Cómo se vive la protesta campo adentro
Ayer fue un día agitado para el productor Andrés Miquelarena y, en verdad, no fue otra cosa que la repetición de una postal que también se puede ver en otros rostros a lo largo de todo el país.
En el último tramo de la cosecha, los productores prefieren cada vez más almacenar el fruto de su trabajo en el campo utilizando enormes silos de plástico con capacidad para 200 toneladas. Y eso es así por la incertidumbre generada a partir de la suba de las retenciones a la soja y al girasol, exactamente dos meses atrás, que desató el conflicto más extenso que debió enfrentar la administración Kirchner. “Embolsamos [la cosecha] por la incertidumbre. Los productores no queremos comercializar; nos sentimos dolidos porque en el momento de sembrar las retenciones estaban al 27%, en un tranco aumentaron al 35% y una semana antes de la cosecha las llevaron al 45%. Existen sobradas razones para el uso del silo bolsa [así se conoce en el sector el almacenaje en estos recipientes]", señaló Miquelarena, productor de la zona de Rauch que allí representa una tercera generación de españoles que trabajan de sol a sol en el campo.
Como tantos otros productores que cosechan los poco más de 20 millones de toneladas entre maíz, soja y otros cultivos que faltan recolectar (en total, se estima una cosecha de 96,8 millones de toneladas, la segunda de la historia), Miquelarena ha recurrido a una técnica que comenzó a fogonearse a fines de los noventa y hoy causa furor entre sus pares. "Por ahí hubiera embolsado menos si no existiera esta incertidumbre. Este año guardé más", dijo el productor. Esta vez almacenó "gran parte" de la cosecha, contra el 40 ó 50% de otras oportunidades. El embolsado nació como una tecnología para almacenar a bajo costo, poder guardar el grano al menos hasta doce meses en esas bolsas, evitar fletes más altos en plena cosecha y buscar mejores precios en cualquier momento del año. Hace cinco años se conservaron así 12 millones de toneladas; se calcula que ahora se comercializaron bolsas para al menos guardar 40 millones de toneladas de granos. Tal como informó LA NACION a partir de un trabajo del analista agrícola Gustavo López, los productores tienen hoy en sus manos 44 millones de toneladas, equivalentes al 45% de la cosecha por un valor de 12.000 millones de dólares, a precios internos. Gran parte de esos granos están en esas bolsas.
"La comercialización de grano es cero y creo que esto [por el conflicto] no se va a solucionar de un día para el otro", expresó Miquelarena.
Igual que otros productores, Miquelarena también vive días movidos participando de la protesta. Adhirió y ayer estuvo en una de las tantas reuniones de productores en Rauch. "Asisto porque me siento tocado. Como productor me siento maltratado", expresó. El le quitó cualquier objetivo político al paro. "Lo nuestro no es político; simplemente estamos dolidos."
El año pasado, en esa zona muchos agricultores perdieron el trigo por fuertes heladas. Miquelarena ahora no piensa en el cultivo porque sufre la intervención oficial. "Hoy tengo la decisión de no sembrarlo; no hay confianza", remarcó.
Desde Rauch, a 300 kilómetros de Buenos Aires, le envió el siguiente mensaje a la presidenta Cristina Kirchner. "Reflexione que retroceder es un acto inteligente y de grandeza. Salga al campo y vea lo que hacen los productores chicos y medianos."
lanacionarMás leídas de Política
"No es gratis". La reflexión de Marcos Peña sobre su paso por la política y las consecuencias que le dejó la función pública
Solo en Off. Boudou, en una exclusiva cena romántica con acento francés en San Telmo
Se reunirá con Musk. Milei habló esta tarde en una conferencia en Los Ángeles, mientras Posse y Caputo ven a inversores