Nuevas señales de malestar en el macrismo hacia Rodríguez Larreta y la UCR

La interna de Pro sumó un nuevo capítulo de tensión con la postal que dejó el acto organizado el sábado por el radicalismo para homenajear a Raúl Alfonsín: un Horacio Rodríguez Larreta sonriente junto a dos de los referentes de esa fuerza, Gerardo Morales y Martín Lousteau, que desafiaron al expresidente Mauricio Macri. Mientras en el larretismo repiten que el jefe de gobierno porteño “pasó a saludar”, como en todas las convenciones del partido aliado, en las filas macristas se extendió el malestar por la cercanía del jefe de gobierno con dirigentes críticos de su líder.

“Es una locura lo que hicieron”, se sinceró un dirigente cercano al expresidente. En el macrismo hablan de un déjà vu que los retrotrae a las imágenes de la pandemia, cuando Larreta se mostraba junto a Alberto Fernández y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que disparaban contra la figura del exmandatario. Entienden que, una vez más, se criticó a Macri en presencia de un dirigente importante del partido, que no lo defendió.

Fernando Iglesias lo blanqueó junto con la pregunta “¿Qué trío te gusta más?” y compartió en Twitter la imagen de Larreta con el tándem radical Morales-Lousteau junto con otras dos imágenes del jefe de gobierno porteño con Fernández y Kicillof en el marco de las reuniones compartidas por la pandemia.

En esa tribu se fortalece la teoría de que Rodríguez Larreta eligió “desprenderse” y hacer su camino junto con la estructura de la Unión Cívica Radical. “Es un camino que inició Larreta para despegarse totalmente de Mauricio Macri”, consideró un dirigente que tiene un lugar en la mesa de Pro y entiende que el jefe de gobierno porteño busca exagerar esa posición para demostrar que no necesita ser bendecido por el expresidente como candidato. Es que, pese al clima de campaña y el megaevento con el que Macri lanzó su libro, el expresidente fortalece su rol como mentor y evita apostar por un solo candidato.

Mientras tanto, desde la Ciudad repiten que la convención estaba agendada desde hacía meses, para desestimar que detrás de la aparición de Larreta existiera la intención de “devolvérsela” a Macri. Piensan que desde el macrismo encontraron una excusa para seguir alimentando la interna y remarcan que hubo actos en donde Patricia Bullrich criticó abiertamente a Larreta.

El principal campo de batalla de la interna Pro, sin embargo, se trasladó a la sucesión de la Ciudad. “Lo que me interesa es que el distrito siga en manos de Pro, de la misma manera que Gerardo Morales quiere que Jujuy siga siendo del radicalismo. En esto todos estamos en ese juego, pero respetando una línea política común, que es lo importante”, afirmó Bullrich en una entrevista con LA NACION desde Uruguay y explicitó la postura del ala dura que le reclama a Larreta que no “entregue” ese territorio.

“Tenés que ir, ganártelo”, señalan. Plantean que dentro de la coalición existe un acuerdo tácito y se respetan los territorios de cada partido. Además de Jujuy, en esa lista agregan los casos de Mendoza y Corrientes. La lógica de Larreta, cuya estrategia implica no hablar de candidaturas este año ni apoyar explícitamente a nadie y permitir que se anoten a una PASO todos aquellos que quieran competir, se escapa de esa regla.

En el homenaje a Alfonsín, por lo pronto, Lousteau ratificó que buscará arrebatarle al macrismo su bastión y ayer la ciudad apareció empapelada con la caricatura de Raúl Alfonsín y la leyenda “1983 al infinito”. El cartel, que tiene la sigla de Radicales x Argentina, la agrupación que conduce Daniel Angelici –socio de Lousteau en la Capital y operador judicial de Macri–, remarca: “Ahora más que nunca”.

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