Asumieron la nueva ministra de Seguridad y el titular de la Sedronar
La Presidenta les tomó juramento a Cecilia Rodríguez y al sacerdote Juan Carlos Molina; confirmaron un desdoblamiento de roles en la lucha antidrogas
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Toda vestida de blanco y sin ningún resabio del luto que usó durante los últimos tres años, la presidenta Cristina Kirchner les tomó ayer juramento a la nueva ministra de Seguridad, María Cecilia Rodríguez, y al nuevo titular de la Sedronar, el sacerdote salesiano Juan Carlos Molina.
Para despejar dudas y especulaciones, el sacerdote confirmó que "a los narcos los perseguirá el Ministerio de Seguridad", que se concentrará en la "prevención y la recuperación de adictos" y que no tomará "la escopeta para perseguirlos".
Con un acto en el Salón Blanco de la Casa Rosada, con clima festivo, la Presidenta puso así en marcha una nueva política en la lucha contra la inseguridad y el narcotráfico. Ocurrió justo en la misma jornada que el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, debió afrontar los saqueos en su provincia y se enfrentó al Gobierno por el envío de la Gendarmería Nacional (como se informa en la sección Seguridad).
El dato más destacado fue que la Sedronar se desprenderá de la Subsecretaría de Lucha contra el Narcotráfico y la absorberá el Ministerio de Seguridad, que quedará a cargo de Cecilia Rodríguez. Sin embargo, el combate al tráfico de drogas quedará bajo el control del secretario de Seguridad, Sergio Berni.
En el Gobierno no confirmaron anoche si el pase de esas funciones traerá aparejado el nombramiento de un nuevo funcionario o si todo quedará en manos de Berni. La Secretaría de Lucha Contra el Narcotráfico en la Sedronar se ocupa de la planificación estratégica, la relación con los organismos internacionales dedicados a este delicado asunto y las políticas de control de los precursores químicos para la fabricación de drogas.
De ese modo, la Sedronar, cuya sigla significa Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico, debería perder las últimas tres palabras. Pero ni Berni ni el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, contestaron a la consulta de LA NACION sobre la nueva estructura.
Consultado el nuevo titular de la Sedronar, el cura Molina, dijo escuetamente: "Todavía no sé nada". El nuevo funcionario, que completó la vacante desde marzo último, cuando renunció Rafael Bielsa, aseguró que iba a "meterse en los lugares más difíciles".

El sacerdote salesiano, que juró por Dios y por la Patria sobre los Santos Evangelios, aunque no utilizó el cuello clerical propio de la vestimenta de los curas católicos, también anunció: "Vamos a trabajar también a partir del diagnóstico de la Iglesia".
"Vamos a laburar con los adictos, ésa es la idea, y la prevención y la capacitación. Y vamos a meternos en el terreno y recorrer los lugares más difíciles, eso es lo que me dijo la Presidenta", confió a los periodistas que se arremolinaron para interrogarlo una vez que Cristina Kirchner se retiró hacia su despacho junto con la ministra Cecilia Rodríguez.
"A los carteles [de narcotraficantes[ los tiene que atacar otro. Yo no voy a agarrar la escopeta de mi abuelo para perseguirlos", aseguró risueño mientras recibía el saludo de todos los funcionarios, entre ellos el jefe de La Cámpora, Andrés "Cuervo" Larroque.
"Uno de los grandes problemas que tenemos con el narco es que arruina a nuestros pibes, entonces vamos a perseguirlos", balbuceó mientras se defendía de los micrófonos.
El comentario de buena parte de los 300 asistentes a la jura era que la Presidenta reapareció con un traje totalmente blanco por primera en tres años. Dejó definitivamente la vestimenta de color negro que utilizó desde octubre de 2010, en el período de luto por el fallecimiento de Néstor Kirchner.
Entretanto, Cecilia Rodríguez reemplazará en Seguridad a Arturo Puricelli, que se fue distanciado con Berni. La nueva ministra se había desempeñado en los últimos meses como secretaria de Coordinación Militar de Asistencia en Emergencias del Ministerio de Defensa. Es una experta en catástrofes y asistencia en desastres naturales y fue designada allí tras su actuación en las inundaciones de La Plata.
Tonos claros y collar de perlas
Tras años ininterrumpidos de luto riguroso, aunque con el tiempo adoptara texturas no tan solemnes y hasta lujosas (encajes, brillos, transparencias), la presidenta volvió a lucir color, aunque lejos de toda estridencia, apostó por el blanco, el opuesto elegante del negro. Desde su primera aparición pública, en el video filmado por su hija Florencia, dejó entrever una camisa blanca, que anticipaba el progresivo abandono de su oscuro guardarropas. Ayer, durante la jura de la Ministra de Seguridad María Cecilia Rodríguez optó de lleno por un tono claro, un color piel, en un look total, donde volvió a mostrar preferencias por las transparencias de los encajes, en un corte imperio (debajo del pecho), con un drapeado a la altura de la cintura, un recurso que suele ser utilizado para estilizar la figura. Acompañó el equipo con un collar de perlas, en un look romántico, como el de una novia.




