
Carlos, con un corazón que desea ser reelegido
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La biografía sentimental de Carlos Menem es la de una personalidad acostumbrada a no cortar relaciones amorosas. Su inclinación a dejar siempre una llama encendida -mejor aún, una mecha- ocasionó incendios y estallidos.
Su ex esposa, Zulema Yoma, protagonizó numerosos de esos incidentes, desde el casamiento de ambos, a fines de 1966.
Artículos y libros periodísticos dieron cuenta de una relación matrimonial tormentosa, con accidentes y altibajos. Zulema Yoma denunció públicamente al diario Página 12 que Menem la obligó a efectuarse un aborto cuando el hijo Carlos Facundo era pequeño y aún no había nacido Zulema María Eva.
Seis años antes de casarse con Zulema Yoma, Menem conoció en La Rioja a Ana María Luján, que se convirtió en su novia por varios años. La mujer, una dirigente del PJ riojano que se estaba separando entonces del coronel Abel Luján, fue quien lo introdujo en el peronismo y en la actividad política.
Según algunos que lo conocen bien, Ana María Luján fue la única novia en su vida a la que amó con profunda pasión.
Fue allí, en 1964, cuando la madre del ex presidente resolvió que Menem viajara a Damasco para que conociera a Zulema Yoma. Se cartearon durante algún tiempo y dos años más tarde se casaron por poder e hicieron una ceremonia religiosa según el rito musulmán.
La fiesta se hizo en el Club Sirio Libanés de La Rioja y, según recuerdan amigos y confidentes, Menem se retiró a escondidas, en pleno agasajo, para visitar a Ana María Luján.
Al poco tiempo esa relación produjo los primeros distanciamientos con Zulema, que viajó por un año a Siria, a visitar a su padre enfermo. El vínculo con su antigua novia se prolongó por unos veinte años y siempre produjo problemas.
El matrimonio tuvo épocas de armonía y distanciamiento. En uno de esos interregnos, a fines de los años 80, Menem conoció a otra mujer, a la que amó con pasión: Nora Alí, hija de un peronista del Chaco. Colaboró en la campaña presidencial y cuando, en 1989, Menem llegó a la Casa Rosada la nombró asesora presidencial, con rango de secretaria de Estado.
En esos años ganó la calle el rumor incomprobable de sus amoríos con la vedette Yuyito González, entre otras mujeres del espectáculo.
También los años de prisión que sufrió Menem resultaron ricos en el aspecto sentimental. Sus pasos por Magdalena, Mar del Plata y Tandil dejaron huellas y controversias entre mujeres que lo frecuentaron. Ya en Las Lomitas (Formosa), conoció a Marta Meza, ahora diputada. Ese romance dejó un hijo, Carlos Nair, que no fue reconocido, pero que visita cada tanto al ex presidente.




