La UCR suspendió la afiliación de Varisco, el intendente procesado

El silencio incómodo ya dio paso a gestiones concretas. En Cambiemos ya debaten estrategias por seguir a raíz del caso de Sergio Varisco, el intendente radical de Paraná procesado por presuntos vínculos con el narcotráfico. La primera medida se concretó ayer: por pedido de la comisión de ética de la coalición, la UCR suspendió la afiliación de Varisco, que transita su segundo período al frente de la intendencia, hasta que su situación judicial se esclarezca.

La semana pasada, la coalición oficialista decidió que el Comité de Ética sea encabezado por el dirigente radical Leandro Despouy y el presidente provisional del Senado, el macrista Federico Pinedo. Si bien aún no está conformada de manera oficial, la comisión coincide en que "algo hay que hacer" con Varisco, quien a pesar de las acusaciones y de que varios de sus colaboradores están comprometidos, dijo que no piensa dar un paso al costado en la intendencia ni en la UCR.

En el Comité de Ética, entonces, "sugirieron" por carta a los partidos que la integran (Pro, CC-ARI y sobre todo la UCR) que se expidan. La más delicada es la situación del radicalismo, ya que Varisco ocupaba hasta ayer un asiento en el Comité Nacional, como vocal. "Se aconsejó a la UCR la suspensión de la afiliación del intendente hasta tanto se aclare la situación de Varisco", afirmaron a la nacion altas fuentes de Cambiemos. En la carta enviada a la UCR, el Comité de Ética recuerda que "Cambiemos se constituyó para regenerar la función pública" y pide la "suspensión preventiva de la afiliación" de Varisco. "Ello sin perjuicio del derecho de defensa", escribieron Despouy y Pinedo. El hecho se concretó al mediodía de ayer, por pedido del titular del Comité Nacional, Alfredo Cornejo, confirmaron cerca del gobernador local a la nacion.

La decisión termina con quince días de interna feroz: opositores internos de Varisco en la UCR no se explicaban "el silencio" del Comité Nacional, que terminó ayer. En la Casa Rosada también comparten la incomodidad con el caso: no solo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que hace de la lucha contra el narcotráfico una de sus banderas más fuertes, sino también el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se muestran preocupados.

A partir del procesamiento de Varisco -el juez sospecha de vínculos del intendente con el narcotraficante Daniel Celis-, varios ministros intentaron alguna reacción del intendente para descomprimir la situación, como el apartamiento de la secretaria de Seguridad de Paraná, Griselda Bordeira, y del concejal Pablo Hernández, del bloque Cambiemos, ambos procesados. "Prometió echarlos pero no cumplió. Está jugando su partido de supervivencia y no colabora en absoluto con la causa de todos", afirmaron altas fuentes del Gobierno. El escándalo ya trasciende a la UCR: anteayer, la Justicia Federal allanó la sede de Pro en Paraná, y oficinas del concejal Emanuel Gainza (Cambiemos).

El escándalo llegó al presidente Mauricio Macri. Cerca de él aseguran que pidió "evitar el internismo", que ya se desató en Cambiemos de Entre Ríos por la sucesión. Tras avalar el pedido de suspensión, en Balcarce 50 dieron "todo su apoyo" a la viceintendenta Josefina Etienot, por el momento desvinculada de las acusaciones. Varisco, que fue intendente entre 1999 y 2003, promedia su segundo período, y aspiraba a otros cuatro años al frente de la intendencia de Paraná. Más allá de sus desventuras judiciales, en la Casa Rosada ya parecen haber puesto un freno a esos deseos.