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La situación del Gobierno y del país es tan compleja que ya se habla de un fuerte golpe de timón, político y económico.
"¿Sergio Massa al gobierno y Máximo Kirchner al poder (y con más poder)?", es la pregunta que se hacen dentro y fuera del cuarto gobierno kirchnerista.
Esto significaría, de acuerdo a las versiones, que Massa volvería, después de más de diez años, a la jefatura de gabinete. Y que Máximo asumiría la presidencia de la Cámara de Diputados, o colocaría en ese lugar clave, a un incondicional.
Cerca del Presidente siguen diciendo que Santiago Cafiero es inamovible. Pero quienes hablan con Massa, no consideran el enroque descabellado. Solo plantean un inconveniente: el desbalance de poder que se produciría en el "trípode político" del Frente de Todos.
"Ahora, Sergio puede opinar con libertad y decirle en la cara tanto a Alberto como a Máximo lo que piensa de verdad. Como Jefe de Gabinete quizá tenga más poder, pero menos autonomía. Y por otra parte, si Massa se va ¿quién podría funcionar como dique de contención en Diputados, para equilibrar el poder de Cristina?", argumentan.
Fuentes cercanas a Alberto, a Massa y a la Cámpora, descartaron otras versiones más extremas, como la renuncia del Presidente y la convocatoria a una asamblea parlamentaria para definir su sucesión.
"Que se lo saquen de la cabeza. Esto no es igual a diciembre de 2001 y Alberto no es Fernando De la Rúa. Eso no va a suceder con el peronismo en el poder", explicaron, palabra más, palabra menos.
Pero la semana que pasó, fue una montaña rusa. El viernes 25 de septiembre pasado, hubo un encuentro clave: el Presidente recibió, junto a Gustavo Béliz y sin Martín Guzmán, al exministro de Economía, Roberto Lavagna.
Lavagna dio su opinión sobre lo que está sucediendo. Fue muy crítico. Alberto Fernández no le volvió a ofrecer el ministerio de Economía, porque conoce por anticipado la respuesta: no tiene las ganas, ni la energía suficiente como para chocar cada cinco minutos, con la auditoría del Instituto Patria. Lavagna, sobre el paquete que se acaba de lanzar, parece que piensa igual que Martín Redrado.
Cree que las últimas medidas fueron en la dirección correcta, pero que no van a funcionar, porque se implementaron "tarde y mal".
Él, igual que muchos, opinaría que:
- Se tendrían que haber anunciado inmediatamente, después del acuerdo con los acreedores privados
- Deberían haber sido complementadas con el inicio de las negociaciones con el Fondo Monetario
- Se tendrían que haber suspendido las retenciones, por un mes, dos meses o tres meses, hasta lograr un incremento de entre 3 mil y 5 mil millones de dólares en las reservas del Banco Central
- La rebaja de las retenciones a la soja, de 33 a 30 puntos no parece suficiente incentivo para liquidar nada
"Tarde, poco, y en el medio de mucho ruido", me dijo un economista consultado por un alto dirigente del Frente de Todos.
El martes se producirá la primera reunión con la misión del Fondo. Los ejecutivos del FMI tienen una agenda cargada. El sábado, por ejemplo, se encontrarán con Redrado. El expresidente del Banco Central, cree que no sería una mala salida para el Gobierno, pedir al Fondo un préstamo de unos 5 mil millones de dólares. Cumpliría un doble propósito: detener la "fuga de divisas" y que la administración, empiece a mostrar un rumbo económico menos caótico y confuso.
¿Es consciente Alberto Fernández de la envergadura de la crisis? ¿Son conscientes Cristina Fernández y su hijo Máximo, del desbarajuste en el que está sumido el país?
Dos prestigiosos economistas del peronismo no cristinista, cercanos a los gobernadores y los intendentes, afirman:
- Que el PBI de este año, terminará con una caída del 13%, la más importante de la historia
- Que la pobreza quizá, supere el 50%
- Que el desempleo, trepará al 15%
Ambos comparten una versión relativamente optimista sobre la economía del año que viene.
- Dicen que en 2021 se podría llegar a un crecimiento del 6%
- Que en 2022 la Argentina podría crecer un 3%
- Y en 2023 un 2%
Ellos plantean una agenda inmediata más o menos lógica:
- La aprobación de proyecto de ley de economía del conocimiento.
- La reactivación del Plan Gas.
- El aprovechamiento del aumento del valor de los commodities en el mundo.
- Y un esquema financiero con mucho menos cepo.
Solo dudan por un pequeño detalle.Temen que el Banco Central se quede sin dólares en un par de semanas más, y que el Gobierno se vea compelido a elegir entre dos alternativas igualmente dramáticas:
- Una megadevaluación o una versión 2020 de vivir con lo nuestro, más cerca de la economía de Venezuela, que de la del resto de los países de América Latina
Dentro del propio Gobierno, admiten que la descoordinación del equipo económico ya no se puede ocultar. Cada uno defiende su metro cuadrado: Miguel Pesce, el Banco Central; Matías Kulfas, el Ministerio de Producción; Mercedes Marcó del Pont, la AFIP.
Por otra parte, Martín Guzmán no se termina de consolidar como el ministro que concentra todas las variables y contiene a todos los sectores. Hay un descontento generalizado con varios ministros. Pero la mayoría le apuntan ahora, a dos: María Eugenia Bielsa y Matías Lammens.
Se quejan porque consideran que ya tendrían que estar aprobados y ejecutados los presupuestos para reactivar dos sectores especialmente golpeados por la pandemia, como son la construcción de viviendas y el de turismo.
"Si no quieren firmar y aprobar los presupuestos porque les tienen miedo a las causas penales, que renuncien a los ministerios", me dijo un importante dirigente de la coalición gobernante.
Hablando de causas penales, tengo que darte una noticia de último momento. En las próximas horas ingresará a Comodoro Py, la primera denuncia por enriquecimiento ilícito y falsedad de documento público contra Máximo Kirchner. La presentará la abogada experta en asuntos de corrupción, Silvina Martínez.
Es que hay una enorme diferencia entre el patrimonio que el diputado juró poseer en su última declaración, y la valuación de las propiedades y empresas, que hicieron los interventores judiciales en las causas Hotesur y Los Sauces.
Los interventores calculan una fortuna, que, incluyendo sus cuentas en dólares, en pesos, sus propiedades inmuebles y sus empresas, alcanzaría los 25 millones de dólares. Pero Máximo Kirchner, declaró un patrimonio de aproximadamente 5 millones de dólares. Es decir: unos 20 millones de dólares menos.
Pero hay otra información inédita que enseguida pasaremos a desarrollar:
Avanza una nueva denuncia por enriquecimiento ilícito contra la vicepresidenta Cristina Kirchner. Se trata de la causa caratulada "Fernández de Kirchner, Cristina; Sanfelice, Osvaldo José y Leiva Marta, sobre enriquecimiento ilícito".
La novedad aquí, es que el pasado 24 de agosto, el juez federal Daniel Rafecas aceptó la competencia. Y la otra novedad es que, exactamente un mes después, el pasado 24 de septiembre, el fiscal Franco Piccardi, entendió que Cristina Fernández debe ser investigada.
El argumento de Piccardi es contundente. Cree que el presunto enriquecimiento de Cristina, Sanfelice y su esposa, merecen ser analizados porque tienen conexidad con otra causa, la del hotel Waldorf, caratulada "Sanfelice Osvaldo".
Ambas denuncias se originaron hace un año, cuando Margarita Stolbizer y Silvina Martínez las presentaron, después de la publicación del libro Ella miente.
Por suerte, las obsesiones de Cristina van por un lado y la realidad va por otro.El problema es el país, en su peor momento económico y social, y en el peor momento de la pandemia del Covid-19, con más de 20 mil muertos y a punto de llegar a los 800 mil contagios.
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