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Quejas por un plan de EE.UU. para vigilar más la Triple Frontera
Fuerte rechazo de Brasil y la Argentina
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LA NACIONHugo Alconada Mon
WASHINGTON.- El Senado estadounidense analiza un proyecto de resolución para impulsar en la Organización de los Estados Americanos (OEA) una "fuerza de tareas" antiterrorista que podría desplegarse en todo el hemisferio, con especial fuerza en la Triple Frontera entre la Argentina, Brasil y Paraguay.
El proyecto cuenta con media sanción de la Cámara de Representantes y los senadores podrán ahora revisar su articulado, objetado por la cancillería brasileña de manera formal y por diplomáticos argentinos en reuniones reservadas, confirmó LA NACION.
Pero la iniciativa dio ya un primer paso. El presidente del decisivo Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el republicano Richard Lugar, recibió el proyecto. Y le comunicó al embajador brasileño en esta capital, Roberto Abdenur, que entendía sus objeciones por el lenguaje utilizado en el proyecto, pero le dijo que también debía comprender la posición de Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Siempre atentos
"Debemos demostrar que estamos siempre atentos a una actividad terrorista, donde sea que pueda ocurrir, y que estamos preparados para actuar de manera decisiva -juntos- si nuestros ciudadanos son amenazados", explicó en una carta dirigida a Abdenur, con fecha del 18 de este mes, cuya copia oficial obtuvo LA NACION.
El Senado no fijó fecha aún para abordar el proyecto y dos fuentes indicaron a LA NACION que podría quedar archivado en las oficinas senatoriales ya que un sector al parecer dominante lo considera redundante, dada la existencia del Comité Interamericano contra el Terrorismo (Cicte, por sus siglas en inglés) en la OEA. "Siempre que no ocurra algún hecho grave que altere la dinámica actual", aclaró una de ellas.
La iniciativa fue aprobada el 14 de junio por la Cámara de Representantes, luego de ser impulsada por la legisladora de Florida, Iliana Ros Lehtinen.
De conservar su texto actual, recomendaría a la Casa Blanca que impulsara en la OEA la creación de una "fuerza de tareas" junto a los países de todo el hemisferio para la lucha contra el terrorismo en áreas sensibles del continente.
Esa fuerza, según se expone en los considerandos del proyecto en cuestión, debería "asistir a los gobiernos en la región en la investigación y el combate de la proliferación de organizaciones terroristas islámicas", como afirma que también ocurre con "la red de financiamiento y reclutamiento que mantiene Hezbollah en la Triple Frontera".
Días después de darse media sanción al proyecto, el embajador Abdenur presentó ante Lugar una queja formal, por escrito, en la que reclamó por el debido respeto por la soberanía de cada país, recordó los esfuerzos de Brasil en la lucha contra el terrorismo y marcó su "preocupación" por las "afirmaciones no completamente ciertas" sobre la presencia de células en el enclave fronterizo, determinó LA NACION.
Lugar calmó a Abdenur y colmó de elogios a Brasil, calificándolo de "valioso amigo y socio vital de Estados Unidos", además de destacar su "activa participación y liderazgo en el programa de seguridad 3+1 de la Triple Frontera", en el que la Washington apuntala los esfuerzos de Brasil, la Argentina y Paraguay.
La cancillería argentina, que fue la primera en detectar el proyecto incluso antes de que se aprobara en la Cámara de Representantes, abrió consultas con su par brasileña, por medio de los embajadores ante la OEA, Rodolfo Gil, y Brasil, Juan Pablo Lohlé, y su enlace diplomático en Washington ante el Congreso norteamericano.
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