Le apuntó a Bush; le dio a Tabaré
En una sola intervención radiofónica, Hugo Chávez tildó a George W. Bush, alias "Mr. Danger (Señor Peligro)", de "burro", "ignorante", "cobarde", "asesino", "genocida", "alcohólico" ("borracho", aclaró) e "inmoral". Luego, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, decidió llamarlo "diablo".
¿Iba a sorprenderse ahora de ser tachado de "cadáver político"? Iba a sorprenderse más del escenario desde el cual Chávez profirió el insulto que del insulto en sí. ¿Qué papel tuvo su anfitrión, Néstor Kirchner, por más que no haya asistido al acto?
En el gobierno uruguayo, al menos, no había duda: el acto en Buenos Aires de Chávez contra Bush era, en forma indirecta, el acto de Néstor Kirchner contra Tabaré Vázquez.
Por una pancarta, colgada de un balcón de Montevideo, Bush pudo haber advertido la causa aparente, si no la principal, de la complicidad de Kirchner con Chávez. "Osama is in [está en] Gualeguaychú", decía.
No era sólo una invitación en broma a bombardear la ciudad entrerriana como si de Kabul o de Bagdad se tratara. Era una señal de impotencia frente al conflicto de las pasteras.
Ojo por ojo
El conflicto había metido la cola en un momento delicado para Tabaré Vázquez, celoso de no arriar las banderas del Frente Amplio-Encuentro Progresista (en esencia, antiimperialistas) y, al mismo tiempo, de no perder la oportunidad de ganar un mercado tan apetecible como el norteamericano mientras recibía a Bush.
A juicio de Bush, la embestida de Chávez no merecía una respuesta inmediata. En la estancia presidencial de Anchorena, cerca de Colonia, eludió toda inquietud de la prensa al respecto. Once días después, serenados los ánimos, el tercer hombre en importancia del Departamento de Estado, Nicholas Burns, criticó con tono diplomático la actitud de Kirchner.
No fue Bush; ni la secretaria de Estado, Condoleezza Rice; ni el secretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas Shannon. Lo cual, entre líneas, pudo tener dos significados: consignar el malestar sin dejar de ver el vaso medio lleno (desde la colaboración argentina en Haití hasta el pedido de captura de los funcionarios iraníes involucrados en la voladura de la AMIA) o comenzar a ver el vaso medio vacío después de la incomodidad que provocó la cumbre de Chávez contra Bush durante la IV Cumbre de las Américas, realizada en 2005 en Mar del Plata.
El acto de Chávez con la venia de Kirchner pudo apuntar a Bush, pero dio en la Casa Blanca. Republicanos y demócratas, más allá de sus pujas internas, no suelen reparar en la coyuntura. Para ellos, el presidente de los Estados Unidos nunca deja de ser el presidente de los Estados Unidos, sea el actual, Hillary Clinton o el cineasta Michael Moore.
Tabaré Vázquez, a su vez, acusó recibo del acto de Kirchner. Y por ello, al lado de Bush, recordó que no habrá negociación posible en el conflicto por las pasteras si no se levantan los bloqueos de los puentes.
Osama no está en Gualeguaychú, pero Chávez estuvo en Buenos Aires.





