El detrás de escena del paso de jefes oficialistas y opositores por la Fiesta de la Vendimia en Mendoza
La celebración fue una vidriera política rumbo a los comicios presidenciales y el clima de camaradería duró poco: hubo cruces, reclamos y hasta movimientos en clave electoral
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MENDOZA.- Corría la mañana del sábado cuando referentes del oficialismo y figuras de Juntos por el Cambio se acomodaban alrededor del escenario montado en el patio central del Park Hyatt Hotel, en el arranque de la cumbre anual de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar). Al costado de la tarima, Sergio Massa padecía el rayo del sol en el rostro, mientras intercambiaba comentarios con José Zuccardi y Eduardo “Wado” de Pedro. Acalorado, sacó un pañuelo para secarse las gotas de transpiración. En cuanto Gerardo Morales se levantó para dar su discurso, Massa no dudó: saltó de su silla y le robó el asiento al jujeño, que disfrutaba de la sombra. Apenas se sentó, miró a Rodolfo Suárez con una sonrisa socarrona.
El clima de camaradería duró un suspiro. El renovado anuncio del “dólar malbec” que hizo el ministro desde el escenario dejó con sabor a poco al gobernador radical de Mendoza. Desde el estrado, Suárez le enrostró a Massa su malestar por la suba del 260% de la tarifa del riego agrícola, la inestabilidad cambiaria y la falta de menciones sobre una eventual eliminación de las retenciones. “Diga en qué podemos ayudar en estos veinte días”, le dijo. Massa no le perdonó la chicana apenas le estrechó la mano y entre risas le pasó factura. Morales seguía de cerca la escena, mientras Victoria Tolosa Paz y De Pedro aplaudían el discurso de ministro de Economía, que exhibió aires de presidenciable. El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, lo había escuchado desde la platea oficial. Horas antes se había mostrado hiperactivo en la apertura de la fiesta nacional de la Vendimia, que tuvo un fuerte tinte electoral.
A metros del patio, Patricia Bullrich organizaba en el desayunador del hotel una foto que agitaría a la principal coalición opositora. Alfredo Cornejo, otro de los anfitriones y aspirante a gobernador, caminaba desde el escenario hasta el sector donde estaba Bullrich con Hernán Lombardi, Federico Angelini, Sebastián García de Luca, Eduardo Amadeo y Damián Arabia. Los acompañaba Rodrigo de Loredo. Apenas bajaron al lobby, Carolina Losada y Luis Naidenoff ya sabían del horario de la foto: “A las 11.30. Estamos esperando a Facundo”, deslizaron. Manes no estaba, pero sí su hermano, Gastón, su principal armador. Morales seguía en el escenario del acto del Coviar junto a Martín Lousteau y los emisarios del larretismo. Apenas llegó Manes, Gustavo Valdés, Cornejo se aglutinaron en el entrepiso y rodearon a Bullrich: “Acá nace un equipo para gobernar la Argentina”, se envalentonaron.
La Fiesta Nacional de la Vendimia volvió a convertirse en la vidriera política rumbo a las presidenciales. En la celebración quedaron reflejadas las disputas internas en JxC. El oficialismo, en tanto, tuvo una presencia “medida, acotada y silenciosa” en tierra cuyana, en medio de la crisis que afecta al país, donde la inflación y la inseguridad se profundizan en todo el país.
Así, las intervenciones de la comitiva del Gobierno en las actividades oficiales mendocinas durante el fin de semana se limitaron, principalmente, al tradicional Desayuno de Coviar, el encuentro anual de la Corporación Vitivinícola Argentina, donde la mayoría evitaba escabullirse de los periodistas, en los diferentes salones del hotel Hyatt, en pleno microcentro local. Allí, estuvieron cuatro dirigentes del Frente de Todos con fuerte incidencia en la actual gestión. Tanto Massa como De Pedro -incluso Scioli- coquetean con la chance de ser candidatos a presidente. Desde el kirchnerismo puro pasando por la vereda “massista” del medio hasta el albertismo dijeron presente Massa, De Pedro, la exministra de Economía y titular del Banco Nación, Silvina Batakis hasta Tolosa Paz, la responsable del Ministerio de Desarrollo Social, quienes evitaban referirse a la contienda electoral. En las charlas cerradas, los radicales comentaban que el Gobierno “aún no está muerto”. Y especulaban con una postulación de Massa. “Cristina lo va a ungir a él”, deslizaban.
Fue De Pedro quien esquivó las preguntas sobre las votaciones a las que se someterá el FDT y la posibilidad de ser el candidato elegido por Cristina Kirchner. “Yo soy parte de un gobierno que está caminando la Argentina, siempre soy parte de la solución. En la coalición hay una mesa que está discutiendo la estrategia política. Las mejores decisiones son las que se toman de manera colectiva”, expresó el ministro, quien hizo alusión a la postulación del presidente Alberto Fernández.
En el hall central del hotel Hyatt De Pedro se encontró con la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, referente local del kirchnerismo y una de las espadas de La Cámpora. También se saludó con referentes opositores como Lousteau y Emilio Monzó, otro de los protagonistas de la foto de Bullrich con los radicales. “No le crean nada”, bromeó cuando saludó entre risas al exarmador de Macri.
En las conversaciones privadas del ala kirchnerista del oficialismo se escucharon críticas al discurso de Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa y su negativa a bajarse de la chance de la reelección. No ven que su ambición y diagnóstico concuerde con los indicadores económicos. También el deseo de que Cristina Kirchner revea su decisión y se ponga el traje de candidata: “Hay que romper la proscripción”, insistieron.
“La discusión es amplia, cada persona que participa puede opinar en el sentido que más le guste”, indicó De Pedro. El funcionario nacional, más allá de hablar de las economías regionales, también hizo una breve mención a la grave situación de inseguridad en Rosario. “Lo que pido yo en la lucha contra el narcotráfico es que no hay especulación, tenemos que ser plurales”, señaló.
Por su lado, Tolosa Paz, quien prometió asistencia a los pequeños productores, se centró en defender la gestión presidencial, aunque reconoció el grave problema inflacionario que vive el país. Asimismo, considera que el mandatario busca dar la discusión sobre las candidaturas rumbo a las PASO, para recién tomar las decisiones de una posible reelección, por lo que habrá tiempo hasta mayo. “El Presidente dijo que no se atornilla a los cargos”, expresó en contacto con LA NACION. Sobre la situación económica nacional, la funcionaria dijo: “La inflación sin duda es un problema a atender. Todavía hay que seguir trabajando porque ataca a los más vulnerables; y para derribar la pobreza lo único es el trabajo”. En el caso de Massa, ante las consultas de este diario, no sólo se mostró molesto en dar respuestas, mientras buscaba los ascensores del hotel Hyatt, sino que se limitó a los anuncios de un posible “dólar Malbec” a partir del primero de abril, algo que provocó incertidumbre en el sector, tal como contó este sábado LA NACION.
Otra de las pocas actividades a las que asistieron los peronistas en grupo fue al almuerzo para los pequeños productores en la sede del Insitituto Nacional de Tecnología Agropeacuaria (INTA), ya que el grueso del radicalismo se centró en el tradicional almuerzo de Bodegas de Argentinas (BA) en el establecimiento Belasco de Baquedano, en la localidad de Agrelo, Luján de Cuyo, a más de 30 kilómetros de la capital mendocina.
En las instalaciones del INTA, también estuvo presente el presidente del Instituto Nacional Vitivinícultura (INV), Martín Hinojosa, uno de los candidatos a la Gobernación dentro del Frente de todos, acompañado de Wado de Pedro y Tolosa Paz. En tanto, Massa se preparaba este domingo para asistir a la Vendimia Solidaria, organizada por uno de sus históricos amigos, Daniel Vila, en los jardines de San Isidro, su sorprendente estancia al pie de los cerros.
Previo a todo esto, los funcionarios nacionales hicieron un llamado a la unidad a los referentes de las principales entidades de la industria del vino para que empiecen a trabajar de manera mancomunada. Fue un claro mensaje a las autoridades de BA, que tuvieron una tímida presencia en el Desayuno de Coviar, que también es organizadora de la actividad en el INTA. Esa posibilidad de comunión podría abrirse ahora con la nueva gestión del riojano Mario González al frente de Coviar, tras la salida de José Zuccardi como presidente de la corporación.
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