Los gremios se alejan de Lavagna y buscan la unidad del PJ
La inesperada nominación de Alberto Fernández como candidato a presidente en una fórmula con Cristina Kirchner ordenó fugazmente la dispersión sindical. Por senderos separados, y en una suerte de paréntesis de la organización del paro general del miércoles próximo, las diferentes tribus trabajan para forzar una eventual unidad opositora para competir en las primarias de agosto. No es tarea sencilla, pero los gremios se jactan de tener la influencia y los fondos para tallar en la reconfiguración del nuevo mapa electoral.
Hay tres negociaciones en marcha que se estirarán hasta el filo del 12 de junio, la fecha límite para inscribir las alianzas partidarias. Las gestiones sindicales son principalmente con Cristina Kirchner, a quien un sector le sugerirá que se corra para facilitar un acuerdo más amplio, y con Roberto Lavagna, a quien ya le retiraron el apoyo. Hay una tercera instancia con actores múltiples, pero con un mismo fin: conseguir el involucramiento de los gobernadores para evitar un triunfo de Mauricio Macri.
El operativo Lavagna ya está acelerado. Una tropa de sindicalistas lo visitaron el lunes pasado y condicionaron su apoyo electoral a que acepte competir en una elección interna dentro del peronismo. "Juega en la interna o se queda solo", sentenció uno de los dirigentes que estuvo cara a cara con el economista. Hasta Luis Barrionuevo, el gran impulsor del exministro de Duhalde y Kirchner, lo apuró con una definición antes de que su candidatura se desinfle y quede desvanecida en algo testimonial. Lavagna relativizó las presiones sindicales y da la sensación de que quedó a la espera de un aislado golpe de suerte que lo devuelva a la carrera por la presidencia.
Hasta que Cristina sacudió el tablero con Alberto Fernández, el grueso de los dirigentes de la CGT apostaba a fortalecer Alternativa Federal con la inclusión de Lavagna en el espacio. Después del cimbronazo del sábado pasado, esperan ahora una señal de Massa, quien no descarta explorar un acercamiento con el PJ kirchnerista para forzar una gran interna opositora, según dos gremialistas de su confianza. La postura del tigrense es, por ahora, la que cosecha más adhesiones sindicales. Aunque con el escenario aún incierto, los gremios evitarán las posturas tajantes y esperarán llegar a la recta final para apostar por el ganador.
Entre los gremios, Cristina divide aguas. Hay dirigentes que prefieren incluso la continuidad de Macri antes que su regreso. No lo reconocerán a viva voz. Todavía le reprochan cierto ninguneo a la CGT durante su gestión y haber taponado el reparto de fondos para las obras sociales.
Pero el corrimiento de Cristina hacia la vicepresidencia fue celebrado por gremialistas que habían tomado distancia del kirchnerismo, como Juan Carlos Schmid o el estatal Andrés Rodríguez. También por el barrionuevista Carlos Acuña. La jugada Fernández-Fernández, por ejemplo, terminó de convencer a Héctor Daer, jefe de la CGT, de que sería el mejor atajo para aproximarse a la unidad peronista, un deseo que parece hoy imposible.
Una ironía: Daer, referente de "los Gordos", y Hugo Moyano, histórico rival gremial de ese sector, juegan juntos para traccionar a gobernadores y a Sergio Massa hacia el PJ kirchnerista.
Dos gestiones en paralelo están en curso, aunque con sindicalistas que por ahora no están dispuestos a reconciliarse con Cristina y que dudan de la autonomía que pueda tener Alberto Fernández. Una primera avanzada preveía pedirle a la expresidenta que desista de cualquier candidatura para allanar la unidad. Pero Cristina les ganó de mano con la nominación de Alberto. Orquestaban la maniobra dirigentes de la Unión Ferroviaria, la UOM y Luz y Fuerza.
El otro paso lo daría Omar Viviani, quien conserva nexos con todos los sectores sindicales y con las distintas vertientes del peronismo. El jefe de los taxistas tiene previsto la semana que viene un encuentro con allegados a Cristina. No sorprendería si sugiere allí correr a la expresidenta de la fórmula con Fernández para habilitar una gran interna peronista, pero sin ella. En los gremios distinguen la jugada como un anzuelo para captar a los gobernadores y unir al PJ kirchnerista con Alternativa Federal.
"Ningún dirigente sindical tiene los huevos para plantearle a Cristina que se baje. Moyano y Viviani son los únicos que podrían hacerlo", sugirieron diferentes voces de la CGT. También mencionaron a Daer como otro interlocutor válido.
Moyano se reconcilió con la expresidenta el año pasado (después de siete años de haber estado distanciado) y regresó al PJ. Viviani, en cambio, mantiene cierta frialdad a raíz de algunos cruces retóricos que tuvo con La Cámpora. Mientras que Daer, que se había apartado del kirchnerismo cuando accedió en 2013 a una banca de diputado por el massismo, hizo las paces hace dos años empujado más por su rechazo a la gestión macrista que por las coincidencias con ella. "Los votos son de ella. Si le pedimos que se baje nos va a sacar cagando", especuló un jerárquico de la CGT. Persuadir a Cristina se anticipa como la gestión más difícil. Los gremios lo saben.
Pero no todos los sindicatos orbitan alrededor de la tribu peronista. El ruralista Ramón Ayala, que apareció como aportante de dinero en la campaña de Cambiemos en 2017, trabaja para conseguir adhesiones al oficialismo. Encarnar el sindicalismo macrista le dio sus frutos: recuperó el control de la caja del Registro de Trabajadores Rurales y Empleadores, y un porcentaje de la recaudación del Fondo Especial del Tabaco, que se nutre de las ventas de cada paquete de cigarrillos.
La semana pasada Ayala intentó darle cierto aval sindical a los diez puntos que el Gobierno trazó para un acuerdo de estabilidad. El apoyo se escenificó en la Casa Rosada con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, rodeado de un puñado de sindicalistas amigos. Ayala no se percató que entre la comitiva había sumado a Fabián Hermoso, del sindicato de los químicos. Hermoso fue excarcelado recientemente en el marco de una causa que lo investiga por presunta extorsión y asociación ilícita, según publicó el sitio infogremiales.com.ar. Incómodo, Frigerio tomó distancia de las invitaciones. "A Hermoso lo llevó Ayala", argumentó un vocero.
Más leídas de Política
Tras la protesta. Kicillof tildó a Milei de “estandapero” y dijo que el Gobierno consume sus propios trolls
Marcha universitaria. Quién es Piera Fernández de Piccoli, el rostro y la voz de la FUA que enfrenta el modelo libertario
"Y después dicen que la educación...". La historia detrás del buzo que mostró Cristina Kirchner