Transformar la Argentina con ChatGPT… y un proyecto de país
¿La inteligencia artificial nos puede dar pistas para salir de varias crisis como la del sistema educativo, la fuga de talentos y las guerras que obligan a familias y mujeres a huir de sus países para recibir cuidado y ayuda? ¿Cómo hacer para que la tecnología y la ciencia ayuden a solucionar desafíos estructurales?
Desde el punto de vista del Marketing Social, una perspectiva humanista centrada en las personas y basada en evidencia científica permite diseñar acciones, “pocas, posibles y permanentes”, utilizando tecnologías como la inteligencia artificial y aplicaciones digitales, a través de las cuales se pueden visualizar situaciones complejas y tomar así mejores decisiones.
Gracias al desarrollo tecnológico, es posible relevar y organizar rápida y eficazmente la información necesaria para analizar un problema sistémico y diseñar una estrategia de acción.
Si le consultáramos a ChatGPT sobre la crisis migratoria, nos ofrecerá seis acciones: 1) aumentar la seguridad de las fronteras; 2) proveer soporte a refugiados; 3) afrontar las causas de las migraciones; 4) mejorar el proceso administrativo; 5) proveer servicios a los migrantes; 6) incrementar la sensibilidad pública al respecto. Estas seis sugerencias son valiosas, pero... ¿qué pueden hacer quienes tienen la responsabilidad de pasar a la acción?
Aunque la información es poder, hoy no basta tener datos. “Del dicho al hecho hay mucho trecho”. Este es sólo el primer paso. Sin embargo, la tecnología también puede facilitar la implementación de las decisiones. Un ejemplo es la plataforma ClimateOS que desarrolló Panorama, una aplicación de acceso gratuito en la que se puede visualizar cómo el gobierno de Suecia entiende alcanzar el objetivo concreto de cero emisiones. Para ello explicita la pregunta principal por resolver: las necesidades concretas en las que deben realizarse cambios (por ejemplo, el uso de combustibles fósiles), las estrategias, las acciones, etc.
Quienes exploren Panorama y otras herramientas similares que monitorean los Objetivos de Desarrollo Sostenible (por ejemplo, la del Ceads en la Argentina) no sólo verá lo mucho que se está haciendo, sino también la necesidad de dar un paso clave: definir claramente objetivos realistas, alcanzables y evaluables a partir de una visión sistémica de quiénes y cómo queremos ser en el futuro.
La tecnología y la inteligencia artificial nos pueden ayudar a transformar, pero primero es necesario que los argentinos podamos dialogar y definir el proyecto de país que queremos. Debemos decidir si queremos un país enfrascado en sus dificultades de corto plazo y diatribas “palaciegas” de partido, o una Nación de puertas abiertas para todos, acordándonos de las cosas que hicieron que este país sea grande y pujante, como los inmigrantes de fines del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
Frente al problema migratorio, ChatGPT respondería: “En última instancia, la decisión de abrir o cerrar las fronteras a los rusos en la Argentina es una decisión política que debe basarse en una cuidadosa ponderación de los beneficios y los riesgos implicados. Sería aconsejable consultar a los expertos pertinentes, como economistas, especialistas en seguridad y funcionarios de salud pública, antes de tomar una decisión definitiva”.
Tal vez, parte de la respuesta esté en la Constitución Nacional, que dice que somos un pueblo “… para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino …”.
Profesor de Marketing, Facultad de Comunicación de la Universidad Austral