Natalia de la Sota, la heredera que ahora todos se disputan

CÓRDOBA.- El nombre de Natalia de la Sota, elegida hace menos de un mes legisladora cordobesa por el oficialismo de Juan Schiaretti , de pronto empezó a tomar trascendencia nacional. Hace unas semanas en el kirchnerismo la mencionaban como posible "puente" con el gobernador, y ahora también aparece en las reuniones de massistas y de Cambiemos. Hasta ahora es concejala de la ciudad de Córdoba y, desde siempre, repite que su papá-el exgobernador que murió en un accidente en septiembre pasado- "no dejó un heredero político", y siempre rescata que "priorizaba el diálogo, el consenso".

En campaña reconoció que él se había reunido con Máximo Kirchner, entre otros dirigentes, porque se enfocaba "en las coincidencias y no en las diferencias".

Tiene 43 años y hasta hace menos de una década la política no era su principal actividad; se dedicaba a la música. Supo tener un pub en el que difundía a artistas cordobeses. Hace tiempo que está en pareja con un dirigente peronista, Bernardo Knipscheer. Hasta la muerte de su padre, era querida y respetada por el peronismo capitalino, pero su rol no era protagónico.

En noviembre del año pasado, un plenario del delasotismo la convirtió en líder del sector del peronismo que encabezaba el exgobernador. Cumplió ese rol junto al electo viceintendente de Córdoba, Daniel Passerini.

Hasta que se definió su candidatura como cabeza de la lista de legisladores, se la barajó como posible compañera de fórmula de Schiaretti y, después, del electo intendente Martín Llaryora. Ya en campaña, fue una de las protagonistas junto al postulante a vicegobernador, Manuel Calvo.

Después de la victoria, se mostró siempre alineada con Schiaretti en la idea de "dejar el triunfo en la provincia", no nacionalizarlo. Sí mencionó que trabajaba junto a su padre en un proyecto "de pacificación y de unión de la Argentina".

Nunca hizo declaraciones respecto de sus propios contactos o los ofrecimientos que habría recibido del kirchnerismo y del massismo. Prefiere esquivar las definiciones y repetir que su candidato a presidente era su padre; subraya que la decisión era por criterio político, porque compartía su objetivo de "unidad nacional".

Frente a las propuestas y mensajes de otras fuerzas, sus allegados le recomiendan que se mantenga en el círculo de Schiaretti y que fortalezca allí su perfil de dirigente y gane madurez política. Pese a ello, esta semana empezó a sonar como posible candidata a nivel nacional, incluso como eventual candidata a vicepresidenta de Sergio Massa o incluso del oficialismo.