Gerardo Morales hizo un acto en Lomas y recibió un regalo de Eduardo Duhalde

Gerardo Morales hizo pie en el conurbano bonaerense, por segunda vez en una semana. El gobernador de Jujuy cerró un acto en el Comité de la UCR en Lomas de Zamora y dejó varias definiciones políticas. Sobre el final, recibió la visita inesperada de Eduardo Duhalde, que se acercó a regalarle su último libro.

Morales, que preside su partido, viene sosteniendo la necesidad de que en 2023 haya un candidato a presidente radical y se anota en la lista. Hace una semana había desembarcado en Vicente López de la mano de Gustavo Posse, el intendente de San Isidro.

Allí también estuvo Maximiliano Abad. En la previa al acto en Lomas, Morales criticó al presidente Alberto Fernández por su encuentro con las organizaciones sociales. “El Presidente recibe a delincuentes en la Casa Rosada”, dijo.

Para el mandatario, “la foto del Presidente recibiendo a organizaciones vinculadas a Milagro Sala dio la sensación de una reunión en la que le están pidiendo impunidad”. Morales había sido muy duro con Fernández hace dos semanas, cuando visitó a Milagro Sala.

Esta vez, el gobernador insistió: “Los referentes a los que recibió el Presidente no son particularmente exponentes del trabajo social, sino más de lo mismo: gerentes de la pobreza que privatizan la ayuda estatal, le sacan plata a la gente, y los obligan a ir a marchas”.

Así, Morales se refirió al cónclave entre el Presidente y las organizaciones que tuvo lugar el miércoles, en la previa a una gran movilización y acampe, en protesta por la situación social.

“Una mesa en donde el principal exponente es Alejandro “Coco” Garfagnini, el lugarteniente de Milagro Sala en Buenos Aires, es una mesa en la que más que dirigentes sociales, hay delincuentes”.

El manejo de los planes sociales venía siendo motivo de discusión entre oficialismo y oposición y escaló cuando Cristina Kirchner durante uno de sus actos pidió al Presidente recuperar el manejo de los subsidios que reciben las organizaciones y transparentar esa transacción. “No puede ser que se dependa de un dirigente barrial”, advirtió, en lo que pareció una referencia directa al Movimiento Evita, una de las organizaciones con más beneficiarios y aliada del jefe de Estado.

Al encuentro que encabezó Morales asistieron, entre otros, varios dirigentes del radicalismo como Juan Manuel Casella; el intendente de San Isidro, Posse; el intendente de Brandsen, Daniel Capelletti; el senador Nacional Eduardo Costa; el diputado nacional Jorge Rizzotti; Fanny Vera, concejal de Lomas de Zamora; y Pascual Cappeleri, ex presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires.

También contó con una adhesión de Maximiliano Abad, el presidente de la UCR bonaerense.

La reunión de Alberto Fernández con las organizaciones sociales

Fernández recibió a una decena de dirigentes piqueteros en la Casa Rosada, que reclaman por el Salario Básico Universal y que hoy marcharon por las calles del microcentro. En un gesto conciliador, condenó los allanamientos que la justicia dispuso en distintos distritos, entre ellos Jujuy, por manejos irregulares. Los tildó de “persecución”. La reacción de Morales llegó tras esas palabras del Presidente.

Si bien el vínculo entre el gobernador y Fernández es tenso por la situación de Milagro Sala, al interior del Frente de Todos al Presidente lo cuestionan por no haber reclamado con más vehemencia durante estos dos años y medio por la situación judicial de la dirigente. Sostienen que detrás de esa supuesta “pasividad” existe un pacto de no agresión a cambio del acompañamiento a algunos proyectos de gestión.