a gasistas para conectar a la red de gas a personas habitantes de barrios que –antes de la intervención facilitadora de la FPVS– no tenían acceso a la misma y pagaban por ese insumo tan esencial para la vida misma el mucho mayor costo del gas envasado. Como ocurre que nuestros legisladores no han atinado aún a hallar la forma de decir esto en voz alta a través de leyes más específicas, los avivados que siempre hay usan ese vacío de especificidad a favor de su bolsillo. Es de esperar que la superior instancia que nos damos los ciudadanos en esta materia, a cuya consideración está ahora este tema, sí pueda dar nombres más apropiados a las generosas entregas a nuestra sociedad que hacen organizaciones como la FPVS. Y ojalá que el hecho de nombrar más apropiadamente a las gestiones de este tipo desaliente al mismo tiempo el abuso que la llamada “Industria del juicio” hace de nuestro sistema judicial.
Juan Bautista Peña
DNI 7.668.378
Retirarse a tiempo
En el deporte, la política y en muchos órdenes de la vida, es importante retirarse a tiempo o ubicarse en una nueva dimensión. Toda actividad tiene momentos culminantes y decadentes que hay que saber observar. Son límites que, aunque difíciles de reconocer, hacen que en la imagen de quienes los perciben quede o no vigente el respeto, o bien la indulgencia frente al deterioro de su condición. No siempre se trata de una decadencia física, sino de una pérdida de efectividad práctica que hay que admitir, para evitar el ridículo. Es el caso de muchos políticos que, habiendo logrado el cenit de su carrera, se resisten a aceptar que su tiempo ya pasó. Que ya no concitan la adhesión de quienes otrora les reconocían liderazgo y predicamento. Es triste verlos deambular con declaraciones y actitudes que, lejos de concitar respeto, merecen el repudio o desvalorización de propios y ajenos. El éxito suele ser efímero; el reconocimiento puede ser perdurable, pero hay que saberlo conservar para que no se deteriore. ¡Al que le quepa el sayo, que se lo ponga!
Juan Carlos Cornejo
cornejo13.jc@gmail.com
Silencios que aturden
Vengo leyendo críticas y justificadas preocupaciones por el modo en que se gestiona el juicio por los Cuadernos de las Coimas comparándolo con el Juicio a las Juntas. Pero se silencia lo que viene ocurriendo hace más de 20 años en los procesos por los llamados delitos de lesa humanidad por hechos ocurridos hace más de medio siglo, donde se fragmentan las causas a fin de mantener en un eterno encierro a los imputados que padecen prisiones preventivas por 10 años o más hasta sus fallecimientos, y donde se anularon todos los criterios fijados en aquel proceso. Entonces no se habló de imprescriptibilidad, ni de lesa humanidad, ni de costumbre como fuente de derecho penal. Por el contrario, se absolvió por prescripción, se respetó la cosa juzgada, se reconoció la existencia de una guerra revolucionaria iniciada por grupos guerrilleros juzgando a sus cabecillas, se distinguió entre represión legal e ilegal y clandestina, entre otras diferencias que el espacio de esta carta impide enumerar. Ya hace más de 20 años que, a fin de reabrir estas causas, en el fallo “Simón” la CSJN afirmó que los imputados no pueden “invocar ni la prohibición de retroactividad de la ley penal más grave ni la cosa juzgada”, calificando de obstáculos a las garantías constitucionales. No encuentro una afirmación más escandalosa que aquella que sostiene que hay personas que la Constitución no ampara. Hay silencios que rompen los tímpanos.
María Laura Olea
DNI 13.968.163
Obra en Zárate
En su carta del domingo pasado, la Sra. Magdalena Silveyra recuerda la maravillosa obra del padre Opeka en Madagascar. Simplemente quería agregar que, inspirado en esa obra, un economista argentino, el Sr. Gastón Vigo Gasparotti, hizo algo similar en Zárate. Ya lleva construido un barrio de viviendas muy agradables y confortables, además de una huerta hidropónica y otra en tierra, que sirve para proveer de fondos a quienes colaboran en ellas. Cuenta también con una escuela. Todo se hizo con quienes hoy pueden disfrutar de este barrio, más el apoyo de colaboradores. Para quienes tengan interés en este tipo de organizaciones de bien público, les recomiendo una visita a este barrio, que es un ejemplo de lo que se puede lograr con trabajo y dedicación. En internet pueden encontrar todos los datos de esta magnífica obra.
Gustavo Pittaluga
guspittaluga@gmail.com
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Tipo de cambio. Para los argentinos será más caro que el año pasado vacacionar en Brasil, Chile o Uruguay
“Nuestra moneda siempre varía. .... lamentablemente es nuestra historia económica de más de 50 años...”- Sil Ferrari
“Si siguen cobrando las carpas 3 palos.... Igual conviene vacacionar fuera del país”- Fernando López
“Prefiero turismo interno , debemos darnos una mano aunque sea medio caro , hay lugares hermosos por recorrer en Argentina”- Esteban Julian González
“Mmmm comparado con la costa prefiero mil veces Brasil.... acá van a pedir cualquier cosa”- Ale Sorni






