
Kirchner lanzará hoy el nuevo plan de radarización nacional
Se hará mediante una contratación directa con Invap para desarrollar el sistema
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Demorada desde su anuncio en 1996, la instalación de radares para controlar el espacio aéreo dará finalmente pasos concretos. El presidente Néstor Kirchner firmará hoy un decreto para entregar al Invap, mediante una contratación directa, el desarrollo de un sistema integral de vigilancia para la aeronavegación.
Anoche se cursaban las invitaciones para la ceremonia prevista en el Salón Blanco de la Casa Rosada, que será previa a la partida del Presidente a Bolivia. En ese momento, Kirchner reemplazará el decreto 145 de 1996, por el cual se llamó a una licitación internacional para el plan de radarización, paso que permitirá la contratación de la empresa argentina Invap, sin pasar por un período de análisis de diferentes ofertas. Se tomará a este proyecto como de importancia para la defensa del país y de esa manera se amparará en leyes de secreto militar para asegurar la contratación de Invap.
El nuevo plan estima contar con el sistema integral de control del espacio aéreo en completo funcionamiento en 2009.
En esos cinco años, el Invap se compromete a entregar once radares secundarios y seis radares de 3 dimensiones, con un costo total del proyecto de 237 millones de pesos.
El primer radar secundario será entregado a la Fuerza Aérea en marzo del año próximo, según los tiempos del trabajo, que empezó en junio del año último, impulsado por el ministro de Defensa, José Pampuro.
En ese momento, empezaron los contactos técnicos entre oficiales aeronáuticos y científicos del Invap. Luego de estudiarse las especificaciones del proyecto, el centro de alta tecnología con sede en Bariloche decidió asumir el nuevo desafío, ya que no cuenta con experiencia en la construcción de radares.
La intención del Gobierno de apoyar a la industria nacional terminó de cerrar las negociaciones. La idea es generar un salto tecnológico inédito en Latinoamérica que permita la exportación de radares.
Control radiofónico
Por lo pronto, 54 millones de pesos costará a la Argentina el desarrollo de los once radares secundarios, llamados también cooperativos. Su función será consolidar la seguridad del tráfico aéreo.
Quizá sorprenda el dato de que la Argentina sólo cuenta con radares en los aeropuertos de Ezeiza, Jorge Newbery (porteño), Córdoba, Mar del Plata y Paraná. Los aterrizajes en otras pistas se realizan con un sistema de acercamiento basado en comunicaciones radiales. Si el piloto lo dice, ahí está el avión para los controladores.
Pampuro anunció ayer al gobernador riojano Angel Maza que uno de los radares por construir se colocaría en su provincia.
La necesidad de tener mayor control del tráfico aerocomercial tiene que ver con las posibilidades de ampliar la cantidad de vuelos en el país. Tal como está el sistema actual, es segura la actividad aérea, pero no se está en condiciones de ampliar demasiado las operaciones. Y la Argentina tiene por delante un desafío estratégico como es el transformarse en la puerta de entrada del comercio con China en el continente. En ese sentido trabaja LADE y la Cancillería para que aviones de carga chinos utilicen la ruta transpolar para llegar a Latinoamérica.
Capacidad de intercepción
En la primera etapa del proyecto de radarización también están previstos 30.000.000 de pesos para el desarrollo de los radares militares de 3 dimensiones. En los radares secundarios se depende de la cooperación de los aviones para fijar su ubicación en el espacio, pero los de 3 dimensiones son aparatos capacitados para interceptar vuelos ilegales.
La Argentina tiene sólo cuatro radares de esas características, tres de los cuales son móviles y pertenecen a la Fuerza Aérea desde mediados de los años 70. Actualmente, está instalado uno de esos equipos para controlar la frontera norte, aunque funciona de manera aleatoria por cuestiones presupuestarias.
Los datos que entregó esa radar indicaron que más de un centenar de vuelos cruzan mensualmente las fronteras entre la Argentina, Paraguay y Brasil. Investigaciones posteriores permitieron descubrir que esas rutas aéreas son usadas por contrabandistas y narcotraficantes.
Frente a esa situación, los Estados Unidos sostienen una constante presión para que la Argentina tenga un pleno control de su espacio aéreo.
El primer plan nacional de radarización quedó trunco tras la licitación ganada por la empresa norteamericana Northrop y la italiana Alenia. La compañía francesa Thompson recurrió a la Justicia al considerarse afectada en el proceso licitatorio, circunstancia que determinó la anulación del proyecto durante el gobierno de la Alianza.
El lanzamiento que hará hoy Kirchner dará el primer paso en un largo camino hacia la radarización del país.






