
Armas: apareció muerto un marino involucrado
Se trata del capitán (R) Horacio Estrada y fuentes judiciales hablan de suicidio; tenía un tiro en la sien izquierda, pese a ser diestro; había sido indagado el viernes; Sudáfrica liberó a Palleros
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En sólo veinticuatro horas, y en plena etapa de definiciones, la causa por el contrabando de armas a Croacia y a Ecuador, realizado al amparo de decretos presidenciales secretos, perdió ayer a uno de sus principales acusados y vio cómo se alejaba otro.
El capitán de navío (R) Horacio Estrada, ex represor de la ESMA, involucrado en los embarques de fusiles a Ecuador, murió en circunstancias sospechosas, en tanto que Sudáfrica rechazó el pedido de extradición y liberó al teniente coronel (R) Diego Emilio Palleros, aunque la fiscalía de ese país apeló la medida.
Estrada era diestro, pero, según fuentes judiciales, se disparó un balazo en la sien izquierda con un arma calibre 38 en su domicilio de la calle Arenales al 900, de esta ciudad. Sobre su escritorio, lugar donde ocurrió el hecho, había una segunda arma, que no fue disparada.
El militar había sido indagado el viernes en la causa que llevan el fiscal federal Carlos Stornelli y el juez Jorge Urso. En el sumario consta que en febrero de 1995 controló en Ezeiza tres embarques clandestinos de 5000 fusiles FAL obsoletos y munición vencida hacia Ecuador, mientras este país estaba en guerra con Perú y regía un embargo internacional.
"No creo que la muerte de Estrada sea un suicidio. Ya ha muerto mucha gente vinculada con la causa", dijo el fiscal Stornelli a La Nación .
El diputado Horacio Viqueira (Frepaso) calificó de "sospechosa" la muerte del marino.
Armas: se suma otra muerte dudosa
La desaparición del capitán Estrada fue precedida por la de testigos y la de oficiales vinculados con Fabricaciones Militares.
La sospechosa muerte del capitán de navío (R) Horacio Estrada se suma a las de otras personas vinculadas con la causa del contrabando de armas y municiones a Croacia y Ecuador, donde están procesados el ex ministro de Defensa Oscar Camilión; el ex jefe de la Fuerza Aérea brigadier (R) Juan Paulik, y el ex interventor en Fabricaciones Militares (FM) Luis Sarlenga.
La causa está a cargo del fiscal federal Carlos Stornelli y del juez federal Jorge Urso.
Por una resolución de la Cámara de Casación, este magistrado debió reabrir hace algunos meses la investigación de las causas del accidente de un helicóptero del Ejército que el 8 de octubre de 1996 se estrelló en el campo de polo de Palermo ocasionando la muerte de diez pasajeros.
Uno de ellos era el general Juan Carlos Andreoli, sucesor de Sarlenga al frente de FM, empresa que dependía de Defensa y que coordinó los envíos ilegales realizados, por lo menos en parte, con cañones, obuses y fusiles del Ejército.
Antes, Andreoli fue director de Arsenales del Ejército. Junto con él murieron su esposa, otros militares y altos oficiales del ejército peruano que visitaban nuestro país.
El 3 de noviembre de 1995, el estallido de la planta de FM en Río Tercero, Córdoba, arrojó once muertos. Allí se habían maquillado los cañones Citer de 155 milímetros y los obuses Oto Melara de 105 del Ejército antes de acondicionarlos en contenedores para su envío al puerto de Buenos Aires.
Dos de los operarios de esa planta fallecieron luego de prestar importantes declaraciones: Oscar Brussa, por un infarto, y Santiago Callejas, por un derrame cerebral. Callejas fue uno de los operarios que, por órdenes de FM, viajó a Croacia a poner a punto los cañones Citer.
Embarques aéreos
La mucama de Estrada encontró su cuerpo sin vida en el escritorio de su vivienda, en Arenales 910, de esta capital. El arma que disparó el balazo en la sien era de calibre 38. Estaba sentado en una silla del escritorio, vestido con un pijama. Sobre el escritorio había una pistola calibre 9 milímetros, que no fue disparada.
En febrero de 1995 Estrada controló en Ezeiza tres embarques de 5000 fusiles FAL y municiones en los aviones de la empresa Fine Air, que los llevaron de contrabando a Ecuador, mientras este país estaba en guerra con Perú y pesaba sobre ambas naciones un embargo para la venta de armas.
El diputado Horacio Viqueira (Frepaso) calificó de "sospechosa" su muerte y vinculó al marino con Palleros y con el traficante de armas internacional Jean Bernard Lasnaud.
Poco valor
En su indagatoria del viernes en el juzgado de Urso, Estrada se negó a responder preguntas y entregó un escrito que no aportó nada valioso a la investigación.
Una fuente expresó que, el mismo día de su indagatoria, Estrada "realizó averiguaciones en una concesionaria para comprar un automóvil, por lo cual es extraño que el suicidio estuviera en sus planes".
"La noche del lunes estuve redactando el borrador del pedido de procesamiento de Estrada", dijo a La Nación el querellante de la causa, Miguel Bootello, que representa al empresario ecuatoriano Roberto Sassen van Esloo.
Este hombre de negocios compró a FM los fusiles FAL y las municiones, pero resultó estafado pues el armamento tenía serios defectos de apoyo del cerrojo y la munición estaba vencida.
"Cuando declaró como testigo en 1995, Estrada negó conocer a Sassen, pero luego aportó dos fax de su puño y letra dirigidos al empresario. Los peritos confirmaron que era la letra de Estrada", agregó Bootello.
Un testigo declaró en el sumario que durante los embarques en Ezeiza, Estrada se hallaba con Jean Bernard Lasnaud, traficante internacional de armas con sede en Miami y vinculado con el teniente coronel (R) Diego Emilio Palleros.
"Otro testigo -explica Bootello- vio al teniente coronel Palleros en la oficina de Estrada, ubicada en Esmeralda al 1000."
El ex diputado nacional Franco Caviglia dijo ayer que Estrada tenía "obvias vinculaciones" con el desaparecido empresario Alfredo Yabrán.
"Fue agregado naval en Sudáfrica y supervisor de la Aduana de Ezeiza. Por su trabajo en Ezeiza, tenía obvias vinculaciones con Yabrán. Con su muerte -agregó- desaparece una figura clave."
Al rechazar Sudáfrica la extradición de Palleros, se torna difícil la posibilidad de que preste declaración en nuestro país.
Palleros intermedió en las operaciones. Dos empresas off shore uruguayas, de las que era apoderado, figuraban como compradoras del armamento de FM En declaraciones periodísticas realizadas desde Sudáfrica, Palleros involucró hace un mes al Gobierno en la triangulación de armas. Antes de huir de la Argentina, en 1995, Palleros envió un escrito al juez federal Urso por el que afirmó que escapaba porque había recibido amenazas de muerte.





