Cuarenta años de democracia ininterrumpida
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Es indispensable reflexionar, este 24 de marzo en el que se cumplen cuarenta y siete años del golpe de Estado de 1976, sobre lo que fue la dictadura militar más sangrienta de la historia argentina. En el año en que se cumplen cuarenta años de democracia ininterrumpida, la DAIA se consolidó como una institución defensora de los derechos humanos. Y lo debemos hacer sabiendo que se trató de un momento límite, lleno de crueldad y de miedo, que marcó la vida de miles de personas, de sus familiares y la de nuestro país.
Una de las grandes enseñanzas que nos dejó aquella terrible época es que quienes actuamos en organizaciones civiles que defienden la dignidad de las personas y combaten la discriminación y los discursos de odio debemos estar preparados para actuar con extrema sensibilidad y firmeza a la hora de defender a aquellos cuyos derechos sean violados, cualquiera sea el contexto. La DAIA acompaña la política de verdad, memoria y justicia que se ha traducido en los juicios por causas de lesa humanidad que se llevan adelante en todo el país contra sus responsables. Se trata de pilares claves que han permitido consolidar la democracia en estas cuatro décadas.
En la DAIA recordamos a todas y a cada una de las víctimas del terrorismo de Estado, y hoy nuestro desafío consiste en profundizar la tarea de denunciar las tentaciones autoritarias de quienes usan los resortes de la democracia para horadarla desde adentro con sus discursos de odio, siempre cargados de violencia. No tenemos duda: la mejor forma de recordar el golpe de Estado de 1976, a sus víctimas y todo el daño que generó al entramado social argentino es revalorizar la democracia.
La DAIA manifiesta de esta manera su compromiso con la protección y la plena vigencia de los derechos humanos, rechazando toda forma de impunidad, velando por el respeto irrestricto a la ley y al Estado de Derecho.
Presidente de la DAIA