Menem gozó de una noche de odaliscas y de danza
El ex presidente bailó y prometió que no dejará la política
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Ya habían prendido los habanos y el cantante Yusef Hamend invitaba a moverse con las danzas árabes. Carlos Menem tardó medio segundo en aceptar la invitación de la bailarina, dejó en el plato el qebbe (carne mezclada con trigo y especias) y comenzó a mover las manos.
Estaba transpirado, despeinado. Pero el traje azul, la camisa amarilla, la corbata de seda salmón y el pañuelo al tono estaban impecables. Adelina Dalesio de Viola, con un top de leopardo naranja, se paró, igual que los invitados al homenaje que la Asociación Arabe Argentina Islámica le ofreció antenoche a su hijo dilecto.
El ex presidente, hijo de inmigrantes sirios, disfrutó cada minuto de la fiesta árabe-menemista en la que no paró de saludar, sacarse fotos y dedicar sonrisas a las más de 500 personas que pagaron 50 pesos para compartir con él la cena a la que sólo faltó su hija Zulemita.
"Para los políticos no hay retiro ni jubilaciones. Seguiré trabajando en política hasta que me quede el último respiro como me enseñó mi maestro, Perón, y no sé si aun muerto no seguiré trabajando por el bien de mi país", dijo Menem en la única referencia política de su discurso, en el que recordó a sus padres.
Pidió por la paz en Medio Oriente, poco antes de la escalada de violencia, y recordó que cedió las tierras para construir la mezquita que inauguró en Palermo junto con el presidente Fernando de la Rúa. El aplauso fue efusivo.
El ex secretario general de la Presidencia Alberto Kohan y su esposa Marta no se separaron del ex presidente. Kohan, uno de los organizadores de la cena, usó su breve discurso para decir que cumplía 26 años de casado y que renovaba su fe en Dios, Menem y su esposa.
En la mesa principal, detrás de un gran póster de La Meca (el lugar sagrado para la religión musulmana), estaban Rodolfo Daer y Luis Barrionuevo, además de representantes de la comunidad.
Muy cerca, Armando Gostanian -creador del cotillón reeleccionista-comentaba con el secretario privado de Menem, Ramón Hernández, lo bien que veían al jefe. Compartían la mesa con los custodios del ex presidente que probaron el humus (puré de garbanzos), el batenyen (puré de berenjenas), con el laban (queso cuajado). No hubo vino. Tres mesas quedaron vacías, pero Menem ni se dio cuenta.
Fiesta árabe
Menem llegó en un auto con vidrios polarizados. Antes de entrar vio el pasacalles: "Bienvenido paisano". Sonrió y avanzó.
En el salón, el clima era de fiesta, mientras sonaba la música árabe. Víctor Bo, José Figueroa, Mario "Pacho" O´Donnell, Marta Alarcia, el ex juez Hugo Llermanos y Jorge Asís buscaban sus lugares.
Menem se sorprendió mientras degustaba los waraq arish (envueltos de hoja de parra rellenos) y las Fatay (empanadas árabes) y comenzó el show del bailarín Amir Thaleb. El ex presidente esperaba a las odaliscas. Antes aplaudió al conjunto folklórico que no coordinaba los pasos. Varias de las mujeres de la fiesta (rubias de pelo largo, con vestidos apretados y coloridos) se peleaban por una foto con Menem.
"Queríamos rendirle un tributo a este magnífico político y ser humano porque compartimos un origen y estamos orgullosos", dijo Adalberto Assad. Pasada la medianoche, Menem seguía saludando. La gente ya tenía las remeras, que hizo Gostanian, con la impresión: "Menem, la Argentina te ama".
Algunos vecinos de Almagro lo esperaban afuera. El ex presidente se fue sin probar los postres árabes y dejó su habano por la mitad. Adentro seguía la música.
Llega Bolocco
La ex modelo y conductora televisiva chilena Cecilia Bolocco, a quien se vincula sentimentalmente con el ex presidente Carlos Menem, llegará hoy a Buenos Aires y se hospedará en el Alvear Palace Hotel. Ayer circularon versiones vinculadas con la posibilidad de que Menem y Bolocco piensen formalizar su compromiso el 17 del actual. El único allegado al ex presidente que habló públicamente fue su hermano, el senador Eduardo Menem (PJ-La Rioja). "Está enamorado", dijo.




