La denuncia que nadie desea investigar
"Cuando salió lo de los Panama Papers , mi marido les pagó a [Miguel Ángel] Plo y al juez Rodríguez una suma importante de dinero", confesó Carolina Pochetti, la viuda de Daniel Muñoz, en la causa de los cuadernos de las coimas. Ahora, la causa donde debe investigarse si el juez federal Luis Rodríguez cobró un soborno millonario provoca dolores de cabeza en Comodoro Py . Ni jueces ni fiscales simpatizan con la idea de investigar a un colega.
La denuncia a Rodríguez surgió a partir de que el juez Claudio Bonadio dispuso extraer los testimonios de Pochetti para que fueran investigados en otro expediente. A partir de que se conocieron esos dichos, Rodríguez recibió nuevas denuncias en su contra en el Consejo de la Magistratura, donde se inició un sumario para investigarlo. En Comodoro Py, la denuncia enfrenta, todavía, un camino cuesta arriba.
Cuando Bonadio envió la denuncia a sorteo, recayó en su propio juzgado. El magistrado se apartó y pidió a la Cámara Federal que se sorteara nuevamente, pero agregó un requisito: que su juzgado fuera excluido del bolillero.
El presidente de la Cámara, Martín Irurzun, le concedió el deseo, y entonces, tras el segundo sorteo, la denuncia recayó en el juzgado de Sebastián Casanello. Pero este juez rechazó la instrucción con dos argumentos: que Bonadio ya había sido validado en un sorteo (el primero) y que, además, le corresponde al juez que homologó el acuerdo de colaboración corroborar si los dichos de esa declaración son ciertos. Según la ley del arrepentido, dentro de un plazo no mayor a un año, el juez o el fiscal deberán corroborar la verosimilitud y utilidad, total o parcial, de esa información.
Sin embargo, con el voto unipersonal de Leopoldo Bruglia, la Cámara convalidó el apartamiento de Bonadio de esa causa para "garantizar el principio de imparcialidad", y ratificó a Casanello.
Casanello delegó la investigación en su fiscal de turno, Eduardo Taiano. La decisión estuvo basada en que, según el criterio aplicado por la Cámara Federal, donde se esgrime que el Ministerio Público Fiscal es un único, los fiscales pueden acceder a los legajos de arrepentidos en los expedientes de otras causas.
Pero Casanello no puede acceder al expediente de los cuadernos ni a las declaraciones de arrepentidos porque, hasta el momento, Bonadio no los compartió.
Ahora, la discusión se trasladó al terreno de los fiscales. Taiano dijo que no le corresponde investigar los dichos de Pochetti, y que si Bonadio se excusó, le corresponde al fiscal que está de turno con Bonadio: Gerardo Pollicita.
La declaración de Pochetti no es el único elemento para evaluar en esta denuncia. Según supo LA NACION, el contador Víctor Manzanares también mencionó que Rodríguez habría cobrado un soborno millonario de Muñoz.
Por el momento, nadie ordenó citar a indagatoria a Rodríguez, aunque circulan versiones de que el fiscal Stornelli había pedido indagarlo en la causa de los cuadernos, antes de que surgiera esta extracción de testimonios.
Se trata, además, de un juez cuyos vínculos con el mundo del espionaje son conocidos. Rodríguez es compadre del auditor de la AGN e histórico operador judicial Javier Fernández y también del exespía Jaime Stiuso.
Ambos tuvieron altas dosis de poder e influencia sobre los tribunales federales durante el kirchnerismo y los resabios de ese poder todavía circulan por los pasillos de Comodoro Py. "Todos le deben algo a Fernández", resumió una fuente judicial. Otra completó el escenario: "A nadie le gusta investigar a un colega, por más atorrante que sea".
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