
Avances para la integración con Chile
En reuniones caracterizadas por el tono cálido y coloquial, De la Rúa y Lagos sentaron las bases de una alianza estratégica.
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El tono fue coloquial y el trato mutuo fue sumamente cariñoso: como grandes amigos, los presidentes Fernando de la Rúa, de la Argentina, y Ricardo Lagos, de Chile, avanzaron ayer en la voluntad de consolidar una posición común entre ambas naciones.
Los objetivos principales son tres: el fortalecimiento del Mercosur, la lucha contra el proteccionismo comercial, fundamentalmente de los países europeos, y la articulación de una voz común ante los distintos foros internacionales. Esas son los tres pilares fundamentales sobre los que los dos hombres intentan levantar la tan proclamada alianza estratégica entre la Argentina y Chile.
La urgencia de Lagos es, en realidad, la de apurar el ingreso del país trasandino al Mercosur como socio pleno. En 1996, cuando habían pasado dos años desde la creación del bloque económico, Chile se convirtió, junto con Bolivia, en asociado al grupo fundado por la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
"Hoy podemos exhibir esta integración y esta confraternidad plena, donde realmente podemos ya afirmar que la cordillera no separa sino que une", dijo, sonriente, De la Rúa en el Salón Blanco de la Casa Rosada.
Allí, los dos presidentes intercambiaron condecoraciones: primero, De la Rúa condecoró a su huésped de honor con el Collar de la Orden del Libertador GeneralJosé de San Martín. Lagos devolvió el mérito a su anfitrión, con la Orden al Mérito de Chile.
La visita que comenzó anteanoche y concluye hoy a Buenos Aires es la primer visita oficial a un país extranjero que el presidente chileno realiza desde su asunción al gobierno, el 11 de marzo último. A la vez, es la primer visita de un presidente que recibe De la Rúa, también desde su asunción, el 10 de diciembre último.
Intercambio
De la Rúa había asistido a la ceremonia de asunción de Lagos, quien había hecho lo propio en diciembre último. Los dos hombres ya se definieron en más de una docena de oportunidades como "grandes amigos" y fueron encomendados, por el ex primer ministro de Italia Massimo D´Alema, a impulsar la denominada tercera vía en América latina. Tarea que los dos aceptaron asumir, junto con el presidente de Brasil,Fernando Henrique Cardoso.
La amistad y el interés mutuo en transmitir un clima armónico y fraterno fueron obvios en las últimas horas. Por ejemplo, De la Rúa y su esposa, Inés Pertiné, rompieron el protocolo anteanoche, cuando ambos fueron a recibir al mandatario chileno al aeropuerto.Y fueron juntos hasta la residencia presidencial de Olivos, donde hubo una cena privada, cuyo invitado especial fue el ex presidente Raúl Alfonsín, firmante del primer tratado de amistad entre la Argentina y Chile.
Ayer, tras la ceremonia del Salón Blanco, el presidente argentino ofició de guía de su par chileno en una minirrecorrida por la Casa de Gobierno, que incluyó una visita al famoso balcón de la Casa Rosada.
Después, los dos presidentes se reunieron a solas en el despacho presidencial. Entre anécdotas y recuerdos, De la Rúa y Lagos renovaron el compromiso para fortalecer el Mercosur y agilizar, de antemano, el ingreso de Chile como socio pleno del bloque económico. Para ello, el país trasandino debería ajustar sus aranceles a los de los demás países del Mercosur.
Analizaron también las alternativas para resistir la discriminación comercial y oponerse, con éxito, a prácticas proteccionistas que perjudican las exportaciones regionales. Como, por caso, lo hacen los subsidios que los países de la Unión Europea otorgan a sus productores agropecuarios.
Mientras los dos presidentes charlaban distendidos, sus equipos compartían una larga reunión de trabajo a la que luego se sumaron los mandatarios. Ese encuentro fue encabezado por los cancilleres de ambos países: Adalberto Rodríguez Giavarini y Soledad Alvear. Estuvieron también, por el lado argentino, los ministros José Luis Machinea (Economía) y Nicolás Gallo (Infraestructura y Vivienda), además de la secretaria de Industria, Débora Giorgi.
Chile estuvo representado por los ministros Nicolás Eyzaguirre (Hacienda), José de Gregorio (Economía) y Carlos Cruz (Obras Públicas).
Declaración conjunta
Todos los funcionarios redactaron el documento que hoy firmarán los dos jefes de Estado, cuyas esencia es el fortalecimiento de la alianza estratégica y, consecuentemente, el del Mercosur.
La Argentina y Chile pretenden, además, votar desde ahora en adelante con la misma postura ante los diversos foros internacionales, tal como lo hicieron el mes último ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, al condenar a Cuba por la falta de derechos humanos.
Cuando Lagos se retiraba de la Casa Rosada, De la Rúa, otra vez, en una actitud informal y amistosa, lo acompañó hasta la explanada. La tarea debería haber sido practicada por los granaderos. Ante las cámaras y los flashes, el presidente argentino dio un apretón de manos al chileno. Fue el último gesto que rompió el protocolo y reflejó, en cambio y una vez más, la complicidad afectuosa de los dos presidentes amigos.
Por la noche, De la Rúa agasajó a su visitante con una comida en el Palacio San Martín. Allí, los mensajes de cada mandatario fueron sumamente cálidos y coincidieron en destacar el excelente nivel de las relaciones bilaterales.
El gesto será devuelto esta noche por Lagos, con una comida que se realizará en la sede de la embajada de Chile.
Antes, el mandatario trasandino visitará el Palacio de los Tribunales y la Facultad de Derecho. En la Casa de Gobierno firmará con De la Rúa la declaración conjunta. Y, tras la cena, emprenderá el regreso a su país.



