El oficialismo pidió una sesión especial para aprobar el DNU sobre el acuerdo con el FMI
El Gobierno apuesta a lograr mañana un dictamen favorable en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, donde brindarán explicaciones el presidente y vice del Banco Central y el secretario de política macroeconómica, José Luis Daza
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Junto a sus aliados de Pro, el oficialismo solicitó hoy una sesión especial para este miércoles en la Cámara de Diputados para acelerar el respaldo legislativo al decreto de necesidad y urgencia (DNU) 175 que habilita al Gobierno a sellar un acuerdo de refinanciamiento de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ese mismo día está previsto en los alrededores del Congreso un nuevo reclamo por mejoras en los jubilaciones.
El oficialismo confía en llegar al recinto con un dictamen de mayoría validado por la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, que se reunirá a ese efecto mañana por la tarde. Cumplido el objetivo, el siguiente paso en su estrategia será apurar su aprobación en el recinto de la Cámara de Diputados, donde los libertarios esperan reunir el apoyo de los bloques aliados.
Tal como establece la ley que regula el tratamiento de los DNU, basta el apoyo de una sola cámara para que la vigencia del decreto quede garantizada. Con esta jugada, el Gobierno busca neutralizar una eventual ofensiva del kirchnerismo en el Senado para voltear el decreto. Se trata de una carrera contra reloj: de allí el apuro de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, por convocar esta misma semana a una sesión especial.

Sin embargo, en este ajedrez de táctica y estrategia parlamentaria las negras también juegan. El kirchnerismo promete dar pelea: no solo presentará un dictamen de rechazo sino que, previamente, cuestionará la continuidad del senador libertario Juan Carlos Pagotto al frente del cuerpo. Argüirá que se trata de una presidencia rotativa y que este año le corresponde a la Cámara de Diputados. Se trata de un sitial clave ya que, en caso de empate entre los miembros de la comisión, el presidente desempata.
Este cuerpo bicameral está compuesto por 16 miembros. Seis de ellos pertenecen a Unión por la Patria, mientras que otros siete responden al oficialismo y a bloques aliados. Los restantes tres integrantes se posicionan en el medio de la grieta: el senador Francisco Paoltroni (Libertad, Alianza y Progreso), desterrado del oficialismo por sus frecuentes críticas a la gestión libertaria; el diputado Nicolás Massot (Encuentro Federal), también crítico del Gobierno y su colega Oscar Zago (MID), cuyo encono con Menem no tiene retorno desde que fue desalojado como jefe de bloque oficialista el año pasado.
Todo indica, pues, que la Comisión Bicameral terminará por despachar tres dictámenes: el del oficialismo que, según trascendió en las últimas horas, incluiría la firma de Zago -el legislador lo anticipó en las vísperas de cerrar un acuerdo electoral con La Libertad Avanza en CABA-. El segundo dictamen sería el del kirchnerismo mientras que al tercero lo firmarán Massot y Paoltroni.
“Yo no me opongo a que el Gobierno cierre un acuerdo de renegociación de la deuda con el Fondo Monetario, pero el DNU no es el mecanismo adecuado. El Gobierno debió haber remitido un proyecto de ley que precise cuáles son los montos y las tasas”, señaló Paoltroni a LA NACION.
Urgencias
Para el Gobierno es clave exhibir, cuanto antes, la ratificación parlamentaria del acuerdo con el FMI. Solo después de cumplida esta instancia, el equipo económico encabezado por el ministro Luis Caputo se sentará con el staff técnico del FMI para cerrar el entendimiento de políticas económicas, con el número del monto final del crédito y una hoja de ruta de desembolsos determinada para los próximos meses.
El texto del DNU no revela demasiados detalles. Solo anticipa que se trata de un acuerdo de facilidades extendidas, con un plazo de gracia de cuatro años y medio sin pagos de capital al organismo y que el dinero recibido se usará para cancelar Letras Intransferibles, vieja deuda que el Tesoro (Ministerio de Economía) mantenía con el BCRA y cubrir vencimientos con el organismo. Nada dice sobre los montos ni las tasas del nuevo endeudamiento.
Pese al hermetismo oficial, distintos bloques dialoguistas anticiparon su apoyo. Incluso la Coalición Cívica; así lo anticipó su jefa política, Elisa Carrió. “Es la última vez que le apruebo un DNU al Gobierno. Lo voy a hacer porque el pueblo argentino está por encima de este gobierno”, sostuvo en declaraciones televisivas.
Otras voces, más críticas, demandan mayores detalles sobre el acuerdo antes de avalar un nuevo endeudamiento. Son los que le reclaman al Gobierno que dé la discusión sobre el presupuesto 2025 y que cumpla con la ley de sostenibilidad de la deuda, que exige que toda nueva operación de crédito público con el FMI debe ser por ley.
“No queremos firmar un cheque en blanco sin una mínima información sobre qué destino tendrán los supuestos ‘fondos frescos’ que desembolsaría el Fondo”, reclaman, suspicaces. Sospechan que, en realidad, el Gobierno pretende hacer uso de estos recursos para mantener “planchado” el tipo de cambio con fines electorales.
Ante las demandas opositoras, el oficialismo accedió parcialmente a sus reclamos con tal de asegurar sus votos y citó a funcionarios del Poder Ejecutivo a la Comisión Bicameral para que den cuenta de la marcha de las negociaciones. No será de la partida el ministro Caputo.
Hasta la semana pasada los citados eran José Luis Daza, secretario de Política Económica; el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning y Leonardo Madcur, representante argentino en el directorio del FMI. A último momento se modificó la lista y, en lugar de Werning y Madcur acudirán Pablo Quirno (Finanzas); José García Hamilton (secretario Legal y Técnico de Economía) y Marcelo Griffi (director del BCRA).
“Harán un balance general de las negociaciones pero difícilmente entren en detalles; el acuerdo todavía no está cerrado y todavía hay cuestiones muy sensibles a saldar que, de darse a conocer ahora, aumentaría el nivel de volatilidad en los mercados”, confió un empinado legislador libertario.



