
Juliana Awada con look protocolar en su visita al Papa
La primera dama lució elegante y austera en la primera audiencia que tuvo Mauricio Macri desde que asumió como Presidente.
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Una audiencia con el Papa es, sin duda, una de las experiencias más sublimes en la vida de cualquier mortal. Una ocasión en la que la vestimenta, de acuerdo al protocolo vaticano, juega un rol muy importante ya que debe transmitir respeto y austeridad.
Mauricio Macri arribó junto a su mujer, Juliana Awada al primer encuentro con el Papa Francisco desde que asumió como Presidente. La audiencia comenzó a las 9.30 hora local (5.30 hora de Argentina) y tuvo lugar en la Biblioteca del Palacio Apostólico.
Tal como indica elprotocolo vaticano, tanto el Presidente como la primera dama se ajustaron estrictamente a las reglas del buen vestir que rige en una audiencia de esta magnitud. Macri eligió un ambo en color azul oscuro, camisa blanca y corbata en los tonos del traje. Según las reglas de ceremonial los hombres deben usar preferentemente paletas oscuras, puede ser negro, azul marino o gris tanto en las prendas como en las corbatas, y la infaltable camisa blanca. “Los diseños estridentes y los tonos vivos deben evitarse ya que no son los indicados para este tipo de encuentros”, asegura Laura Malpeli de Jordaan, asesora de imagen.
Fiel a su elegancia y sencillez, Juliana Awada apostó al clásico lema de menos es más con un vestido de líneas simples, sin bordados ni apliques en color negro, un abrigo corte 3/4 liso, medias oscuras opacas y stilettos bien cerrados, que para este tipo de ocasiones son los indicados.
Awada lució distinguida y encantadora. El diseño creado por Ménage a Trois parecía hecho a medida para la primera dama. Sin embargo, la mujer de Mauricio Macri eligió para el encuentro uno de los tantos modelos que la firma nacional creo en una de sus últimas colecciones.

“En el caso de las mujeres se sugieren vestidos negros, por debajo de la rodilla, que cubran los hombros, pueden ser mangas cortas o largas, y de escote cerrado. Los hombros y las rodillas no deben quedar a la vista”, agrega Malpeli de Jordaan.
En cuanto a su look de belleza, que para este tipo de casos no es un dato menor, Juliana llevó el pelo lacio, a diferencia de cómo lo venía peinando y lo cubrió con una mantilla en el tono del vestido, como indica el código de vestimenta.
“La sobriedad es fundamental en el atuendo a lucir, más aún en el caso de Awada que acude como esposa del mandatario. Si optara por algún tono estridente o estampado llamativo, quitaría la atención de la figura de su esposo a la vez que no cumpliría con las premisas básicas de este tipo de audiencia”, comenta la asesora de imagen.
Aunque actualmente el protocolo vaticano no es tan rígido como en épocas anteriores existen ciertas reglas que se deben seguir para no desentonar con el resto de los allí presentes.
Los medios nacionales e internacionales replicaron la imagen de la primera dama que lució, una vez más, distinguida y señorial, y se destacó por la excelencia y correcta elección de su vestuario para el encuentro con el Papa Francisco.
Otros detalles del buen vestir
Si bien en un principio el protocolo vaticano contaba con reglas más estrictas, a partir de la década de los 80 dio un giro importante y éstas se tornaron más flexibles. Pese a esto, todavía existen ciertas códigos del buen vestir que se deben respetar en el caso de una audiencia con el Papa:
- Si de vestimenta se trata, el diseño elegido no debe mostrar los hombros, ni tener escotes profundos. Las faldas deben ser por debajo de la rodilla y se desaconseja el uso de pantalones.
-Evitar el calzado abierto, los tacos muy altos y los guantes.
-El l rojo (asociado a la vestimenta de los cardenales y demasiado llamativo para el objetivo de la vestimenta en este tipo de ocasiones), y las paletas estridentes están dentro de los colores no permitidos. El blanco o el privilège du blanc no aplica en este caso, ya que sólo se permite a las a reinas católicas y las consortes de los monarcas católicos usar este color. Como regla general, todo color que pueda no parecer austero y discreto debería descartarse, además del blanco que está reservado para los casos antes mencionados.
-Actualmente, se da como opcional incorporar sombreros, velos y mantillas al atuendo. En el caso de optar por la última opción debe ser siempre en el tono del vestido, de largo ¾, y debe ser usada para cubrir el cabello pero sin peineta (las reinas de España son las únicas que pueden vestirse de blanco e incorporar la peineta dentro del atuendo).
-Los sombreros deben mantener la sobriedad del atuendo y no están bien vistos aquellos con diseños festivos o recargados.
-El uso de accesorios está permitido, nuevamente apelando a la sobriedad. No está bien visto incorporar accesorios recargados pero sí aros delicados, un anillo, una pulsera fina, un colgante sobrio. Desde ya, se puede usar un clásico collar de perlas.
-Otro tema importante es la belleza de manos. De nada sirve usar un anillo o una pulsera de diseño discreto si se acompaña de un esmalte de uñas en un tono estridente. Lo más recomendable es esmalte transparente o claro.
-Para lograr una imagen armónica, el cabello y el maquillaje deben acompañar a esta estética que evite la ostentación. En este sentido, el maquillaje debe ser lo más natural posible, no excesivo y el cabello debe enmarcar la cara sin ocultarla, evitando peinados con demasiado volumen que podrían parecer inadecuados con respecto al atuendo.
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