El desfile en los tiempos de Snapchat

Las formas de comunicar en el mundo se revolucionan, las redes sociales van más adelante que cualquier mente humana y, nosotros, los mortales nos adaptamos a sus canales para lograr más ventas, llegar a más gente y mostrar los productos de una forma moderna, innovadora y fresca.

Los diseñadores no son la excepción y Evangelina Bomparola decidió tomar las riendas de lo que el mundo online le ofrece para hacer de su colección, Primavera Verano 2017, una propuesta aún más amplia.

“Y la Nave va…” –sí, su colección lleva el nombre de la película de Federico Fellini- se transmitió en vivo por Snapchat e Instagram; y el desfile tomó otra esencia, una que va más allá de la pasarela, el clásico front row y la vorágine del backstage con las modelos por salir a escena. ”Queríamos documentar un estilo y, para ello, buscamos un contexto que nos contenga. Esta idea en la pasarela se desvanece, se nos escapa y se pierde entre las figuras de la primera fila y la interpretación libre de quien edita nuestro trabajo”, explica la diseñadora cuando reflexiona por qué cambiar un ámbito por otro y por qué Snapchat fue la respuesta a sus preguntas.

Su colección es el resultado de un proceso de llevar el estilo que la diseñadora propone a cada momento del día, y no es coincidencia. Las Redes Sociales tienen esta misma modalidad, están al lado nuestro sin importar dónde nos encontremos, con quién estemos y qué dispositivo tengamos en nuestras manos. “Las redes sociales son canales directos y espontáneos que nos dan un feedback inmediato con nuestros clientes. Los usamos hace varios años y cada vez nos exigen más contenidos y variedad de formatos”, resalta Evangelina.

Piezas de lujo en seda, otras en algodón, tejido de punto y lino que se mezclan con el denim, las telas vaporosas y con volumen que despliega el caminar de cualquier mujer fueron retratadas mediante dos cámaras para que el público pudiera vivenciar aquello que sucedía dentro de un restaurante. “Decidimos hacer una comida para pocos clientes y amigos: ellas vestidas con la marca, y los hombres de traje. Buscamos crear un clima sofisticado y cinematográfico porque cada uno de ellos era parte del backstage de una sesión de fotos; mientras, se filmaba y se transmitía”, retrata el momento de la presentación Bomparola y sintetiza que se trata de “un ojo dentro de otro y de otro, y así, algo infinito”.

Crear una campaña lleva un tiempo de producción diferente para cada diseñador y, si la forma de comunicar es diferente a lo tradicional, se suma otro factor it a tener en cuenta para que la presentación sea un éxito; sobre todo el público que la verá del otro lado. “Todas mis clientas tienen Instagram, y sus hijas Snapchat; les hablo a ambas”, revela Evangelina y nos devela que, respecto al público que pudo acceder a ver la colección: “alrededor de 150 personas vieron cada Snap y hubo un 50% de Screenshots que, a su vez, se comparten con otros seguidores. Solemos tener un promedio de 6 mil visualizaciones en nuestra cuenta de Instagram entre 50 imágenes. En Snapchat sumamos 300 seguidores entre las 15hs del 17 de agosto y las doce de la noche del día siguiente”.

Como la colección, que “habla del movimiento, del aprendizaje y del saber”, como cuenta su diseñadora; cada instancia de creación conlleva estos tres momentos y con ella “estar atentos a los cambios porque se producen con velocidad de vértigo y ahí hay posibilidades de innovar y generar un formato diferente. No descarto volver a hacer un desfile tradicional, pero intentaría siempre que sea en un espacio más íntimo”, culmina.

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