María Elvira Domínguez: "Tras años de represión, hay ahora libertad de prensa en la Argentina"
La nueva presidenta de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) , la colombiana María Elvira Domínguez, llegó a lo más alto del organismo con opiniones contundentes y preocupaciones. La economista, directora del diario El País, de Cali, asegura que el periodismo en la Argentina vivió años de "represión, ataques y obstrucciones" y que si bien la situación se revirtió aún quedan cuentas pendientes.
En una entrevista con LA NACION antes del cierre de la asamblea de la SIP, la sucesora del peruano Gustavo Mohme asegura que el derecho al olvido puede ser "una forma de censura" y manifestó su preocupación por la creciente violencia contra los periodistas en el continente. "Estamos volviendo a épocas aterradoras", sostuvo.
–¿Cuáles son los desafíos más urgentes que enfrenta el periodismo?
–Son los mismos desafíos de hace tiempo. Ahora hay otros adicionales, como la revolución tecnológica, que ha cambiado al periodismo. El de calidad y el de la verdad no cambian más allá de la plataforma por la que se distribuya. Con las nuevas plataformas somos los medios los que estamos llamados a seguir esa línea rigurosa, seria, de calidad. Es así como vamos a prevalecer. Es un desafío y una gran oportunidad para el periodismo serio e independiente.
–¿Qué evaluación hace del estado de la libertad de prensa en la Argentina?
–Veo definitivamente de unos años para acá una apertura y una mejora. Tras tantos años de represión, ataques y obstrucciones a la libertad de prensa, vemos que ha comenzado a haber nuevamente una libertad de prensa. Aún hay cuestiones pendientes.
–¿Qué falta?
–Cuestiones como la publicidad oficial. Todavía hay quejas en ese sentido. Pero frente a lo que había hace tres o cuatro años se ha avanzado mucho. Se ha recuperado algo de lo que la Argentina ha gozado muchos años. Es un recorrido, pero cuando hay tantos años de represión y bloqueo, recuperar todo eso toma tiempo.
–¿A qué atribuye el creciente nivel de violencia?
–Estamos volviendo a otras épocas, en las que las cifras eran aterradoras. Veintinueve periodistas asesinados en lo que va del año nos lleva a otras épocas. Cada periodista silenciado es devastador. Este año no hablamos solo de México, por ejemplo, sino también de Estados Unidos, Honduras, Venezuela, Nicaragua y Brasil.
–¿Qué se hace para revertir la situación?
–El arma que tenemos es informar, visibilizar de una manera contundente y solidarizarse con esos países, los medios y los colegas. Nos corresponde instar a las autoridades y velar por que los crímenes no queden impunes y para que el Estado proteja el oficio de la prensa, como el agravamiento de penas a los crímenes de periodistas.
–La incorporación de los intermediarios tecnológicos (Google, redes sociales y empresas de comunicación) a la declaración digital generó un fuerte debate en la asamblea. ¿Ese sector debe formar parte del texto?
–Todavía no lo he podido definir, pero la realidad es que los intermediarios son parte de la vida de hoy, pero no sé si deberían estar en una declaración de principios de la SIP. Por un lado, digo que no porque estas son las declaraciones de principios y no necesariamente las declaraciones de los intermediarios tienen que ser iguales a los de la SIP. Pero por otra parte ya estamos en el entorno digital todos juntos. Se dio el debate de si vamos a ser vanguardistas y decir "aquí estamos" y aceptamos nuevos jugadores. La defensa de la libertad de prensa no es exclusiva de los medios de comunicación.
–Los que rechazaban esa incorporación aseguraban que puede minar el peso y la Declaración de Chapultepec...
–A Chapultepec no la mina nada. Lo que sí está claro es que hay que ahondar más en el ecosistema digital en el que vivimos hoy. No digo que Chapultepec no sea suficiente a nivel de principios y libertad de expresión, pero hay algunas cosas que debemos incorporar, como el derecho al olvido y las noticias falsas. El mundo cambió y las empresas periodísticas también.
–¿El derecho al olvido es una forma de censura?
–Yo diría que sí, porque es eliminar algo que sucedió, que es verdad, y la verdad no se puede obligar. Otra cosa es que una determinada situación cambia y es responsabilidad de los medios actualizar la información, pero no borrar lo que ya pasó. Cuando no había internet las cosas quedaban en los periódicos. Una cosa es la desindexación de los motores de búsqueda y otra cosa es el olvido de los medios.
–¿Cómo se hace frente a las noticias falsas?
–Es muy difícil. Nuestra responsabilidad como medio de comunicación de periodismo de calidad es ser los legitimadores y verificadores de lo que sucede. No podremos hacer todo.
Más leídas de Política
Análisis. La oposición, más fisurada que nunca
Elogiado por el Presidente. El biógrafo de Milei calificó de "insanos" a los homosexuales y negó la apropiación de bebés en la dictadura
Medida cautelar. La Justicia ordenó que las prepagas limiten sus aumentos a la inflación y devuelvan lo cobrado de más