Juan Manuel Urtubey: "Hay una enorme demanda de la sociedad por salir de la grieta"
En una clara muestra de la intención por derrotar la polarización, el precandidato a vicepresidente de Consenso Federal, Juan Manuel Urtubey, aseguró que en las primarias del 11 de agosto y en las elecciones generales del 27 de octubre "la gente puede elegir" y que solo en el ballottage del 22 de noviembre tendrá que "optar". Además, afirmó que "la gran mayoría está podrida del River-Boca" que implica el enfrentamiento entre el oficialismo y el kirchnerismo.
En un reportaje concedido a LA NACION, el gobernador de Salta estimó que "un 40% de la gente" no quiere votar ni a Mauricio Macri ni a Alberto Fernández y señaló que su papel como vicepresidente sería "fortalecer un cambio institucional con un sistema semiparlamentario", para generar "confianza".
Además, enfatizó que la campaña de su espacio político hará hincapié en la experiencia económica del precandidato presidencial, Roberto Lavagna, como piloto de tormentas de la crisis de 2002.
-¿Cómo va a ser la estrategia de campaña para evitar la polarización y buscar el "voto del medio"?
-La tentación de intentar llevar la segunda vuelta a las primarias es una subestimación de la gente. La gente tiene claro que la opción entre uno y otro es en noviembre, en el ballottage, no antes. Entonces, planteamos que la gente en agosto y en octubre puede elegir y en noviembre, optar.
-¿Cómo se puede lograr que la gente elija y no "opte" con esta polarización en la que Sergio Massa se fue al kirchnerismo y Miguel Pichetto al macrismo?
-Un tema es adónde van los dirigentes y otro adónde va la gente. La gente no se fue de un lado al otro. Hay un importante porcentaje, un 40%, que tiene claro que no quiere votar ni a Macri ni a Cristina. Esto es clarísimo.
-¿Cree que la gente visualiza a Consenso Federal?
-Nuestra campaña justamente es mostrarle que la salida es nuestro espacio. Lavagna ya demostró la idoneidad para sacarnos de una crisis como la que nos sacó [en referencia a su paso por el Ministerio de Economía, a partir de 2002].
-¿Cree que en las PASO pueden sacar un 20% de los votos, como hizo Massa en 2015?
-Yo creo que sí, porque algunos piensan que los procesos electorales se ordenan solamente por la oferta partidaria, pero a mi juicio se ordenan por la demanda ciudadana. Hay una enorme demanda por salir de la grieta, es más grande el sector que no quiere ni que siga uno ni que vuelva el otro.
-¿Ese sector no va a sucumbir a la tentación del Boca- River?
-Es que no son ni de River ni de Boca y la gran mayoría están podridos del River-Boca. Entonces me parece que hay que mirar el estado de ánimo ciudadano. No hacemos política sobre la base de las encuestas, sino de las convicciones, el ordenador social.
-¿Pichetto se lleva votos peronistas a Cambiemos y Massa al kirchnerismo? ¿O sus votos se quedan en el centro?
-Los dirigentes no somos tan importantes para hacer cambiar de opinión a la gente. El tipo que estaba con nosotros porque no quería la continuidad del Gobierno o la vuelta del kirchnerismo no cambia de opinión porque Pichetto se haya ido a un lado y Massa al otro.
-¿Está desilusionado de ellos dos, que estuvieron hasta último momento en Alternativa Federal?
-No, porque no es una cuestión de desilusión o de ilusión. Ellos cambiaron de opinión y son los que tienen que explicar a la sociedad.
-¿Hay una oportunidad para buscar votos en los gobernadores e intendentes heridos del kirchnerismo?
-No estoy tan preocupado de dónde están parados los dirigentes, sino de que nuestro mensaje llegue a la gente. Los dirigentes son importantes, pero en los últimos casos no se verificó eso. Cambiemos ganó la última elección en 2015 sin muchos dirigentes. Los dirigentes estábamos todos en otro lado.
-En las elecciones provinciales se notó un claro predominio de los gobiernos peronistas y una fuerte caída de Cambiemos, ¿esto beneficia a Cristina o a ustedes?
-La causa de eso es el serio problema de gestión que hay. Va a ser nuestro desafío que aquellos que crean que las cosas pueden cambiar y mejorar lo hagan votándonos a nosotros y no volviendo al kirchnerismo.
-¿Qué medidas van a tomar apenas empiece el gobierno?
-La necesidad de fortalecer la institucionalidad, la necesidad de atenuar el hiperpersonalismo, el hiperpresidencialismo e ir a un sistema semiparlamentario. Junto con eso, hay que dar un fuerte impulso a la actividad económica, bajando la presión impositiva a la pequeña y mediana empresa, y generar condiciones para que el crecimiento económico nos ayude a ordenar la macroeconomía; no hacerlo desde el ajuste, sino desde el crecimiento.
-¿Cuál sería el rol del vicepresidente en un gobierno de Lavagna: tocar la campanita o algo más?
-El vicepresidente como cabeza del Poder Legislativo tendrá que articular ese trabajo de un sistema semiparlamentario, en la generación de consensos y políticas de Estado de envergadura para el país.
-¿Usted cree que controlar la inflación será tan fácil como decía Macri?
-Una referencia es la de Lavagna, por su propia experiencia. Puede responder cómo se resuelve el problema, no solo un programa económico, sino una profunda reforma estructural en términos de la forma de gestionar y cómo generamos condiciones para que vuelva la confianza.
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