La ley de emergencia económica dejó de tener vigencia después de 16 años
Ayer quedó sin efecto la norma aprobada en medio de la crisis y que fue renovada varias veces por el kirchnerismo
La Argentina salió finalmente de la emergencia económica. Tras 16 años de una excepción a la regla, se ratifica el anticipo exclusivo de LA NACION del 27 de septiembre pasado. La ley de emergencia pública y reforma del régimen cambiario, que había sido sancionada el 6 de enero de 2002 durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde , no se renovó y con ella quedaron atrás facultades delegadas al Ejecutivo.
El origen de la medida se remonta a la caída del gobierno de Fernando de la Rúa y a una crisis económica y social sin precedente. Por entonces, la pobreza había aumentado del 35,4% al 49,7% de la población y la indigencia pasó del 12,2% en 2001 al 22,7% en 2002. El desempleo, según el Indec, había saltado al 40,2%.
Los números actuales, en cambio, muestran una mejora en la situación social. La "emergencia" delegaba en el Ejecutivo una serie de facultades extraordinarias, como establecer el sistema que fija el tipo de cambio entre el peso y las divisas extranjeras, pautar retenciones a la exportación de hidrocarburos, fijar tarifas y renegociar los contratos de servicios públicos en manos de empresas privadas y regular los precios de la canasta básica, todos esquemas de poder más afines con las políticas anteriores que con las actuales.
Por eso, tal como con el "excepcional" impuesto al cheque, la emergencia se convirtió en una norma renovada aun en los períodos de crecimiento a tasas chinas.
El Congreso había quedado atado a la discrecionalidad presidencial mucho más allá de lo permitido por la Constitución Nacional para la delegación legislativa. "Se prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, salvo en materias determinadas de administración o de emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que el Congreso establezca", dice el artículo 76. El plazo y las materias de esta emergencia superaron por lejos cualquier límite de racionalidad durante la era Kirchner .
"Es un paso más en el camino de ser un país normal. Ninguna nación en el mundo se gobierna con este tipo de facultades discrecionales del Poder Ejecutivo. Fortalece la división de poderes y un sistema de balances y contrapesos que brinda señales de claridad en materia de políticas públicas", elogió el expresidente del Banco Central Martín Redrado . Para él, "en el mercado de cambios se elimina de cuajo la posibilidad de intervención legal por parte del Poder Ejecutivo. Así, es imposible que se pueda cambiar por decreto presidencial la cotización de las divisas en relación al peso. Queda consagrado un sistema de flotación cambiaria donde solo puede intervenir el Banco Central".
También Matías Tombolini , economista y flamante presidente del Consejo Económico Social, respaldó la decisión del Gobierno. "Ya era hora después de 16 años. Es razonable. Si bien yo no acuerdo con el modelo, sí coincido en que hay que avanzar hacia la normalidad. El barco se estabilizó hace tiempo y ya no era necesario que siguieran las alarmas encendidas como si estuviera entrando agua", expresó.
En la Casa Rosada celebran la decisión. "Es un paso más hacia la institucionalidad. Haber vivido en emergencia en tiempos de tasas chinas obedecía a una discrecionalidad política más que a una necesidad imperante", comentó un hombre de la mesa chica del Presidente. "La emergencia social continuará vigente. Pero terminaron ya la energética y la económica. En su momento, llegó en un día de Reyes y hoy se la llevaron", bromeó exultante.
En septiembre pasado, el ministro de Energía, Juan José Aranguren , había oficializado la medida. "Este año, la ley de emergencia económica del 6 de enero del 2002 llega a su fin. Debemos recuperar los marcos regulatorios y no volver a incumplirlos", aseguró Aranguren entonces, quien argumentó en favor de la decisión al decir que si se mantenían las excepcionalidades previstas en la norma, no se podrían renegociar los contratos pendientes entre el Estado y el sector privado por los servicios públicos y las empresas concesionadas.
Para el economista Martín Tetaz, "se busca un cambio de humor", aunque "los efectos prácticos son pocos". "Creo que la gente está hoy más preocupada por las tasas y el dólar que lo que podría lograrse con un cambio. La percepción no se forma por declaraciones. Así como en su momento la ley de emergencia no tenía sentido porque no había emergencia, hoy no dejará de haber inestabilidad por este cambio. Tiene un corte voluntarista más que de realidad".
También desde el campo político hubo referencias al tema. El jefe del interbloque de diputados de Cambiemos, Mario Negri, difundió por Twitter su opinión favorable: "Concluyó la emergencia económica que rigió durante 16 años, 12 de gestión K, aún con la economía creciendo a niveles de 7 u 8%, en algunos años. Se termina la discrecionalidad, recupera facultades al Congreso Nacional. Una MB noticia".
Martín Redrado
Expresidente del Banco Central
"Es un paso más en el camino de ser un país normal. Fortalece la división de poderes y un sistema de balances y contrapesos. Brinda señales de claridad en materia de políticas públicas"
Martín Tetaz
Economista
"Se busca un cambio de humor.Los efectos prácticos son pocos, pero la gente está hoy más preocupada por las tasas y el dólar que lo que podría lograrse con un cambio"
Matías Tombolini
Presidente del Consejo Económico Social
"Ya era hora, después de 16 años, es razonable. Si bien yo no acuerdo con el modelo, sí coincido en que hay que avanzar hacia la normalidad"
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