Cristina evitó confrontar con los jueces y envió un mensaje de continuidad

Avisó que no está dispuesta a perder. Con un mensaje de apenas 20 minutos por cadena nacional, Cristina Kirchner les pidió ayer a los futuros candidatos del oficialismo que trabajen para ganarse la tapa de los diarios del día después de las elecciones.

Fue en respuesta a una frase de quien oficiaba ayer como su anfitrión, el intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi, que un rato antes había dicho que era mejor perder con los propios a ganar con infiltrados.

"No te preocupes por la tapa de los diarios. Preocupate por trabajar para poner la tapa el día de las elecciones", le contestó la Presidenta, en un discurso en el que se concentró en mostrar a un gobierno activo en medio de la crisis política que generó la misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman.

El de ayer fue el primer discurso presidencial tras la marcha del 18-F, que la Presidenta calificó por carta el sábado como una manifestación opositora en la que había nacido el "partido judicial".

Esta vez evitó toda referencia a jueces y fiscales, evitó contestar el duro comunicado que pocas horas antes había publicado la Asociación de Magistrados con fuertes críticas al Gobierno y apuntó a enviar un mensaje de continuidad más allá de 2015.

"A los próximos gobiernos que vengan: van a tener que seguir haciendo muchas cosas más porque les vamos a dejar un país mucho mejor que el que nos tocó recibir a nosotros", les recomendó.

El acto, montado fuera del nuevo edificio de la municipalidad de Berazategui, fue espejo de la creciente puja interna del oficialismo. Junto a Cristina Kirchner se sentaron el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, de un lado, y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, del otro. Los dos aparecen hoy como las opciones más claras para disputar las primarias del Frente para la Victoria. Pero el resto de los candidatos anotados en la pelea no se quedaron afuera. Detrás de la Presidenta, en primera fila, se ubicaron el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri; el presidente de Diputados, Julián Domínguez, y el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández.

La pelea bonaerense también tuvo su costado en la presentación de Cristina. Mussi se llevó el rol protagónico en su carrera hacia la gobernación con un claro mensaje en contra de Scioli. Del otro lado, más contemplativo y vía teleconferencia, estuvo el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, aliado del gobernador.

Mussi superó en dureza a la Presidenta, que ayer eligió alejarse de la coyuntura política derivada de la muerte de Nisman. Pero el intendente apoyado por el sector más duro del cristinismo no. "Los que no pueden ganar en las urnas nos ametrallan, ahora [lo hacen] con los fiscales y jueces vitalicios que no dan la cara. No arruguemos", reclamó, en tono enérgico. De paso, le dedicó una estocada a Scioli. "No se está lejos o cerca por decir que pertenecés a un espacio. O por una foto. No tenemos que dejar que haya infiltrados en nuestras filas. Es preferible perder con los nuestros", había sido su encendida frase, que levantó automáticamente las miradas hacia el gobernador bonaerense. Envalentonado, incluso dijo que había que dejar "la sangre" para defender el modelo kirchnerista.

Entre la militancia, sobresalió una bandera blanca con la leyenda "Fiscales de Clarín", mezclada entre las de la agrupaciones que integran Unidos y Organizados, que ayer colmó las cercanías del municipio.

Pero la Presidenta no hizo referencia alguna a la marcha del silencio. Otra vez, apeló a leer las "buenas noticias" que -según dijo- le prepara el ministro de Economía, Axel Kicillof, sentado junto a ella en el escenario principal.

Además de anunciar la segunda etapa del programa Ahora 12, que se extenderá a los miércoles y en el que se incluyeron libros, colchones, útiles escolares y anteojos con receta, presentó la llegada de los nuevos vagones para el ferrocarril Roca y relanzó la pelea con los fondos buitre. "Teníamos razón ante los que el año pasado nos decían que fuéramos presurosos a pagar cualquier cosa y lo que nos pidieran. Ahí salió la justicia de Londres. Es increíble, hay más justicia en Londres que en la Argentina", apuntó, en referencia al fallo que la semana pasada favoreció la posición argentina en su reclamo por el pago a quienes no entraron al canje de deuda.