Fuera de lugar
La imagen de dos personas que están bañándose en un espejo de agua en un parque público sugiere de manera casi automática la idea de un día de calor sofocante. Pero si se agregan al cuadro unas lomas nevadas, un cielo plomizo y un lago congelado, como en esta foto, algo nos parecerá definitivamente fuera de lugar. Aun así, desde la perspectiva de cualquier día tórrido del verano actual no es extraño sentir el deseo de sumergirse en esa agua helada, o soñar directamente con viajar a esa zona a darse un baño de hielo. Aun así, si invirtiéramos los términos de esta reflexión, seguramente nos encontraríamos en una circunstancia similar: anhelando encontrarnos en ese otro sitio que nos posibilite cambiar o aliviar la situación en la que estamos, para volver a empezar. Sentirse fuera de lugar es para muchos uno de los motores de la existencia.